Stay with me. [CheolSoo/EN EDICIÓN]

Capítulo 9

Hong Jisoo, 16 años de edad:

Decir que podía manejar sus emociones e ignorar el dolor que le causaba convivir con el amor de su vida que solo le veía como un amigo, era por supuesto, una de las mentiras más grandes entre las tantas que existían en su vida. 

Semanas atrás Seungcheol le había comentado que las cosas con Im Nayeon no estaban yendo de la manera en la que esperaba, por lo que había tomado la decisión de terminar su relación con ella. Jisoo se consideró un completo egoísta y mala persona al sentirse tan contento y aliviado por escuchar tal noticia, pero no podían culparlo, estaba irremediablemente enamorado de su mejor amigo.

Sin embargo, esa felicidad duró menos de lo que le hubiese gustado, una vez más, su corazón volvía a ser lastimado por un Seungcheol completamente ajeno a esos sentimientos que ya comenzaban a formar espinas en su pecho.

—Jisoo, te presento a Lee Hwayoung. Mi novia.

Con una de las sonrisas más incómodas que pudo mostrar, acompañada de un nudo en su garganta, le dedicó una respetuosa reverencia a la chica, en señal de respeto, recibiendo el mismo trato por parte de ella.

Hwayoung era una chica hermosa, de cabello castaño y largo, bonita figura, ojos pequeños y curiosos. Su actitud era cordial y reservada, sin duda la chica ideal para su mejor amigo, por más que le doliera admitirlo.

—Es-espero que nos llevemos bien, Jisoo-shi— Murmuró la chica, un ligero rubor extendiéndose por todo su rostro.

—Igual. Se limitó a responder Jisoo desviando su mirada de inmediato antes de que cualquiera de los dos descubriera ese pequeño brillo inusual comenzando a recubrir sus ojos, señal característica de que esta a punto de llorar. 

Al igual que lo que pasó anteriormente con Im Nayeon. Jisoo esperaba que aquella relación durara poco, incluso menos que la anterior, Seungcheol tenía la desastrosa costumbre de no poder conectar completamente con sus novias, por lo que les terminaba en poco tiempo. 

Sin embargo, las cosas no resultaban como Jisoo esperaba, en su lugar, pasaban los meses y lo que en un principio le parecía una relación típica sin futuro, se fue convirtiendo en una sólida relación de comprensión, comunicación, apoyo mutuo, y lo que más le dolía admitir a Jisoo, amor. 

Choi Seungcheol nunca supo lo mucho que Jisoo sufrió en ese entonces al verlos juntos, siendo felices frente a sus narices, presenciando en primera persona como esa relación se fortalecía conforme avanzaban los meses. 

No lo negaría, era una tortura de todos los días el pararse junto a esos dos y pretender que solo era el amigo comprensivo de Seungcheol, ocultando que su corazón se desgarraba y se marchitaba de a poco. Jisoo jamás pensó en interponerse con sus egoístas e incorrectos sentimientos, si Seungcheol era feliz, no tenía por qué arruinarlo todo.

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— ¡Joven!— La suave voz pero firme voz de una mujer le trajo de vuelta a la realidad, se trataba de una de las azafatas. —Hemos llegado a nuestro decido, señor, ya puede bajar. 

Jisoo asimiló su entorno y una oleada de emociones le embargó de inmediato, finalmente estaba de vuelta en ese lugar en dónde comenzó todo, en Daegu, dónde había dejado atrás tantas cosas.

La brisa le acarició el rostro, dándole la bienvenida, causándole una grata sensación de paz. Jisoo cerró los ojos por un instante, sintiendo el suave cosquilleo de su cabello siendo balanceado por la brisa, aspirando el aroma que ya le hacía  sentirse como en casa.