The Unknown Witch~ [Vol 1] (HP)

1.09 I SOBREVIVIENDO A LA SEMANA

9

Lucy sabía desde el primer momento en que fue seleccionada en Slytherin que sus compañeros de casa no la ayudarían y que no la tratarían de la mejor forma, todo por no ser una digna "sangre limpia", a ella realmente no le importaba pero por suerte ella no era de quien todos hablaban, sino del famoso "Harry Potter". No imaginaba que de verdad fuera tan famoso, ella ya había hablado con él y solo le parecía un niño flacucho. No tenia nada contra él incluso le cayo bien, pero incluso alguien tan famoso como él seguramente se perdía en Hogwarts.  

El castillo tenía miles de escaleras había veces que llegaba a otro sitio era muy difícil recordar todo (por eso a veces llegaba tarde a clase). Unas tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para saltar. Después, había puertas que no se abrían, a menos que uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto, y puertas que, en realidad, no eran sino sólidas paredes que fingían ser puertas. También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente.

Los fantasmas tampoco ayudaban y mucho menos el fantasma de Slytherin. La primera vez que le pidió al Barón Sanguinario si le podía indicar donde quedaba su clase no le hizo caso y la atravesó, la sensación no fue muy agradable y jamás volvió a preguntarle. Otro de los problemas era Peeves se encargaba de poner puertas cerradas y escaleras con trampas en el camino de los que llegaban tarde a clase. También les tiraba papeleras a la cabeza, corría las alfombras debajo de los pies del que pasaba, les tiraba tizas. A veces se encontraba con la señora Norris, una gata flacucha y de color polvoriento, con ojos saltones como linternas que patrullaba sola por los pasillos y si te la encontrabas siempre te metías en problemas con ella, Lucy que no sabía esto fue amable con ella trataba de acariciarla pero se fue y un instante después apareció Filch, el celador, no le creyó cuando le dijo que se había perdido, la amenazó con castigarla, hasta que el profesor Flitwick la salvó.  

A pesar de eso en las clases Lucy gracias a que había leído y practicado con el movimiento de la varita todos los hechizos que venia en su libro de primer grado le ayudó bastante,  se le hacía más fácil.

Dos veces por semana iban a los invernaderos de detrás del castillo a estudiar Herbología, con una bruja pequeña y regordeta llamada profesora Sprout, y aprendían a cuidar de todas las plantas extrañas y hongos y a descubrir para qué debían utilizarlas. Era la materia que compartía con Susan Bones. Era una buena materia aunque no de sus favoritas, no era para dedicarle mucho.

En una de las clases Malfoy arrojó su libreta a una planta carnívora, Lucy se enojó tanto que le aventó estiércol encima, y si no fuera por la profesora le iría aún peor, esa vez perdieron 20 puntos cada uno. Al salir se enojaron con ella, y alguien la llamó mientras se alejaba.

—Lucy!

Era Susan. 

—Vi lo que te hizo Malfoy, es un idiota —dijo, y abrió su mochila—ten, te prestó mi libreta para los apuntes.

Lucy se sorprendió y tomó la libreta

—... gracias

—Bueno nos vemos, tengo que ir a clases de Transformaciones

Lucy asintió mientras veía como se alejaba. En realidad era muy raro que conversaran por ser de distintas casas pero seguía siendo muy simpática. Desde el primer día que fue a desayunar todos miraban a la mesa de las serpientes como si fueran raros. Lucy había pensado que por lo mismo siempre estaban en grupo para ayudarse entre ellos pero para ella eso no era muy fácil.

Los jueves tenían que estudiar los cielos nocturnos con sus telescopios,  a medianoche, y aprender los nombres de las diferentes estrellas y los movimientos de los planetas.

Transformaciones lo tenía tres veces por semanas lo impartía la profesora McGonagall era estricta, y para mala suerte de Lucy había llegado tarde a clases todo porque Pevees le había dicho otra dirección en la que se encontraba la clase, la profesora claramente no le agrado que la interrumpieran a mitad de clase pero por suerte no la castigo y continuó con su clase.

