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Capítulo 8

Hace un día estupendo, así que todos deciden pasarlo en la playa. Aunque Julen, Carlos y Novoa prefieren ir un poco mas tarde, así que son las chicas las que se están preparando para irse. Cuando están saliendo de casa, Sol se da cuenta de que se le han olvidado sus gafas de sol, así que decide volver y decirle a las chicas que ya las alcanzará. Cuando pasa por el pasillo cerca del salón, escucha a los chicos mencionar el nombre de sus amigas. ¿Están hablando de ellas? Sol siempre ha sido muy curiosa, o tal vez la palabra es cotilla... El caso es que, aprovechando que la puerta está entreabierta, se esconde tras ella y apoya su oreja para escuchar la conversación entre Carlos y Julen.
-... Pues eso tío, que Julia está muy buena, creo que voy a lanzarme.
-¿Tú... con Julia? - Carlos se ha quedado sorprendido al escuchar a Julen decir esto.
-Sí, ¿Qué pasa? ¡No me digas que a ti no te pone! Es algo seria para mi gusto, pero bueno... Una cosa no quita la otra ¿no?
-No es eso... es que... Bueno, Julia y tú sois muy diferentes.
-¿Y en qué te basas para decir eso?
-No es tu tipo, simplemente.-El tono de Carlos es algo cortante y seco.
-Pues yo creo que sí, no entiendo por qué reaccionas así.
-Pues, no sé Julen, sólo que no me esperaba que te fijaras en Julia.
-¿Y en quién iba a fijarme si no? Ainhoa está buena pero es un poco rara, la histérica de Álex tiene su punto... pero que va, no podemos estar más de cinco segundos sin discutir, y... bueno, Sol... digamos que no me van las ballenas.-El chico suelta una carcajada, mientras que Carlos ni siquiera ha escuchado la "gracia" de su amigo, pues no para de darle vueltas a lo que le acaba de confensar.  ¿Julen y Julia? Pero si no tienen nada en común... Bueno, seguro que Julia nunca se fijaría en alguien como Julen, ¿O sí? Sabe de sobra lo bien que se le da a Julen ligar con las chicas...¿Caería Julia en su juego?
Al otro lado de la puerta del salón una lágrima cae por la mejilla de Sol. Julen la ha llamado... ¿ballena? Y se ha reído. Se ha reído de ella. Y lo peor es que Carlos no ha dicho nada en su defensa. ¿Así es como le pagan que haya sido una de las primeras en ofrecerles vivir allí durante aquellos dos días? No es la primera vez que se meten con ella por tener unos kilos de más, de hecho es algo que nunca le ha afectado demasiado, pero las frías palabras de Julen comparándola con sus amigas le han dolido. Decide subir a su habitación, pero justo cuando se da la vuelta, se encuentra de frente con Novoa. El chico lleva un par de cervezas en la mano, y se dirigía hacia el salón hasta que se ha topado con ella.
-¿Estás bien?-Le dice él cuando observa sus ojos llorosos y sus mofletes enrojecidos.
-No. No estoy bien. - Sol le contesta calmada, y lo esquiva subiendo corriendo hacia su habitación, dejando a Novoa desconcertado. Una vez en su dormitorio se quita la ropa y se contempla en biquini frente al espejo. Las lágrimas vuelven a caer por sus mejillas.
-Gorda, gorda, ¡gorda!-Se grita mientras llora, y se vuelve a vestir. Se le han quitado las ganas de ir a la playa. Justo entonces llaman a la puerta de la habitación.
-Sol, abre.
-¡Déjame en paz!
-Voy a abrir la puerta-Dice Novoa insistente. La chica, se sienta en la cama y se limpia las lágrimas antes de que lo haga.
-¿Qué quieres?
-Quiero saber qué te pasa.-Le dice él desde la puerta.
-No es asunto tuyo.
-Sólo quiero ayudarte.
-¡Ya, claro, ayudarme! No me vengas con cuentos, que seguro que tú piensas igual que ellos...
-¿Qué? ¿Te refieres a Carlos y a Julen? ¿Te han dicho algo...
-Olvídalo. ¡Y déjame en paz! ¡No quiero tu ayuda! - La chica se levanta de la cama furiosa y le cierra la puerta en las narices.

