1 Sueños.

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me encontraba encerrada en una especie de taquilla, tome una bocanada de aire y vi que había un poco de luz por las rejillas así que me asomé y me di cuenta de que estaba en un lugar donde se reúnen los jugadores antes de salir, empuje con fuerza la puerta y pude salir de ahí, era de noche y hacía mucho frío.
Con mucho miedo comencé a caminar para dirigirme a una salida o buscar a alguien, un policía o a mis padres... Salí a un pasillo que tenía más taquillas y habían muchas aulas por lo que deduje que era una escuela pero no era la mía en Manhattan, era muy distinta.

Comencé a caminar y cada vez mis pelos se ponían de punta, tenía tanto miedo como frío, vi un poco de luz en un aula y decidí abrir la puerta, cuando di un paso delante de él aula y toda la vista cambio. Ahora ya no estaba en una escuela, estaba en un bosque (lo que es mucho peor) había neblina y seguía tan oscuro y frío como antes, comencé a caminar y vi un par de luces amarillas, parecían... Ojos... Escucho un gruñido y decido hacerme para atrás ya, mi cuerpo empezó a temblar y el miedo invadió mis sentidos.

La figura delante de mí comenzó a acercarse y era mucho más alta que yo, era tan similar a un humano... El miedo cambio por curiosidad y me acerqué un poco más para ver cómo era, de repente los gruñidos se intensificaron y la figura se lanzó contra mi. Grite lo más alto que pueda....

-Astrid, Astrid tranquila... Cariño.- desperté sudando y temblando, estaba en el auto recargada contra la puerta, mi papá estaba tratando de calmarme, cuando vi a mi alrededor me di cuenta de que era un sueño...- fue el mismo sueño ¿verdad? Astrid, me tienes muy preocupada no es la primera vez que sueñas eso.

-e-estoy bien padre, no es necesario preocuparse. Los sueños son solo sueños ¿verdad?- voltee a ver a mi padre y asintió con una sonrisa, ahora se veía más tranquilo, pero yo no me sentía así. Estaba preocupada por lo que he estado soñando últimamente, por lo menos una vez a la semana lo soñaba.

Mi padre continuo manejando por la carretera y precisamente pasamos por un bosque... Igual al que soñé... «Astrid, no pierdas la cabeza» mientras mi padre manejaba y yo me imaginaba cómo sería nuestra casa, esta era la sexta vez que nos mudábamos de ciudad y siempre era lo mismo, yo sin amigos y quedarme sola en casa durante las tardes ya que mi papá siempre tenía emergencias o simplemente no llegaba a casa y así hasta buscar otra ciudad debido al trabajo de papá, así era mi vida, monótona.
Llegamos a un edificio blanco muy bonito, tenía 3 pisos por lo que pensé que sería un pequeño departamento, luego mi padre me dijo que el edificio era para nosotros, me sorprendió que mi padre haya invertido tanto en el lugar ya que siempre alquilábamos casas porque sabíamos que íbamos a cambiar y la verdad espero que sea diferente.

Comenzamos a sacar nuestras cosas de el carro, el edificio era enorme y mi padre me dijo que el tercer piso era para mí sola, cuando subí pude ver un baño enorme, las paredes de la habitación (si le podemos decir así) eran azules y tenía un balcón donde se podía ver todo el pequeño pueblo y una cama enorme también.
-mientras más grande es el lugar, más sola me siento...- deje salir el aire de mis pulmones y comencé a acomodar lo que sería mi recámara, pegue algunas estrellas fluorescentes en el techo con ayuda de una escalera y comencé a guardar todo, después de eso baje a ayudar con la cocina y la sala y cuando por fin terminamos la mayoría mi padre pidió comida china para cenar.

- As quiero decirte que esta vez va a ser diferente, te prometo que haré todo lo posible para que pasemos más tiempo juntos y no te sientas tan...-
- Déjalo así... Entiendo que a veces no puedas pasar tiempo conmigo ya que salvas muchas vidas y en serio, en serio estoy orgullosa de ti papá, te quiero- le di un abrazo y me fui a mi habitación.

En realidad no quería ponerme mal porque mi papá trabaje, es normal que lo haga y realmente lo que menos quiero es que se sienta mal por mi culpa ya que pase lo que pase siempre lo tendré a él y él a mí.
Me acosté en mi cama y comencé a dormir, espero que esta vez sea un sueño bueno, como ir a la luna o algo así.

Eres mi ancla. (Isaac Lahey) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora