The Unknown Witch~ [Vol 1] (HP)

1.10 I DESASTRE EN CLASE DE POCIONES

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Por fin llegó el viernes a la hora del almuerzo llegaron las lechuzas a entregar el correo, Lucy ya se había acostumbrado, la primera mañana se impresionó un poco cuando unas cien lechuzas entraron al Gran Comedor volando sobre las mesas hasta encontrar a sus dueños, para dejarles encima cartas y paquetes. Lucy nunca había recibido nada y nunca esperaba nada. En ese momento vio como una lechuza dejó caer un paquete en el plato de Malfoy, el chico agarro un periódico que le había llegado y lo leyó, después todos empezaron a leerlo. 

—Hola Lucy 

La ojiazul se sobresalto, no había sentido la presencia de Susan.

—...hola 

—¿Puedo sentarme aquí?—le pregunto 

—Como quieras — dijo Lucy, aunque le gano la curiosidad y agregó — ¿No te molesta que sea una Slytherin? Al parecer todos se alejan solo con verme con el uniforme. 

—Tonterías, por estar ahí no te hace malvada — le sonrió 

Lucy permaneció callada sin saber que decir, se sentía algo incomoda nunca había tenido a una amiga, ni estaba segura si considerarla como tal.

—Ya es viernes, ya hemos estado una semana en Hogwarts, ¿puedes creerlo? — volvió hablar Susan con más entusiasmo.

—Si, es toda una suerte que aun no me hayan castigado — respondió Lucy con burla

—¿Por qué lo harían? —pregunto curiosa.

—Digamos que eso era algo normal en el lugar donde vivo—le dijo en un susurro

—¿Tu casa? ¿Tus papás te castigan mucho? — volvió a preguntar la pelirroja. Susan quizo saber más pero Lucy se levantó 

—Tengo que irme, es mi primer clase de Pociones.  

—Oh entiendo el profesor Snape da un poco de miedo — dijo Susan con cierto nervios en su voz, y solo vio alejarse a la Slytherin. Por alguna razón sentía que había dicho algo malo. 

Las clases de Pociones se daban abajo, en un calabozo muy cerca de ahí se encontraba la sala común y estaba igual de helado. En las paredes colocados en repisas había extrañas criaturas flotando dentro de unos frascos. 

Lucy se sentó junto a Tracy Davis, la niña ya tenía su libreta lista. Cuando ya todos estaban en la mazmorra, Severus Snape entró con su toga negra. Comenzó a nombrar lista, cuando dijeron su nombre respondió con un aburrido "aquí". Cuando nombró a Harry Potter el profesor hizo un comentario áspero.

—Ah, sí —murmuró—. Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad.  

Draco Malfoy y sus amigos Crabbe y Goyle rieron tapándose la boca. Snape terminó de pasar lista y miró a la clase.

—Ustedes están aquí para aprender la sutil ciencia y el arte exacto de hacer pociones —comenzó. Hablaba casi en un susurro, pero se le entendía todo-. Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos de ustedes dudaran que esto sea magia. No espero que lleguen a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan através de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos...Puedo enseñarles cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte... si son algo más que los alcornoques a los que habitualmente tengo que enseñar. 

Más silencio siguió a aquel pequeño discurso. 

—¡Potter! —dijo de pronto Snape—. ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?