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Las lágrimas caían por mis mejillas mientras un fuerte dolor se hacía más presente en mi pecho.

Por qué no podía dejar de llorar. Por qué si quería sostener su mano no la tomaba. Por qué si anhelaba que mi nombre fuera lo único que saliera de sus labios no tenía el valor de acercarme a el. Pensaba al sentir cada una de las finas gotas que descendían rápidamente de mis ojos. 

Las lágrimas seguían corriendo salvaje mente por mi rostro mientras la impotencia se apoderaba de mi.
En ese instante escuché su voz.


Su dulce voz.

– ¿Te quedaras toda la tarde llorando?– Un escalofrío recorrió cada parte de mi cuerpo al escuchar sus palabras.

Esa voz, su voz, podía revolver mis pensamientos y volverme un caos.

Levante lentamente la mirada encontrando a un joven recargado en el marco de la puerta. ¿Desde cuando estaba allí? cuestione para mis adentros. Algunos cabellos rebeldes caían por su frente mientras me observaba detenidamente. Sentí como mis mejillas comenzaban a arder y desvíe rápidamente la mirada.

El era la última persona que esperaba que estuviera aquí. Podía sentir su penetrante mirada clavada en mi provocando que mi corazón temblará más y más.


»Boom.. Boom.. Boom..»

El sonido de sus pasos se hizo presente rompiendo con el silencio en el que nos encontrábamos haciéndome temblar. Quería huir pero mi cuerpo no me respondía, por lo que lo único que acerté hacer fue comenzar a tallar mis ojos con demasiada insistencia quedando completamente estática en mi lugar.

Grande fue mi sorpresa cuando divise su mano extendida hacia mi, rogando por ser tomada a través del frío enigma que me aportaba su mirada.


¿Debería tomarla? ¿Debería ignorarlo? ¿Que se supone qué debería hacer?


Cada vez se formaban más preguntas  haciéndose escuchar retumbando en mis adentros, pero por más alboroto que formase cada una de ellas en mi cabeza solo una lograba sonar más alto que todas las demás a medida que transcurrían los segundos apreciando su mano.


¿Por qué lo hacia?


Mi mente daba vueltas al igual que mi acelerado corazón dándole un tenue color a mis mejillas, tratando de buscar una respuesta a lo que estaba ocurriendo, creyendo incluso en la posibilidad de que  fuera solamente un sueño o algún producto de mi imaginación.

Pero aun si yo me negaba a despertar de mi ahora enmarañado mundo su mano seguía allí, esperando una respuesta de mi parte, así que me arme de valor y deslice suavemente mis dígitos hasta alcanzar los  suyos. Mi mano titubeó un poco pero al sentir lo calido que me parecía esa unión tan ordinaria la poca cordura que mantenía en ese momento decidió visitar al país de nunca jamás llevándose el poco aliento que aún mantenía consigo, dejando a una banda de mariposas rebeldes que disfrutaban de hacerme cosquillas en el estómago.

Su mano era acogedora, ligeramente áspera y mucho mas grande que la mía. Me otorgaba un sentimiento de paz como si tratara de decirme que todo estaría bien. Por primera vez en mucho tiempo me sentía protegida.

Cuando estuve completamente de pie, ya que había estado todo este tiempo en el suelo, tuve el atrevimiento de mirarle a los ojos. Su estatura sobrepasaba por mucho la mía, así que tuve que voltear ligeramente hacia arriba. Mi corazón dio un vuelco cuando me encontré con sus rasgados ojos, mientras nuestras manos seguían unidas.


»Boom.. Boom.. Boom.. »


En un rápido movimiento soltó mi mano y yo baje la mirada apenada. La situación recobro de nuevo su aire de incomodidad por lo que sin mas que decir se dio la vuelta. No quería soltarlo ni tampoco quería que se fuera y como si mi cuerpo tuviera vida propia, corrí hacia el y lo abrase por la espalda.

Pude sentir como su cuerpo se tensaba pero no trató de soltarse de mi agarré. Su perfume inundó mi nariz, y sin poder evitarlo mis ojos se llenaron de nuevo de lágrimas y comencé a llorar.

Se creó un nudo en mi garganta tratando de aclarar el porqué de mis acciones mientras él seguía estático en su lugar. En mi cara se marco de un tono más intenso el color carmesí que se extendió rápidamente hasta mis orejas haciendo notar lo avergonzada que estaba.

Pero no quería que se fuera. No quería que me ignorará. No quería que me quitara ese sentimiento de paz. No quería que mi corazón dejara de latir de esa manera.

Entonces.. ¿No quería alejarme de Min Yoongi?

A little thing called LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora