Mariposas para los Muertos

Siniestro

La situación en la que se encontraban los dos detectives era de desventaja y posible muerte. Habían visto implicados cuyas pruebas jamás los incriminarían, en frente el mismisimo Hawk Moth y aun con las sensación de la droga por las venas. Marinette no quería rendirse, estaban a punto de terminar un caso importante, y una voz en su subconsciente le susurraba que ese era un momento clave: la gloria o la muerte. Por culpa de aquella máscara, ambos no podían negar que su mirada taladraba hasta el alma.

"Estos son los culpables de que estemos tan atrasados con nuestros planes" dijo el que tenía un disfraz de palomo. Solo con eso supieron que debía ser el hombre del que hablaba "Deberíamos hacerselo pagar"

"Encima, tuvimos que matar a Chloé por esto. Si en vez de matar al viejo, lo hubiera cogido lo que tenía que coger y acabar con estos dos, estaríamos en una situación mucho más favorable" añadió la chica del paraguas.

"Más que hacer que paguen por todo, tenemos que sacar provecho de la situación, Akumatizados mios" entró Hawk Moth una vez la gente dejó de hablar, con una malvada sonrisa "Si, hemos perdido mucho y Tikki y Plagg no han encontrado donde escondieron las joyas y como sacar al Rogercop de la cárcel... ¿dónde está Jackady cuando se le necesita?"

"hoy tenía función" dijó Alya después de mirar en su móvil

"No podemos esperar a que vuelva para hipotizarlos, se darían cuenta de su desaparición. Porque hubieran sido excelentes peones para regresar lo que es nuestro"

"¿Y por qué no los tatuamos?" preguntó de pronto un chico que tenía un palo entre los dientes "Si los acusan de ser tus complices y atrasar todo lo que se estaba dando, tendrán que requisar todo el material y empezar de nuevo. En ese material debe de estar nuestras joyas."

Esa idea se dio por válida, para horror de ambos. Hawk Moth le pidió a CopyCat (el chico dle palo de los dientes) que trajera el material para hacerlo. Se notaban las prisas que tenían por obtener todas las joyas, no sabían si por creencia de ese mito que aparecía en el libro o si era por el dinero que les pondrían dar por ellos. A todas, París estaba en peligro y Marinette no tenía nada con el que llamar al jefe Damocles (ni energia por aquella droga). Y si no había escuchado mal, iban a arruinarle la vida con un simple tatuaje. Necesitaba un plan de inmediato, algo con el que llamar la atención donde estuvieran, y hacer que llegasen para ayudarles, bomberos, policias o quienes fueran los valientes que se dieran cuenta de su señal. Adrien pudo adivinar con su mirada lenta pero nerviosa buscando cualquier pretexto, un punto débil. El tenía los sentidos más agudos y miraba con más detalle. Se fijo en una serie de barriles. Le recordaban a los antiguos barriles de gasolina, por lo que estarían vacios. Pero algo seguro que no iba a estar vacio y eran los tubos que formaban una interesante red encima de sus cabezas. Un solo error podría costarle la vida a más de una persona, incluidos ellos dos.

No. Habían demasiadas pistas, huellas, esas mismas personas... debía ver la solución perfecta para el momento.

"¿Tatuamos a ambos?"  pregunto Nino "¿No vale solo con Marinette?"

"No podemos arriesgarnos a dejar un cabo suelto. Si lo estan los dos, se puede justificar como mentiras las palabras del rubito"  respondió Alya mientras toqueteaba la pantalla tactil de su móvil "Pero... está pasando algo raro"

"¿Qué pasa, Lady WiFi?" preguntó Hawk Moth sin despegar la vista de la gran pantalla que señalaba cada rincón de París

"Es Reflekta. Fue a eliminar a unas chicas que optaban por robar unos trabajos pero... no reporta nada. ¿Sabes algo, Princesa?"

"Dijo algo como que creía en que pasaba algo más en la policía, pero creí que eran desvarios. ¿Serán por Tikki y Plagg?"

"Ni se les ocurriría poner en riesgo recuperar lo que más quieren" comentó confiado Monsieur Pigeon "A diferencia de Wayzz"

"Cómete tus palabras, Pigeon"  dijo Hawk Moth "Y que vaya Princess Fragrance de nuevo. No me gusta dejar cables sueltos, más en este momento delicado y Reflekta no te escuchará"

Algunos en la sala rieron. Seguro que habría una subtrama dentro que, para el momento del juicio, iba a ser un punto más a favor de ellos en la cárcel. Igualmente, escucharon pasos rápidos, por lo que sería esa princesa yendo a la policía. Ambos rezaron, deseando que no tocara a sus dos amigos y compañeros. Hubo un momento de silecio, donde cada uno de ellos observaba las pantallas y el chico que debía tatuarlos no llegaba. Solo entonces, Adrien se fijo en que algo estaba de más en esos lugares. Aquellos barriles. ¿tendrían pruebas? ¿tendrían las armas? Igual que las ventanas. Nadie vería de ellas, pero los lugareños si. Solo necesitaba tirar algo por esa ventana, llamar la atención de los peatonales desde fuera para que llamaran al viejo Damocles.

"Marinette" la llamó en un susurro, vigilando que nadie se fijara en sus intentos. Ella se inclinó un poco, dando a entender que si estaba escuchando "Tenemos que encontrar como llamar la atención"

"Los...tubos y las bombillas"  Un breve momento de silencio para pensar "Chispazo a la vez de ambos"

"Perfecto" y pensó que era demasiado arriesgado, pero necesario.

Marinette pensó a la vez que Adrien miraba que podría ser útil para hacer fuga de gas. "Yo el teléfono de Alya" le susurró antes de que la aludida se girara a cerciorarse de que todo estaba bien.

"Yo la espada de Nino"  le susurró sin saber como se la iba a quitar pero si donde iba a dar en las tuberías.

Fue un momento que le dejó a Marinette que armara jaleo para llamar la atención. A partir del momento en el que se tiró al suelo, vio, que sus ataduras estaban flojas. Las suyas también, solo necesitaba otro esfuerzo más. Alya fue quien quiso atender a su vieja compañera, igual que Nino fue directo hacia el. Un momento entero de confusión y locura para llegar a lo que necesitaban y desear que saliera bien.

La batería del teléfono, las bombillas y el gas hicieron que de un momento a otro sonara un estruendo y todo se volviera negro.