Capítulo 11 Un ojo

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Gritamos eufóricos cuando el silbato del entrenador Misaki sonó declarando el final del ultimo combate, oficialmente estábamos dentro de las regionales y eso para nuestro equipo era un punto a favor considerando que Vegeta ya no era parte del mismo. me gire a verlo, estaba gritando de lo más contento por Goku, me preguntaba que pensaba, después de todo su sueño era estar ahí siendo parte de algo importante como eso.

—¡Eso equipo!

—¡Así se hace! ¡Nadie golpea con la silla más que nosotros! —enarqué una ceja en dirección a Krilin quien estaba de lo más sonriente mirándome. Maldito pelón que se reía a costa de mi estupidez—. Lo siento, pero no pude evitarlo.

Puso cara de cachorrito moviéndose a un lado, cuando pase junto a él le di un zape, con eso me conformaba.

Vegeta tomo mi mano jalándome para que bajáramos de las gradas, antes de que Goku desapareciera tras los vestidores.

—Lo hiciste genial, Goku —choco los cinco con él, es raro pero le estaba agarrando confianza a eso de andar para todos lados con él. Todavía era insoportable en algún que otro rato pero tratábamos de aligerar el ambiente la mayoría del tiempo, además tenía que felicitarlo, peleaba de maravillas—. Hermano, les rompiste el culo.

Vegeta lo felicito, luego llego Krilin también felicitándole.

La pelinegra fue la última en llegar enrollando la pancarta roja para poder guardarla en su mochila, todos nos enfocamos en ella... tiene que felicitarlo.

—Oye, Bulma, ¿Por qué tu...? —su voz se fue apagando cuando se dio cuenta de nosotros, ósea, era imposible no darse cuenta que cuatro pares de ojos estaban atentos a sus movimientos, me reí bajito al ver como sus mejillas cobraban color rojo.

—¿Q-qué ocurre?

—Tienes que felicitar a Goku —asentí al escuchar la voz de Vegeta, murmuro algo muy bajito evadiendo la mirada del único chico en el equipo entre nosotros, ahora que lo pienso, era increíble la poca variedad de color de cabello en nuestro grupo, yo era la única diferente, ojos y cabellos azules.

Fruncí el ceño, ¿de verdad Vegeta y yo parecíamos primos?

¿Qué tiene que ver con todo esto, Bulma?

No lo sé, pero es raro.

¿Qué tiene de raro?

Somos muy idénticos todos.

¿sí? Pues supéralo.

—¿Qué? No te escucha —Goku coloco una mano tras su oreja imitando gestos de ancianos.

La pelinegra rodo los ojos sin querer rendirse, estaba haciendo un esfuerzo por no saltarle encima de sus brazos y decirle lo muy feliz que se encontraba por él.

—Bien, felicidades, Goku... ¿contento?

—Mucho —el pelinegro negó con su cabeza acercándose tentativamente a Milk, tenía una sonrisa de picardía al igual que mi mejor amiga se sonrojaba nerviosa.

Deje de prestarles atención cuando note a alguien pasar por detrás, sentí un palmoteo en mi hombro, me gire pensando que podría ser Vegeta pero en vez de eso me encontré a Broly con el cabello húmedo.

—¿Podemos hablar? —volví a fruncir mi entrecejo, pero de todas maneras me aleje un poco para no interrumpir a los chicos y su hostigamiento a Milk, caminamos en silencio, yo aun con la duda en mi rostro.

—Dime, ¿Qué ocurre? —Broly paso una mano por su mojado cabello salpicando algunas gotas a mis brazos, le reste importancia cunado se disculpó.

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