Pues lo prometido, es deuda. Esta historia esta dedicada a esa personita que sin pedir nada a cambio siempre esta allí para mi. A esa hermana mayor que me otorga un abrazo cálido cuando lo necesitó. A esa mejor amiga que me da sus consejos y crea hermosos recuerdos conmigo. A esa ARMY que se convirtió en el compitan de mi ejército.
En realidad espero que disfrutes mi primer historia escrita solamente para ti. Pues para mi la mejor historia que has escrito a sido conmigo.Miraba detenidamente como las gotas de lluvia chocaban sobre el cristal de mi ventana. Me cuesta creer que esta será la última vez que podré deleitarme con la hermosa vista que me otorga mi habitación.
Algunas personas corrían bajo la estruendosa lluvia que según mi parecer los tomado desapercibidos por lo que poco a poco la calle se fue quedando vacía.
- Azhul es hora de irnos- Escuché decir a mi madre desde la planta de abajo.
Voltee a ver a mi alrededor y sentí un dolor en mi pecho al ver mi habitación vacía.
Baje lentamente las escaleras contemplando detenidamente las paredes marcadas por tonos fríos de pintura que anteriormente guardaban consigo un sin fin de fotos que ahora yacían cajas apiladas dentro de un camión de mudanza. Por primera vez conté cada uno de los desgastados escalones que poco a poco se iban acabando, cada uno de ellos había sido testigo de la vida ajetreada de una familia promedio que de un día para otro los dejaba atrás. Abrí lentamente la puerta principal no sin antes darle un último adiós a mi antigua casa tras una amarga sonrisa.
Mi madre estaba parada enfrente del auto con una sombrilla en manos, mientras me hacia una señal para que me acercaré a ella. Cerré la puerta y me coloque la capucha de mi sudadera. ¿Por que teníamos que mudarnos? Aunque me hubieran explicado como cien veces aun no podía entender el por qué teníamos que hacerlo.
Subí al auto y mi padre lo puso marcha y después de varios minutos nos encontrábamos en un forzado silencio. Sabia que a mis padres les dolía irnos de allí porque claro a quien no le dolería alejarse de una ciudad como Seúl, llena de lujos y comodidades. Aunque siendo sincera yo no gozaba de tantos lujos y comodidades.
En fin habiamos contado con la buena suerte de que transfirieran a mi padre a Daegu por parte del trabajo y con eso todos los demás asumimos que nuestra linda vida en la ciudad se había ido por el caño.
- Chanyeol puedes bajar el volumen de tu audífonos, puedo oír perfectamente la música desde donde estoy, hijo- dijo serenamente mi padre desde el aciento el conductor, cosa que fue ignorado brutalmente por mi hermano.