The Unknown Witch~ [Vol 1] (HP)

1.24 I ¿LA JUSTA COPA DE LAS CASAS?

24

A la mañana siguiente fueron unos gritos lo que despertaron a Lucy. Sus compañeras de cuarto habían sido las victimas y no era para menos los gritos, tenían costras asquerosas por su rostro y sus manos.

Lucy sonrió con satisfacción mientras veía como se miraban al espejo. 

 —¡¿Pero que fue lo que paso?! — grito horrorizada Davis 

—Mi linda cara... — decía Parkinson quebrándosele la voz y viendo por el espejo el reflejo de Lucy — Fuiste tu Wells!

—Vaya creí que tardarías mas en descubrirlo — se burlo 

—Le diremos al profesor Snape — la acuso Bulstrode, mientras le salía otra costra en la pierna. 

—Ya las quiero ver exhibiéndose por todo el colegio — las incitó Lucy recostándose en la cama. Al parecer había dado en el blanco pues se vio el terror en la cara de Pansy la castrosa. — Les propongo algo...

—¡Seguramente es una trampa! — exclamó Davis mostrando los dientes.

—Si no quieren que las vean así y se burlen de ustedes el resto de su estancia en Hogwarts me escucharan — dijo con malicia la ojiazul. 

—¡Solo dilo Wells antes de que me arrepienta! — gritó Parkinson desesperada. 

—Les daré una poción volverán a ser... normales — el tono de su voz se volvía más vil — pero les advierto no vuelvan a meterse conmigo y ni una palabra de esto si lo hacen tengo pruebas de su lindo aspecto con costras.  

Las niñas aceptaron resignadas y humilladas sorpresivamente no le dijeron a ningún prefecto ni profesor. 

Pronto aquello quedo atrás pues por todo el colegio se hablaba de una cosa según que Potter y sus amigos habían intentado salvar la Piedra Filosofal y que el tonto de Quirrell había escapado, Lucy realmente no confiaba 100% en eso pues siempre distorsionaban algo. Para que tres niños pudieran haber llegado hasta una piedra supuestamente importante tuvo que haber sido sencillo, los profesores no eran tan poderosos o no se habían esforzado para hacer mejores trucos. 

Pasaron los días, Ravenclaw humillo a Gryffindor en el quidditch demasiado feo, el equipo de los leones había jugado sin su buscador y con eso perdió la copa de aquel deporte. Sumando los resultados Slytherin había ganado la Copa de Quidditch, todos lo celebraban y ya aseguraban igual la Copa de las Casas. 

Pero lo que no sabían es que todo puede cambiar de un momento a otro.

Finalmente llego el día que todos esperaban iban a dar la Copa de las Casas. Al entrar al Gran Comedor los colores verde y plata de Slytherin resplandecían. Un gran estandarte, que cubría la pared detrás de la Mesa Alta, mostraba las serpiente de Slytherin. Lucy se sentó a lado de Greengrass, todos en la mesa estaban emocionados y celebraban.  

—¿Por qué tanto escandalo por una copa? — inquirio Lucy

—No me sorprende que no lo sepas, Slytherin ha ganado la copa por siete años seguidos — dijo Greengrass — Eso demuestra nuestra valía. 

Justo después Harry Potter entro al Gran Comedor todas las miradas se posaron en él y empezaron a hablar de aquel chisme. Dumbledore llego momentos después y los susurros se calmaron. 

— ¡Otro año se va! —Dijo alegremente Dumbledore—. Bien, tengo entendido que hay que entregar copa de casa los puntos ganados son: en cuarto lugar, Gryffindor, con trescientos doce puntos; en tercer lugar, Hufflepuff, con trescientos cincuenta y dos; Ravenclaw, con cuatrocientos treinta y seis y Slytherin tiene cuatrocientos setenta y dos. 

Una tormenta de vivas aplausos estalló en la mesa de Slytherin, algunos como Malfoy gritaron y otros como Nott solo aplaudieron.  

  —Sí, sí, bien hecho, Slytherin —dijo Dumbledore—. Sin embargo, los acontecimientos recientes deben ser tenidos en cuenta. 

¿Puntos de ultimo momento era valido?

La sonrisa de unos Slytherin se borraron lentamente.  

—Así que —dijo Dumbledore— tengo algunos puntos de última hora para agregar. Déjenme ver. Sí... Primero, para el señor Ronald Weasley... 

Weasley se puso tan colorado que parecía un rábano con insolación. 

—... por ser el mejor jugador de ajedrez que Hogwarts haya visto en muchos años, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos.

La alegría de Gryffindor empezó a encenderse al contrario de los Slytherin. 

—Segundo... a la señorita Hermione Granger... por el uso de la fría lógica al enfrentarse con el fuego, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos. 

A los aplausos de los Gryffindor se les unieron los Hufflepuff y los Ravenclaw. Lucy bufo. 

—Tercero... al señor Harry Potter... —continuó Dumbledore. La sala estaba mortalmente silenciosa—... por todo su temple y sobresaliente valor, premio a la casa Gryffindor con sesenta puntos. 

Todas las serpientes tenían el mismo pensamiento y fue Terence Higgs un alumno de tercero quien lo dijo: 

—¿Es una broma?, es la misma puntuación 

—No es secreto que su favorito es San Potter —dijo con desprecio Malfoy

— Finalmente se necesita mucho valor para enfrentar a nuestros enemigos pero más para enfrentar a nuestros amigos le doy 10 puntos a Neville Longbottom. Lo que significa que hay que hacer un cambio en la decoración. 

Dio una palmada. En un instante, los adornos verdes se volvieron escarlata; los de plata, dorados, y la gran serpiente se desvaneció para dar paso al león de Gryffindor. La frustración de Slytherin era comparable con los gritos de alegría de los leones, las águilas y los tejones, todos felices por vencer después de siete años a las serpientes. 

—¡No puedo creerlo es... ahhhh! — grito Parkinson 

—Es injusto, nosotros trabajamos duro — exclamo Tracey Davis, enojada poniendo sus manos en su cara — y solo llega a regalar puntos y ya...     

—¿Por qué se alegran los de Hufflepuff y Ravenclaw si también perdieron? — pregunto Lucy 

—Se alegran de que haya perdido Slytherin — le contesto Theodore Nott. 

Pareciera como si los de Slytherin fueran los villanos de la película. 

El resto de la noche continuaron comiendo, los Slytherin frustrados y quejándose por arrebatarles su copa en cambio Lucy no le dio tanta importancia como creyó que tenia solo pensaba en disfrutar de la comida, iba ser un mes largo sin comer algo tan delicioso y prefería aprovechar. 

Todavía tenia seis años para demostrar lo poderosa que podría ser y no necesitaba una copa.