Carlos, Novoa y Julen se encuentran en el patio trasero de la casa. Como les habían prometido a las chicas, están arreglando los destrozos que provocó el accidente del coche y el incendio de la barbacoa. Novoa y Julen están pintando un trozo de pared donde la pintura se había desconchado. Carlos se encarga de la zona del jardín donde se han quemado las plantas. Ha comprado lo necesario en una floristería cerca de allí, ahora está colocando una maceta, echa tierra en ella, introduce la semilla dentro y por último la riega con la manguera del jardín. Debe repetir el proceso con el resto de macetas.
-¿Necesitas ayuda?-Es Julia, que acaba de salir al patio.
-Si te ofreces, así acabaremos antes.-La chica se sienta a su lado sobre lo que era césped, pero ahora tan sólo es tierra quemada llena de cenizas, y comienza a echar tierra en una maceta.
-¿Qué tal te lo pasaste anoche?
-Bien-Contesta ella. Le ha temblado la voz, ¿Está nerviosa? No debería estarlo, pero cuando el chico la mira a los ojos no puede controlar sus nervios.-¿Y tú qué tal?
-Muy bien también.-Ambos quedan en silencio por un momento, mientras siguen plantando las flores. Por fin Julia reúne el valor para sacar el tema de la chica de la fiesta.
-Por cierto, ayer te vi toda la noche con una chica. No sabía que tenías novia.-Al instante se arrepintió de haber dicho aquellas palabras, ¿se está metiendo donde no la llaman? Ahora Carlos pensará que es una cotilla, o peor una acosadora que no paró de observarle en toda la noche en vez de disfrutar de la fiesta. ¿Y si realmente lo es? Sin embargo, parece que el chico no le da importancia a la pregunta y responde con normalidad.
-Supongo que te referirás a Amaia.-Sí, ese era el nombre que había escuchado decir a Carlos cuando hablaba con la chica por teléfono en el valcón de su habitación.-Pero no, Amaia no es mi novia. Verás, el Verano pasado estuve aquí, en Ibiza, de vacaciones con mis padres. Ella vive aquí, y nos conocimos. Nos gustamos y empezamos algo, pero nada serio. Es tan sólo un rollo de verano, ya sabes.
-Ah, vaya, con que ya has venido antes.
-Sí, me gustó tanto que este año quise repetir, pero esta vez sin mis padres y con mis amigos.-Julia, por algún motivo se ha alegrado al saber que no era su novia. Pero, ¿un rollo de verano? Había escuchado perfectamente a Carlos decirle por teléfono que la quería. ¿Cómo va a querer a alguien a quien sólo ha conocido durante un verano y hace un año que no ve? ¿Y por qué le importa a ella tanto este asunto? Decide dejar de darle vueltas y cambiar el tema de conversación.
-Por cierto, ¿qué flores son las que estamos plantando?
-Ahhh, sorpresa. Ya las verás cuando crezcan.-Carlos intenta abrir una bolsa llena de tierra para rellenar una nueva maceta, pero al emplear demasiada fuerza, la bolsa se abre de golpe cayendo toda la tierra sobre Julia. La chica se ha ensuciado completamente; el pelo, la ropa... ¡Se ha puesto perdida!
-Dios, Julia, lo siento, lo siento mucho.-Pero esta no contesta, lo mira enfadada mientras se intenta deshacer de la tierra de su larga coleta. En un rápido movimiento, coge la manguera que está a su lado en el suelo, y riéndose, comienza a mojar a Carlos hasta empaparlo.
-¡Ahora verás!-Grita el chico entre risas y se dirige hacia ella para hacerse con la manguera. Ella se resiste, agarrándola con fuerza, pero al estar el suelo mojado, ambos se resbalan cayendo sobre el barro que se ha formado en el jardín. Novoa y Julen, que ya han terminado de pintar, los observan divertidos desde la otra parte del patio antes de volver a entrar a la casa. Julia ha caído justo encima de Carlos. Sus rostros están a centímetros y esto pone muy nerviosa a la chica. Se miran fijamente a los ojos y comienzan a reirse de nuevo. Los dos están mojados y cubiertos de barro.
-¡Vaya pintas tienes!-Dice la chica incorporándose y poniéndose en pie.
