Capítulo 4

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Allison y Chris tomaron un vuelo a París desde el JFK de Nueva York.

Su padre parecía más ausente que nunca. Hacía 6 meses había conseguido acabar su misión con los Calaveras: encontrar a su tía Kate, "la loba". Pero parecía que la persecución de su hermana le hubiera dejado más trastornado de lo que aparentaba. Él decía que no, que se merecía lo que le pasase por matar a tanta gente. Pero Allison sabía que, aunque fuera un poco, seguía triste.

Cuando por fin llegaron a sus asientos, su padre parecía un poco más despierto, así que Allison comenzó a pensar en el reencuentro. ¿Cómo reaccionaría él?

*Cree que llevas 1 año y 6 meses muerta. ¿Cómo crees tú que va a reaccionar?*

Vale, era cierto. En todo el tiempo que había estado en Nueva York, no se había puesto en contacto con él, pero... ¡era por su seguridad! ¡Nadie podía enterarse de que estaba viva!

Y eso que un día casi se arruina todo. Allison caminaba tranquilamente por Central Park cuando reconoció una cara familiar a lo lejos. No le hizo falta forzar la vista, pues el aura de una joven kitsune del trueno se identifica a kilómetros. ¿En serio Kira había decidido que Nueva York era el sitio perfecto para hacer un viaje? Y aunque así fuera... ¿No era Nueva York lo suficientemente grande como para no cruzarse? Parecía que no, pues la familia Yukimura al completo paseaban directos hacia Allison. En ese momento la cazadora decidió que lo mejor era dar media vuelta y marcharse, así que lo hizo.

-Estás muy callada, ¿en qué piensas?-

-En el día en el que casi me crucé con Kira en Central Park- dijo Allison esbozando una pequeña sonrisa

-¿Sólo en eso?-

Su padre la lanzó la típica mirada de "cuéntamelo todo, venga, sabes que voy a seguir preguntando hasta que hables". Así que para ahorrarse un tercer grado innecesario, Allison se lo contó.

-Pensaba en Isaac. En si reaccionará mal, en si no me querrá volver a ver... para él llevo un año y medio muerta, papá. No es fácil-

Chris la miró con compasión, algo que no hacía usualmente. Llevaba entrenando a su hija 3 años, la había convertido en una de las mejores cazadoras de su familia, pero en temas sentimentales Chris Argent se sentía como un pez fuera del agua.

-Bueno... Isaac lo entenderá cuando se lo expliques. Quizás sea duro para él, sí. Quizás haya rehecho su vida. Pero te escuchará, Allison, de eso estoy seguro-

Allison asintió, no sabía si sintiéndose más relajada o más nerviosa aún. Su padre tenía razón, ¿y si Isaac había rehecho su vida y no quería saber nada de ella? Con estos pensamientos, finalmente, logró dormirse.

10 horas después, a las 8 de la tarde, los Argent aterrizaban en el Charles de Gaulle de París.

El regreso de AllisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora