A las 3 de la mañana Liam me hizo una llamada perdida.
Tome aire nerviosa, no me podía echar para atrás a esas alturas. Ni quería hacerlo. Deje la carta que le había hecho a mi hermano para que no se asustara en la cama. Sabia que haría un escándalo de todas maneras pero la carta ayudaba a que no me pusiera en la sección de desaparecidos o hiciera una búsqueda en todo el mundo.
Tome la pequeña valija que había hecho y salí con mucho cuidado de la casa. Liam me esperaba en su auto con una sonrisa que me hizo sonreír. No estaba haciendo nada malo, no es que me fuera a escapar para siempre. Corrí y me metí a su auto rápido.
—Arranca —ordene en cuanto me subí. El río bajito y me obedeció.-Hola Liam, ¿Como estas esta noche? —dijo con voz aguda, tratando de hablar con mi acento. -No te venia persiguiendo tu hermano, tranquila
—Si, lo siento —vire los ojos. El arranco el auto— ¿A donde crees que vayamos?
—No lo se —se encogió de hombros y aparco el auto a un lado de la calle. No habíamos avanzado ni tres cuadras de mi casa— ¿Sabes por donde queda el aeropuerto?
—¿No sabes llegar? —me burle —claro que se donde queda, muévete yo manejo
—Olvidas que llevo viviendo aquí solo unas semanas —se defendió—¿Sabes manejar?
—¡claro que se! —bueno, era una mentira piadosa. Solo
había manejado una vez el auto de mi hermano y no me había ido tan mal. El asintió desconfiado aun y cambiamos de asientos. Arranque el auto y maneje lento por las calles, lo bueno era que que no había nadie andando a quien pudiera atropellar o algo.—Mas rápido abuela, no hay nadie en la calle ¿Por qué vas tan lento?
—Porque así manejo yo y te callas —murmure. Seguí con mi paso lento pero seguro hasta el aeropuerto. Tardamos 40 minutos pero llegamos. Liam se bajo con mi valija y la suya.
—Vos quedate sentada aca y yo compro los pasajes —Me dijo. Yo lo mire desconfiada y asentí. Estaba tan nerviosa que las manos me sudaban a chorros. ¿A donde nos mandaría el destino? Seguramente a África como dijo Liam.
Solo esperaba tener un poco de suerte esta vez y conseguir algún lugar decente.
Liam se acercó a mi con dos pasajes en la mano y con una sonrisa enorme. Supuse que había conseguido un buen lugar.
— ¿Para donde son? —pregunte ansiosa en cuanto llego. El río y me mostró los pasajes.
—Londres —musito despacio. Abrí la boca de la sorpresa, no podía decir nada. Me levante y abrace a Liam más fuerte que nunca—Parece que tu suerte esta cambiando
-Oh, Liam —solloce en su cuello. Estaba llorando de la felicidad, era muy sentimental y me iría a Londres, desde pequeña soñé con estar ahí y aparte iría con Liam, claro que mi suerte estaba cambiando.
Ahora venia la parte donde el me besaba y me decía que me amaba. Pero no, se separo un poco de mi y me miro asustado.—¿Por qué lloras? —me pregunto preocupado. Yo quite mis brazos de su cuello y limpie mis lágrimas.
—Ir a Londres ah sido mi sueño desde siempre —admití. El sonrío y me abrazo de nuevo.
—De haber sabido que te ibas a poner tan amorosa te hubiera comprado los pasajes desde antes —Dijo y nos soltamos. Solté una risita nerviosa. ¿A que se refería? Por mi lo abrasaría todos los días a todas horas.
Anunciaron el vuelo y fuimos a hacer todo lo que se hace, dejar las valijas y así. Yo todavía estaba perdida en mi nube de felicidad. No podía pedir más en ese momento. Ahora aparte tacharía "vivir en Londres" de mi lista. Siempre pensé que esa era la que menos podría hacer y ahí estaba, subiendo a un avión directo a Londres con un chico de Londres que me volvía loca.
Sabía que no tenia ninguna posibilidad de estar con Liam pero de todos modos me seguiría gustando, por que es imposible no enamorarse de un chico como Liam.
Si, me estaba enamorando. Un poco rápido por supuesto pero debí suponerlo desde que lo vi corriendo en el parque, desde que escuche su hermoso acento, desde que hablo conmigo y me demostró ser muy diferente a todos los demás. Debí suponerlo porque enamorarme de él era inevitable.Y ahora que iríamos a su ciudad, donde estaba esa tal Trisha que le gustaba a Liam. Y seguro me la presentaría y me hablaría todos los días de lo hermosa y perfecta que es ella...
—Llevas callada mucho tiempo —murmuro Liam poniendo una mano en mi brazo—¿Tenes sueño?
-Si, un poco —sonreí y mire hacia la ventana del avión otra vez.
Me había deprimido en menos de cinco minutos pensando en esa tonta de Trisha. Aparte estaba completamente segura de que habría muchas amigas de Liam así como yo, enamoradas de él, y si en USA no tenia posibilidades, en Londres menos. Y estaba sola, aparte. ¿Con quien podría descargarme y hablar de Liam? Solana no era muy confiable en esos momentos. Si le hablara seguramente me retaría y le diría a Niall, así que esperaría un tiempo para hablarle y contarle tranquilamente todo.
No supe ni como ni cuando ni porque pero quede dormida plácidamente en el hombro de Liam, estaba tan cómoda y mas cuando el recargo su cabeza en la mía. Era un amor.—_____, ______ despierta ya llegamos —susurro Liam acariciando mi cabello. Abrí mis ojos lentamente y me incorpore en el asiento. La gente ya estaba bajando y éramos de los últimos ahí arriba.
—¿Por qué no me despertaste antes? —Me pare y trate de cepillar mi desastroso cabello con mis manos. El río y se levanto también.
—Tenes el sueño muy pesado —se burlo. Salimos del avión—y hablas dormida ¿Sabias?
—¿Que? —pregunte exaltada. Diablos ¡claro que sabia!
— ¿Que dije?—Oh, muchas cosas —sonrío de lado y tomo mi valija de la cinta.
—Estoy hablando en serio ¿Que dije? —me puse enfrente de él y me pare de puntitas tratando de verlo a los ojos. Él se movió para un lado tomo su valija y me beso la mejilla. Gesto que me dejo muriendo por dentro de amor.
—Luego te digo —contesto—olvida eso y disfruta la ciudad del amor
—La ciudad del amor es Paris —corregí. El me miro con esa sonrisa de autosuficiencia que me encantaba.
—Si yo digo que Londres es la ciudad del amor es porque lo es —se encogió de hombros—Paris se robo el termino
—Si vos lo decis —rodé mis ojos.