Álex, Julia y Ainhoa están tomando el sol mientras comen unos helados almendrados.
-Sol me acaba de mandar un mensaje diciendo que no viene.-Dice Ainhoa leyendo su WhatsApp.
-¿Y eso?
-Pues no sé Julia, pero me ha dicho que no está bien, creo que voy a volver a casa con ella y ver qué le ha pasado.-Ainhoa recoge sus cosas y se despide de sus dos amigas. ¿Qué le habrá ocurrido a Sol? Anda algo distraída hacia casa cuando ve pasar por su lado un chico en una moto negra. A Ainhoa se le acelera el corazón cuando ve que la moto aparca justo en la calle de enfrente y de ella baja un chico... Un chico pelirrojo, que no es Hugo. "Qué tonta" Sé dice a sí misma en su mente. Sigue caminando y pronto llega a casa de su joven. Se para en seco ante su puerta, no sabe qué hacer. Tiene ganas de verlo, de pasar tiempo con él, de saber más sobre su intrigante vida y de... de repetir lo que sucedió anoche después de que la salvara de aquellos borrachos y la llevara a su casa. Pero no quiere resultarle pesada, así que decide seguir su camino hasta casa. Cuando llega, se encuentra con Novoa, Julen y Carlos en el salón tomando unas cervezas.
-Hola, ¿Habéis visto a Sol?
-Está arriba, en su cuarto.-Le contesta Novoa.
-Vale, gracias.-Dice la chica saliendo del salón.
-Bueno, entonces ¿qué se supone que vamos a hacer?-Pregunta Carlos a sus amigos.
-No empieces otra vez tío.
-Julen, se supone que mañana tenemos que irnos y aún no hemos encontrado un hotel.-Carlos sigue molesto con su amigo por no haber realizado bien la reserva online del hotel. Ahora no tenían a donde ir.
-Tengo una idea... Esta noche, solucionaré el tema, creedme.

-¡¿Qué?!-Gritan las cuatro chicas al unísono. Son las diez de la noche y todos están cenando en la mesa del porche.
-A ver... Os lo volveré a repetir... En estas fechas están todos los hoteles completos, y el que no lo está cobra una pasta por la habitación.-Les vuelve a explicar Julen-Así que mañana nos tendríamos que volver a Málaga y se nos habrán jodido las vacaciones. A no ser... que nos dejéis vivir aquí hasta que acabe el verano. Pagaremos también el alquiler y así vosotras pagaréis menos. Además hay habitaciones de sobra. Todos salimos ganando. ¿Qué me decís? - Todos quedan en silencio considerando la propuesta de Julen, de la que ni Carlos ni Novoa estaban al tanto. La tos de Sol interrumpe el silencio.
-Creo que se me ha quitado el hambre. Me voy a mi habitación, haced lo que queráis.- Dice la jóven levantándose de la mesa y marchándose del porche.
-¿Qué mosca le ha picado?-Pregunta Julen al resto de sus amigos.
-A mí me ha dicho esta tarde cuando he ido hablar con ella que no se encontraba bien, que algo le debió sentar mal anoche.-Les cuenta Ainhoa encogiéndose de hombros, así que ninguno le da demasiada importancia a la actitud de Sol, excepto Novoa. Él sabe que Sol no le ha contado la verdad a su amiga, y que lo que le ocurre está relacionado con Julen y Carlos, pero prefiere no sacar el tema, ya lo descubriría él por su cuenta.
-Bueno, volviendo a lo de antes... ¿Qué decís?-Les pregunta Julen a las otras tres chicas mientras pasa su mano por su flequillo. Las tres se miran entre sí. Parece que es Ainhoa la primera en dar una respuesta.
-Bueno... si nos ayudáis con el alquiler  a mí me parece bien. Mejor si puedo ahorrar algo de dinero.
-Genial. ¿Y tú, Julia?- Julia no sabe qué hacer. No le gusta decidir ese tipo de cosas tan a la ligera, ella siempre ha sido de tener todo planificado y aquello le ha pillado por sorpresa. Vale que ella convenció a sus amigas de que los chicos se quedaran un par de días, pero no es lo mismo que un par de meses. Julia siente la mirada de Carlos clavada en ella. Ambos se miran fijamente durante dos segundos, y parece ser lo suficiente como para que Julia tome una decisión.
-Está bien.-Logra decir por fin.-Pero, con la condición de que todas estemos de acuerdo.
Los tres chicos ponen cara de preocupación. Solo queda Álex, y todos son conscientes de su relación con Julen. El chico vuelve a pasar la mano por su flequillo, algo nervioso. Mira a Álex desafiante, muy serio.
-Bueno... Álex... ¿Tú quieres que nos quedemos?-La chica observa divertida a Julen.
-¡Vale!-Contesta sin pensárselo y muy sonriente. Todos quedan sorprendidos ante su respuesta.
-¿Có... cómo?
-Que sí, he dicho que vale.-Dice una vez más muy segura.
-Vale, sí... guay entonces.-Julen está descolocado ante la reacción de la chica, después de lo que había ocurrido por la mañana esperaba que Álex aprovechara para vengarse de él. Carlos y Novoa dan las gracias a las chicas y todos continúan cenando. Álex sonríe satisfecha. Pobre Julen, aún no sabe que si ella ha accedido a su propuesta ha sido porque tiene una cuenta pendiente con él... después de la "bromita" de esta mañana, quedarse allí en aquella casa le iba a salir mucho más caro que volver a Málaga... Mucho más.