-¡Corred, corred! ¡Más rápido! -¡Qué no llegamos!-Grita Álex a sus tres amigas mientras corren a toda velocidad por el aeropuerto de Madrid. Ella es la que más adelantada va, a pesar de ser la que más equipaje lleva. Le siguen Julia y Ainhoa, y por último, Sol.
-¡No puedo más!-Exlama esta última deteniendose, jadeando.-¡Sabéis lo poco que me gusta correr!- De hecho, lo odiaba. Sol siempre suspendía educación física en el instituto y ponía como excusa que era por sus "kilillos de más" y a esto le seguía un largo discurso a la profesora sobre que todo el mundo no tiene el mismo físico ni la mismas capacidades, pero que de poco le servía, ya que no hubo ni un curso del instituto en el que consiguiera aprobar la asignatura.
Ainhoa retrocede y agarra a Sol de la mano para echar a correr de nuevo tras sus dos amigas.
-¡Joder Sol! ¡Vamos! ¿O quieres perder el avión?- Las cuatro continuan su camino a toda prisa.
-¡Por fin!-Grita Alex deteniéndose frente a la puerta de embarque. Las dos azafatas que estan revisando los billetes, se los piden junto a sus DNI, y tras alertarles de que se den prisa, las dejan pasar hacia el avión, y en menos de cinco minutos, las cuatro estan por fin sentadas en sus asientos sobrevolando Madrid.
Julia observa por la ventanilla las nubes, y bajo ellas la enorme capital, que desde arriba cada vez parece más y más pequeña. Mira a su al rededor y contempla a sus tres amigas. Álex está junto a ella con los cascos puestos tarareando una canción de Coldplay. Sol y Julia están sentadas delante. Esta última esta leyendo uno de sus libros de misterio, que tanto le gustan, y Sol se ha quedado dormida. La carrera le ha debido dejar agotada.
Le parece mentira que por fin estén montadas en ese avión, llevan tantos años esperando aquel momento... Desde que tenían 12 años para ser exactos, cuando Alex les contó que sus primas mayores habían viajado a Ibiza porque allí estaban las mejores discotecas del país, y que cuando ellas cumplieran 18 años también irían. Y ahí están, séis años después. Han terminado su primer año universitario y ahora toca disfrutar de las vacaciones, y qué mejor manera de hacerlo que con aquel viaje.Mientras tanto, en la isla ibicenca, un Fiat 500 negro abandona los aparcamientos de un hotel costero de la ciudad. Lo conduce Julen, y en los asientos traseros se encuentran Carlos y Novoa. Un rap algo antiguo ya, suena a todo volumen en la radio.
-¿¡Y ahora qué coño hacemos?! ¡Esto es culpa tuya, Julen! ¿No decías que habías reservado las habitaciones?
-Joder, Carlos, ya te he dicho que no sé que ha podido pasar. Nunca he sido bueno con los ordenadores, debería haber llamado en vez de reservar por internet...
-¡Eres increíble! ¡Cinco meses planeando este viaje...! Y nos dicen que no hay ninguna reserva a nuestro nombre... ¿Ahora qué? ¡¿Nos volvemos a Málaga?!
-¿¡Qué tal si dejas de gritarme!? Tío, ya se nos ocurrirá algo...
-¿Algo? ¡¿Algo cómo qué?! ¡En estas fechas no encontraremos ningún hotel en condiciones, están todos llenos!-Los reproches de Carlos ponen más nervioso a Julen, que presiona el acelerador y aprieta los dientes. Son muy buenos amigos, pero joder, cuando se pone pesado lo saca de sus casillas. Novoa, que no ha intervenido en la discusión, está empezando a ponerse nervioso también, con lo tranquilo que es él, odia los gritos.
-Deberíais callaros los dos, y Julen, relájate y ve más lento, que al final tenemos un accidente.El viaje se les ha hecho corto, han cogido un bus hasta la playa en la que se sitúa la casa donde van a vivir durante más de dos meses. Está en primera linea de playa, fuera tiene un enorme jardín con piscina, y una fachada preciosa.
-¡Guau! ¡Es enorme!-Exclama Álex tan entusiasmada como siempre.-¡Es como las que salen en las pelis americanas! Alex abre la puerta de entrada y en seguida todas comienzan a recorrer la casa, quedándose alucinadas con lo grande y bonita que es.
Julia ha terminado de colocar sus cosas en su habitación y ha decidido ayudar a Alex con las suyas.
-Tía, ¡increíble la cantidad de ropa que te has traído! Creo que nisiquiera cabrá toda en el armario...-Cuando Julia mira a su amiga, se da cuenta de que esta está sentada en la cama, mirando su móvil tan atentamente que ni siquiera la está escuchando. Se sienta a su lado y comprueba lo que ya había intuído.
-¿Otra vez con lo mismo?
-Julia... lo voy a echar mucho de menos, sabes lo mucho que quiero a Marcos.
-Sí, Álex lo sé. Pero estar mirando su facebook y su instagram las 24 horas del día no es ninguna solución. Estamos aquí para desconectar y pasarlo bien ¿Recuerdas?
-Pero es que él en Madrid... y yo aquí todo el verano... no debería haberme ido... ¿Y si...?
-Marcos y tu lleváis saliendo dos años, no va a pasar nada. Además, el también te quiere mucho.-Un inmenso estruendo proveniente de la planta de abajo, hace retumbar la habitación e interrumpe la conversación de las dos amigas.
-Julia, ¿¡Qué coño ha sido eso!?
-¡Álex, Julia! ¡Rápido bajad!-Tras escuchar los gritos de Ainhoa, ambas corren a toda velocidad por las escaleras hacia la planta de abajo. Cuando llegan al patio trasero de la casa donde también se encuentran sus dos amigas, se quedan atónitas y horrorizadas. Un coche, para ser exactos un fiat 500 negro, había impactado con la parte trasera de la casa.
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Nuestro lugar favorito en el mundo.
Teen FictionJulia, Álex, Sol y Ainhoa son amigas de toda la vida. Cuando termina su primer año universitario en Madrid y tras cumplir todas 18 años, deciden realizar el viaje más esperado de sus vidas, el cual llevan planificando desde que eran pequeñas. Pasa...