-¡¿Pero tú te has visto?!-Exclama Carlos seguido de una carcajada.Álex está escuchando risas procedentes del patio trasero, desde su habitación. Está tumbada en su cama, sigue llorando. Lleva así desde que ha abandonado el dormitorio de Julen esta mañana. No ha salido de ahí en todo el día ni ha hablado con nadie. Ni siquiera quiso hablar con Sol cuando llamó a su puerta para preguntarle si estaba bien. Le dijo que se encontraba mal por la resaca, que en realidad, también es verdad. Tiene unos cuantos mensajes en WhatsApp de Marcos, pero no ha tenido el valor de abrir la conversación. No puede creerse que se haya acostado con Julen, aunque estuviera borracha ella está muy enamorada de su novio. ¿A caso el alcohol es lo suficientemente poderoso para hacer que se olvidara de Marcos? ¿Es más poderoso que el amor que siente por él? ¿Tanto como para hacerle cometer un error tan grande que acabará con dos años maravillosos de relación con el hombre de su vida? Era ella la que tenía miedo de perder a Marcos e irónicamente va a ser la culpable de que eso pase. Lo único que sabe es que no puede seguir así, debe enfrentarse a lo que ha hecho y cargar con las consecuencias. Con la nariz y las mejillas sonrojodas por haber llorado tanto, se arma de valor y abre la conversación de Marcos. Es ahora o nunca, debe contarle lo que ha hecho, no quiere mentirle, no puede. Álex le escribe un largo texto a su novio donde le pide perdón unas veinte veces y le repite otras veinte lo arrepentida que está y lo mucho que le quiere. Está a punto de enviar el mensaje cuando alguien llama a la puerta de su habitación. La chica se limpia las lágrimas antes de que la puerta se abra. Lo que le faltaba, tras ella aparece la última persona del mundo a la que querría ver ahora mismo.
-¿¡Qué coño haces tu aquí?!
-Es la segunda vez en el día que me haces esa pregunta. Aunque la diferencia es que la primera vez estabas en mi cama y algo ligerita de ropa.-Julen entra en el dormitorio y cierra la puerta. Álex lo mira con todo el odio del mundo. ¡Será gilipollas!
-¿Cómo eres capaz de presentarte aquí después de haberte aprovechado de mí estando borrachada? ¿A qué has venido? ¡¿A reírte más de mí?!
-Estás muy sexy cuando te enfadas.-Julen sonríe divertido. Álex no lo aguanta más, ¡lo odia! Se levanta de su cama y avanza enfadada hacia él acorralándolo contra el armario.
-¡Eres un gilipollas y un cabrón! ¡El tío mas cabrón que he conocido en mi vida!-Le grita a pocos centímetros de su rostro. Julen sigue sonriendo, parece que le divierte verla así.-¡Para tu información quiero muchísimo a mi novio, él te da mil vueltas y si te has propuesto joderme la vida la llevas clara, porque voy a luchar por él y no te vas a salir con la tuya! ¡No te soporto! ¡Idiota! ¡Egocéntrico!!
¡Cabrón! ¡¿Quién te has creído?! ¡Gilipollas! ¡Te odio, te odio, te odio! ¡Eres un...!
-Tu y yo nunca nos hemos acostado.-Álex lo mira confundida. El chico la mira a los ojos divertido, están muy cerca.
-¿Qu.. qué?-Logra decir ella por fin.
-Pues eso. Que entre nosotros no ha pasado nada.-La chica sigue mirándolo confusa, así que Julen prosigue explicándose- Cuando anoche llegamos a casa, mientras yo pillaba algo de comer en la cocina, tu estabas tan pedo que te confundiste de habitación y entraste en la mía. Cuando subí te encontre ya dormida en la cama, y no quise despertarte, así que bajé y dormí en un sofá, porque tampoco quería entrar en tu habitación sin permiso y dormir en tu cama, que luego te pones como te pones y pillas unos cabreos que vaya tela... Y esta mañana, subí a cambiarme de ropa y de paso me fumé un cigarrillo en el valcón, y justo te despertaste.
Álex se quedó en silencio. Se apartó de él y se sentó en su cama asimilando todo aquello.
-Pero, entonces... ¿Por qué me dijiste que nos acostamos?
-Fuiste tú la que me diste la idea, cuando viste tu ropa tirada en el suelo y a mí salir del valcón... ¡Tenías que haberte visto la cara!
-¡Pero serás gilipollas!-Le grita Álex lanzándole un cojín de la cama, casí más enfadada aún de lo que estaba hace unos momentos.
-Venga, no te pongas así, que ha sido una broma.
-¡¿Una broma?! ¡Casi lo dejo con mi novio por una de tus putas bromas! ¡Fuera de aquí! ¡Vete!-La chica se pone en pie y lo empuja hacia la puerta.
-¡La próxima vez intenta controlarte y no acabar en mi cama por mucho que lo desees!-Dice Julen riéndose justo antes de la chica lo eche y le cierre la puerta de un portazo. ¡Estúpido Julen! Aunque se siente muy pero que muy aliviada y feliz por que Marcos y ella seguirán juntos y porque no le ha sido infiel, también está terriblemente enfadada con Julen.
-Esto no se va a quedar así... -Dice la chica en voz baja.-Te la pienso devolver.
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Nuestro lugar favorito en el mundo.
Novela JuvenilJulia, Álex, Sol y Ainhoa son amigas de toda la vida. Cuando termina su primer año universitario en Madrid y tras cumplir todas 18 años, deciden realizar el viaje más esperado de sus vidas, el cual llevan planificando desde que eran pequeñas. Pasa...