—Transformaciones es una de las magias más complejas de realizar — advirtió McGonagall— cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse.

Entonces transformó un escritorio en un cerdo y luego le devolvió su forma original. Todos estaban muy impresionados y no aguantaban las ganas de empezar, pero muy pronto se dieron cuenta de que pasaría mucho tiempo antes de que pudieran transformar muebles en animales. Después de hacer una cantidad de complicadas anotaciones, les dio a cada uno una cerilla para que intentaran convertirla en una aguja. 

Pronto el aula se llenó con las voces de los estudiantes. Sin embargo Lucy solo estaba leyendo los apuntes. 

 —Wells, ¿Por qué no estás practicando el hechizo? — la voz de McGonagall se escuchó por todo el aula, todos voltearon a ver a Lucy que estaba en la parte trasera.

—Porque ya se usar ese hechizo, profesora — respondió en un tono cortés. 

La profesora levantó la ceja, seguramente no le creía. 

—Entonces ¿podría demostrarlo?, señorita — le pidió 

Alzó la varita sobre la cerilla, no solo dijo el hechizo también se concentro en lo que quería que se transformara la cerilla. Y una aguja perfecta estaba ahora sobre su escritorio. 

Todos estaban sorprendidos pero Lucy no les hizo caso, cuando la profesora se repuso le dijo: 

—Bien hecho, señorita Wells—dijo McGonagall con una pequeña sonrisa— hace tiempo que no veía a un alumno que hiciera eso sin practicar en la primera clase, 20 puntos a Slytherin. Intente cambiar la aguja añadiéndole algo. 

 Al final de la clase, la profesora les dijo que le entregaran la cerilla/aguja, solo un estudiante más fue capaz de transformarlo. Era el chico de su misma casa que se la pasaba callado, Theodore Nott. Por su parte Lucy le entregó una aguja bonita en la parte de arriba le había dado una forma redonda y ahora parecía más un alfiler.  

En la clase de Encantamientos, el profesor Flitwick un hombre muy diminuto tenía que subirse a los libros para ver por encima de su escritorio. En está materia Lucy también subió puntos a Slytherin cosa que la ponía contenta pero a sus compañeros les molestaba. Pero esa felicidad solo duraba un momento, quien le parecía molesta a Lucy, era Hermione Granger, la chica que se había encontrado en el tren, no se callaba ningún segundo y siempre recibía los mejores elogios de los profesores.

— Solo pretende saber más que todos— escucho que dijo Zabini después de clase.

— No cambiará nada, ella seguirá siendo una impura — espeto Parkinson.

Lucy aprendía rápido aunque aun así no alardeaba de eso, muchas veces se sabia el hechizo o la respuesta pero prefería callarse en algunas ocasiones así no llamaría tanto la atención. 

Historia de la Magia podría ser interesante, años de evolución de los magos, pero era impartida por un fantasma, la voz del profesor Binns era monótona por lo que la terminaba durmiendo. Se dice que el profesor Binns ya era muy viejo cuando se quedó dormido frente a la chimenea del cuarto de profesores y se levantó a la mañana siguiente para dar clase, dejando atrás su cuerpo.

La clase que todos esperaban era Defensa Contra las Artes Oscuras, pero las lecciones de Quirrell resultaron ser casi una broma. Su aula tenía un fuerte olor a ajo.

— Seguro que tiene ajos debajo —murmuro Greengrass—dicen que los lleva para espantar a un vampiro que conoció en Rumanía

Su turbante, les dijo, era un regalo de un príncipe africano como agradecimiento por haberlo liberado de un molesto zombi, pero ninguno creía demasiado en su historia. Porque cuando Blaise Zabini se mostró deseoso de saber cómo había derrotado al zombi, el profesor Quirrell se ruborizó y comenzó a hablar del tiempo. Esa clase la desilusionó.

Pero a pesar de todo Lucy se sintió muy satisfecha al descubrir que no estaba para nada atrasada que los demás. Había tantas cosas por aprender que ni siquiera los de Slytherin que se orgullecían por su sangre limpia tenían mucha ventaja.