Capítulo 8

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Puto despertador. Puta mierda. Puta vida.


Y me cago en la puta regla que me tiene bipolar y cambiante de humor.


Me levanté con muy poco humor debido al periodo, hoy tocaba.


Ni siquiera saludé a mi madre y fui directa a desayunar, no quería nada complicado, simplemente un vaso de leche con tres galletas. Normal que me entre hambre en medio de clase.


Cogí la mochila y el resto de cosas que necesitaba y salí por la puerta, de nuevo, como el primer día de clase, perdí el autobús.


- Me cago en todo.


El fuerte sonido de un claxon de coche hizo que dirigiera la vista hacia el origen de dónde venía.


Me lo como.


David bajó la ventanilla del BMW de Cristian, volví a verlo con sus típicas gafas After. Me encanta cuando me sonríe.

- ¿Tienes prisa? –Me dijo riendo– Sube.

Entré al asiento del copiloto, justo a su lado. David era lo que más necesitaba ahora, él me tranquilizaba bastante y así se lo demostré. Lo cogí del cuello de su camiseta azul y le di un beso apasionado. Me hizo gracia porque no se lo esperaba pero finalmente, me siguió el rollo.

- Joder –Dijo perplejo–
- Lo siento, son mis cambios de humor, es uno de esos días del mes...
- Te entiendo.

Le miré sorprendida.

- No como si la tuviera gilipollas JAJAJAJAJA. Si no que sé que te refieres a la regla.
- Creo que te necesito más que nunca esta semana.

Me dio un beso en la mejilla y puso su mano sobre la mía y la llevó hasta la palanca de marchas.

Arrancó el coche e iba haciendo que mi mano cambiara a las distintas velocidades que quería.

- ¿Qué han dicho sobre el vídeo? –Le pregunté–
- Que estás muy buena y que quieren la segunda parte, ya han llegado a los 200.000 likes.
- Wow, pensé que no llegaría.
- ¿Como no iba a llegar si juegas genial al CoD?
- Uy, sí, dentro de poco te adelanto.

Los dos nos reímos.

Llegamos al aparcamiento del instituto y David aparcó en primera línea, soltó mi mano y salió del coche.

- Si te respondo de mala manera o te digo algo que no es propio de mí, ya sabes que es –Le avisé–
- Tranquila jajajaja.

Ambos cogimos la mochila del maletero y fuimos al aula. El profesor nos dijo que llegábamos tarde y, a David le obligó a quitarse las gafas.

Dejé mi teléfono en el cajón totalmente en silencio, no tenía ninguna gana de dar clase y seguramente me apetecería hablar con alguien. Sara me envió un mensaje desde el otro lado de la clase.

*CHAT DEL TELÉFONO*

Sara: Uy, ¿Y eso de que venís juntos?
____: Me ha traído en su coche –Puse un emoticono sonriente y sonrojado–
Sara: Joder, qué envidia, necesito un novio.
____: Tía, lánzate, seguro que también le gustas.
Sara: Aún no me atrevo, prefiero esperar.

*FIN DEL CHAT DEL TELÉFONO*

El profesor me miró.

Mierda.

- ____, ¿qué llevas en la mano? –Me preguntó–
- Nada.
- Sígueme el rollo –Susurró
David–

CRÓNICAS DE UNA ENCHUFADA.(Grefg y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora