Mi "niñero" adolescente

Cap 6

-Cojí el móvil, ahora había de decirle a Eric que no podría ir.
-Hola
-Hola, preciosa😉
-😒😂 he de decirte una cosa
-¡¿Que, ya quieres cortar con migo?! ¡Pero si aún no llevamos ni 3 días saliendo! -osea que estábamos saliendo, eh😆
-No, no es eso, es sobre la cita de mañana, no podré ir, voy a cenar con mi "padre". 😔 Lo siento.
-... Oh, ¿problemas familiares?
-Sí, ah... 😥
-Bueno, no pasa nada😖 ya quedaremos otra vez
-Gracias por entenderlo😔
-No problem😜
-😊
-Vale, chao preciosa 😘 -😍
-Adiós 🙋
-Buf, bueno, al menos volveremos a quedar. -me estiré en la cama y me relajé, todo me había pillado por sorpresa, y ya me había olvidado de lo cansada que estaba, deseguida me dormí pensando en todo lo que había pasado.

¡¡Riiiiiing!!
-Mmmmmf -rontoneé como un gatito, que palo me daba levantarme. Arrastré mi mano hasta la mesita palpando hasta que encontré el despertador, y apreté el botón verde. Hoy era la cita con "papá" no me apetecía nada, la verdad. Me incorporé y ví que al lado de la puerta estaban las bolsas con la ropa que había comprado, entonces dije, ¿por qué iba a desperdiciarla? Me quedaba muy bien. Así que lo cogí todo y me vestí con ello; una vez peinada me colgué al cuello un collar que también había comprado, era sencillo, de oro, con dos corazones, pero me encantaba.
Bajé las escaleras, mi madre estaba cocinando creps en la cocina se podía oler a kilómetros de distancia, mi madre cocinaba muy bien.

-Buenos días, cielo, veo que hoy te has arreglado, me alegro que te hayas hecho a la idea de que iremos a cenar con tu padre y que no te queda otra -aver, 1: yo no le veía nada de bueno a este día, y 2: no me había arreglado para eso, simplemente no quería desperdiciar una ropa tan chula.
-Hola -la verdad es que sonó muy tajante, pero después de lo que pasó ayer no estaba de humor con mi madre.
-Ten, ya he servido el jugo -me dijo dándome un plato de creps -por cierto, ¿hoy podrías ir a recoger a Anna de casa de Estefanía, a las 14:00?
-No
-¿Por? ¡Hazme el favor! Yo estaré muy ocupada preparando la cita con papá. -lo dijo prácticamente rogando y como si a mi me importara eso lo más mínimo.
-He dicho que no.
-¿¡Sara, por favor, eh?! -ya me empezaba a hartar
-¡Que no joder! -no pude aguantar más.
-¡Sara! -me gritó toda roja, casi me atraganto del susto -¡irás a recoger a tu hermana y punto! Y cuando acabes pon el plato y los cubiertos al lavavajillas y ponlo en marcha.
-Siiii -le dije sin nada de ánimos de hacerlo.

-¡Bua! ¡Menudo casoplón! La amiga de Anna, Estefanía, era rica, bueno, sus padres eran ricos, y aunque ya había ido a su casa un montón de veces, no podía no alucinar cada vez que iba.
¡Ding, dong! -hice sonar el timbre de aquella espectacular dentro
-¡Ya va! -sonó la voz de un hombre por el interfono, seguramente sería el mayordomo.
Al cabo de unos minutos salió Anna por la puerta.
-¡¡Saraaaaaa!! -corrió hacia mí y me dió un fuerte abrazo, la verdad es que Anna me quería mucho, y yo a ella también, claro.
-hola, cariño -la cojí en brazos y le dí un beso, me sonrió. -vamonos a casa ¿vale?
-Sí, ¡adiós Estefanía!
-¡Adiooooos!

Llegamos a casa, y después de comer me estiré en la cama de mi cuarto y pensé en lo que podría pasar esta noche, en la cena, hasta que me dormí.
Cuando desperté miré la hora.
-20:23... -faltava menos de una hora para la cena, tenía que prepararme, aún que no para bien... No pude evitar dibujar una sonrisa maliciosa en mi cara, me quité toda la ropa bonita y me puse un pantalón leguin negro con una sudadera blanca en la que ponía Uguie
me despeiné mínimamente y luego me hize un moño sencillo, no de esos que llevaban las bailarinas y tal, no, si no de esos que es como si te fueras a hacer una coleta y no pasas el pelo entero por la goma, lo admito, tenía un poco de pinta de "macarra"  pero en el fondo, era mi intención.
Bajé las escaleras.
-Sara, ¿que haces así vestida? -me dijo mi madre medio alucinando -¿por qué te has quitado esa ropa tan bonita que llevabas, y te has vestido... Así?
-Porque así me siento más comoda
-Aaaaaaaaai... -suspiró -venga, hazme el favor y cámbiate de ropa.
-No, he dicho que no.
-¡¡¡Sara, ya!!! -me dió miedo y todo, nunca le había visto tan enfadada, ¡ni que hubiera hecho algo malo!
Subí a mi habitación, y después de dar un portazo cojí de mala manera un vestido negro que tenía de la graduación de 4º de la ESO ,que sorprendentemente me venía bien, unas manoletinas negras y baje, colgandome el bolso del hombro derecho. Mi madre ya había arrancado el coche y me estaba esperando dentro, habrí la puerta del copiloto, la cerré y me abroché el cinturón.