CRÓNICAS DE UNA ENCHUFADA.(Grefg y tú)

Capítulo 1

Mierda, llego tarde. 

Bajé las escaleras de dos en dos, no podía llegar tarde al primer día de instituto.

- Buenos días, mamá –Saludé al entrar a la cocina–

- Vas a llegar tarde –Me respondió–

- Lo sé, lo sé.

Cogí la tostada que había sobre la mesa, mi mochila y las llaves, y abrí la puerta, me despedí y salí corriendo hacía el autobús que me llevaría al instituto, el cuál se alejaba dejando atrás la parada.

Hoy no es mi día.

La sirena que indicaba el comienzo del primer día de clase ya había sonado hace 10 minutos, perdida iba recorriendo los pasillos, sólo se escuchaban mis pisadas chocar contra el suelo. No sabía nada de las listas, ni de los profesores con los que me tocaba este año, sólo, el número del aula.

23 –Dije enfrente de la entrada del aula en la que me tocaba este año–

Llamé dos veces a la puerta y la abrí tras escuchas el "pasa" del que debía profesor, me disculpé por la tardanza e hice una vista general de la clase, al ser nueva en el instituto tras haberme mudado a Madrid por el trabajo de mi padre, no conocía a nadie. Sólo veía un asiento vacío al final de la clase, al lado de un chico.

No me gusta ser el centro de atención así que fui rápida al sitio libre sin replicar, dejé mi mochila en el respaldo de la silla y atendí al profesor intentando ignorar las miradas que me hacía el chico de al lado. 

- ¿Te pasa algo? –Dije hartándome–

Le miré de arriba a abajo, es un chico bastante guapo, todo hay que decirlo.

Es bastante alto, diría que llega al metro noventa. Su piel es un poco blanquecina, tiene el pelo moreno y corto, en cuanto a sus ojos son de color negro, muy bonitos. 

Lleva una camiseta roja remangada hasta el codo, unos vaqueros azules y largos y unas deportivas grises.

- ¿Cómo te llamas? –Respondió ignorándome–

- _______(tn) –Dije seca–

- Perdona, sólo quería ser amable

Suspiré y le expliqué que no llevaba un buen día.

- ¿Eres nueva? –Dijo sorprendido

- Sí

- ¡Yo también! Me he mudado aquí con... 

Un fuerte golpe le interrumpió, el profesor había estampado el libro contra la mesa con fin de hacernos callar. No le dio tiempo a pronunciar palabra ya que la sirena que indicaba el final de la clase no le dejó hablar.

El resto de las horas pasaron rápidamente hablando con el chico, se llamaba David, tenía 19 años, uno más que yo. Me había dicho que se había mudado con su amigo Cristian a una casa a las afueras de Madrid este verano, dejando a su familia y amigos atrás. Yo le dije que tenía 18 años y, al contrario que él vivía en el centro de Madrid, con mis padres y mi hermano pequeño Daniel.

Cuándo acabaron las clases me despedí de David y cogí mi mochila para volver a casa, en el autobús sonó mi teléfono, era un mensaje de Shooter, un youtuber amigo mío de la comunidad de un juego de móvil llamado "Clash Royale", me preguntaba que qué tal me había ido el primer día de instituto en la nueva ciudad. 

*Chat del móvil*

Shooter: ¿Cómo te ha ido el primer día?

____(tn): Como cualquier otro, he conocido a un chico muy majo que se llama David

Shooter: ¿Sí? ¡Me alegro!

____: Gracias :) ¿Y cómo va tu día?

Shooter: Bien, estoy pensando que subir hoy al canal

_____: ¡Guay! Te dejo, he llegado a casa, suerte con el vídeo ;)

Shooter: Gracias.

*Fuera del chat del móvil*

- Ya estoy en casa –Grité para que me oyera mi madre que estaba preparando la comida–

Subí a mi habitación y me dejé caer en la cama, no había sido un mal día después de todo. 

Cerré los ojos para intentar descansar unos pocos minutos antes de que me llamarán para comer pero una voz familiar me sacó rápidamente de mi mundo. Me levanté y fui hacia donde provenía esta, era la habitación de mi hermano Daniel, abrí la puerta y vi como estaba con su tablet tumbado en la cama, veía un vídeo de un videojuego, el personaje saltaba, disparaba y esquivaba los tiros de otros jugadores. Entonces dirigí la mirada a la esquina superior derecha, un chico comentaba sus jugadas y movimientos; llevaba puesta una gorra negra hacia atrás, en ella ponía se podía leer "Grefg" con letras blancas. 

El chico llevaba puesto una sudadera azul y blanca de la marca "hype", la conocía, Shooter la suele llevar mucho, no podía describir mucho más ya que la cámara no dejaba ver más abajo, sólo se veía una habitación que deduzco que era la suya, al fondo varios pósters de diferentes series, películas y videojuegos decoraban la pared.

Sin duda era David.