Llegue a México hace 13, años cuando mi madre murió mi padre decidió que Rusia ya no era un buen lugar para vivir, estuve en la milicia rusa y entrene 5 años defensa personal y artes marciales.
No tuve una juventud normal siempre fui un joven con problemas de actitud pero todo cambio desde el momento en que me arrestaron, estuve en la cárcel 2 años. Durante mi estancia en la cárcel unos vándalos entraron a mi casa y mataron a mi padre a golpes... Estaba en silla de ruedas y por obvias razones no pudo defenderse, la policía federal clausuro mi casa y meses después cumplí mi condena, todo el mundo me conoce como El ruso y alguien que quiera meterse conmigo si no ah escuchado hablar de mi tiene que pensarlo varias veces si quiere continuar con vida.
Sin casa y sin familia en ningún país no me queda más que hacer unas cuantas llamadas a Rusia y darme cuenta que mi padre me dejo una fortuna, para mi mala suerte mis papeles y pasaportes están dentro de la casa y mientras investigan de mi casa no puede salir nada y mucho entrar, me puse de acuerdo con unos cuantos amigos y unas cuantas firmas por aquí y por allá.
Me envían cierta cantidad de dinero a la semana para solventar los gastos que pudiera tener, decidí ir a un hotel en el centro de la ciudad cómodo y pequeño, acogedor con personas amables y buen servicio...
Esa mañana mientras hacia unas llamadas en el vestíbulo mire entrar a una mujer, mmm suena mejor decir una joven... Si una joven, de estatura regular, cabello castaño risado, ojos grandes y cafés y un cuerpo que dejaba mucho a la imaginación, siempre eh tenido a las féminas a mi alcance, sin compromisos y por supuesto solo por un rato.
Cuando la vi comenzó una ligera erección a crecer pues esos pechos a la medida de ese hermoso trasero eran ideales y perfectos, una cintura diminuta y unas caderas imponentes me dejaron con el deseo de tenerla en mi cama, y por supuesto era un deseo que tenía que ser saciado.
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AMOR INTERNACIONAL
RomanceQue pasa cuando el hombre que más detestas es el mismo que más deseas? Sentimientos encontrados frente al deseo de ser uno mismo carnalmente.