10. Confusion.

2.1K 123 2
                                    

Llegue a casa un poco agotada ya que la comisaría estaba retirada de ella, mi padre me recibió con un abrazo y se lo devolví.

- no me dijiste que el padre de tu amigo estaba internado, el sheriff - mis ojos se abrieron, rayos el papa de Stiles está en el hospital y ni siquiera le envié un texto, - por suerte a mi me toco operarlo- entonces se me ocurrió una idea genial, sabía acerca de los problemas económicos de Stiles así que quiero compensarle un poco.

- ¿te puedo pedir un favor?- le hice una mirada de cachorro y mi padre entendió lo que le quería pedir, el cerro sus ojos y se apretó el puente de su nariz.

- no, no, no Astrid, no puedo hacer eso- negó, yo bufé un poco desesperada ¿en serio me tiene que pasar todo lo malo hoy?, no hay ni una cosa buena que me pasó justo después de la tarde. El día estaba tan bien y... No es justo, ¿porque Isaac me trato así? ¿Porque... - no, cariño, no llores, le puedo descontar la mitad de la operación si quieres...- entonces caí en cuenta de que mis mejillas estaban mojadas ¿qué rayos? Negué y me limpie las lágrimas.

- si no puedes no... No tienes que hacerlo, está bien papa- le di una sonrisa y tome su mano, él me la devolvió.

- quiero hacerlo cariño, eres la persona más dulce que he conocido- solté una risita y me despedí de él para después dormirme, no pensaría en Isaac esta noche, no voy a arruinarla. Pero por más que lo intentara me fue imposible ya que esa noche solo podía pensar en algo: Isaac lahey

Isaac.

Astrid salió con Lydia mientras yo me quede esperando, no sé que me pasa con esta niña... Esque ella es tan... Tan dulce, inocente y brillante. No sé cómo lo hace pero siempre termino por decirle mis penas, en su mirada nunca vi lastima o tristeza sino comprensión y justo después de hablar con ella me siento bien, me siento tranquilo, es  como si yo estuviera en un bote y ella fuera la corriente que hace que me calme «okay Isaac, cálmate no es para tanto» pero mientras más me acercó a ella más tengo miedo, tengo miedo de que sea el único que ama ahí, que rompa mi corazón, bueno no estoy seguro si Astrid pueda hacerlo digo, es una Santa, no dañaria ni a una hormiga pero aun así no quiero arriesgarme. Ya estoy demasiado roto y siempre que estoy con ella viene a la mente el recuerdo de Allison, Allison...

Me encontraba tirado y sin manera de cómo defenderme, todo mi cuerpo dolía de una manera increíble, si Allison no hubiera llegado a tiempo nos hubieran matado a todos, ella se encontraba peleando cuando vi que a lo lejos se acercó una de esas porquerizas, quería gritarle pero no pude, no tenía fuerzas para hacerlo.
De repente vi como su espada cruzo a Allison por su estómago «no, no, no, ella no por favor» ella cayó al suelo impactada, de repente Scott gritó y de acerco a ella sosteniéndola en sus manos.
- estoy en los brazos de mi primer amor- dijo con la voz entrecortada, Allison no, no se pueden llevar a lo único que tengo. - la primera persona que he amado... La primera persona que amare...- entonces sus palabras calleron como un balde de agua fría «¿qué?» Allison... No...- te quiero Scott. Scott McCall...- entonces su mano cayó hacia a un lado y me di cuenta de que ella ya no estaba con vida... Igual que una parte de mi.

Sabía que recordar eso me hacía mal, porque me ponía triste por el hecho de que Allison fue la primera persona a la que ame en serio, fue la única persona que tuve y ella... Ella simplemente no sentía lo mismo, siempre fue Scott. Aun así no tengo rencores hacia el, hacia ninguno de echo. Solo hacia mí mismo, no puedo confiar en nadie y estoy tan malditamente roto que no quiero arrastrar a Astrid conmigo así como tampoco quiero que ella me lastime, no otra vez.

De repente vi como Astrid entro de nuevo al edificio «lo siento mucho...» ella me miró con una sonrisa y decidí no mirarla aunque tenía muchas ganas de hablarle.

Eres mi ancla. (Isaac Lahey) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora