#2 Latidos Para Siempre SAGA ALMAS ETERNAS

Capitulo 3

Lucien

Estar inconsciente no es tan malo después de todo ya que escapas del mundo igual que en un sueño te sientes dormido aunque no quieras estarlo, deja que órdenes tus pensamientos y tus posibilidades lo único que te hace querer volver es saber si sigues aún con vida o cuanto tiempo llevas fuera.

Esta vez el sueño era diferente Mia estaba llorando desconsoladamente y eso hacía que todo fuera un caos para todos, Mia es la más fuerte de todos los elementales y para ellos es una amenaza ya que al más mínimo estallo de emoción ella podría hacer cosas inimaginables. Ahora se encontraba en medio del parque de recreación y estaba llorando, un niño le había quitado su oso de peluche y ahora estaba pateándolo, sus rizos rubios estaban levantándose en el aire y entonces ahí estaba El Niño Delgado que ella rescató yo ataque al niño dejándolo caer y subiéndome sobre el golpeé mis puños contra su cara, nadie tocaría a Mia nunca más ella no estaría sola y yo tampoco.

Despierta- una voz y un golpe le siguieron esa voz sacándome de mi sueño- al fin estás consienten. Pensé que te habíamos perdido. Aunque debo agradecerte hace mucho tiempo no sentía ese tipo de adrenalina. Pero ahora mi culo está trabado contigo, no puedo permitir que hagas eso de nuevo.

Aquí estaba el de nuevo ojos azules, cabello negro con piel casi dorada, sus labios finos y brazos fuertes. Alto porqué demonios me estoy fijando en sus labios, mierda esto iba de mal  a catastrófico en segundos.

¿Lo entiendes verdad?- dijo de nuevo acercándose a mí, cada músculo de mi cuerpo se tensó preparándose para atacar- no es necesario que lo hagas de nuevo, no aquí. No te lastimaré solo estaré vigilándote.

¿Dónde estoy?- mi voz se sentía quebrada y mi garganta seca.

Estás recluido en la Matriz- dijo él acercándose un poco más.

¿Porqué yo?- dije sin entender nada, Laylah fue por mí a nuestro complejo después de la pelea pero lo único que dijo fue que tenía un mal expediente con peleas, las cuales era en su mayoría por defensa de Mia.

Según leí en tu informe eres alguien inestable, con ataques de ira, paranoia, bipolaridad y un sin fin de mierda más- dijo él tomando asiento a mi lado en la cama- pero la verdad es porque eres un peligro para nosotros, los elementales son la máxima evolución y tú eras solo un estorbo. Hasta hace muy pocos días no eras más que un simple humano. Ahora eres algo diferente.

¿Yo?- este tipo sí que debería estar loco- yo no soy especial, no logró crear estática. No duraría un segundo con un elemental, pero con un alterado claro que si.

Eres algo ingenuo- dijo él sonriendo- has hecho muchas cosas que no son de un humano y sigues sin darte cuenta.

¡Yo no he hecho nada!- grité en mi defensa.

Oh sí que lo has hecho- mordió su labio inferior y me encontré viendo ese simple gesto como si fuera un cuadro en un museo- pero de la manera en que desarrollaste eso en el laboratorio. Fue.

Estupido- dije por el- por que estoy seguro de que rompí mi brazo.

Un recordatorio punzante me hizo estremecer.

Solo golpeé el suelo, suelo duro que se burló de mí al quebrar mi brazo- dije sintiendo el dolor y la ira de ese momento.