Camino por la cafetería en busca de alguna mesa vacía, ¡rayos! en serio tengo mucha hambre. Que desesperación el no encontrar una mesa rápido, vaya que si se me está haciendo difícil. Y es que hay un montón de estudiantes hambrientos esparcidos por todas partes, esto es un caos. En la ceremonia de graduación, cuando de mi discurso ten por seguro que hablaré sobre esto, por dios puedo morir de hambre en este preciso momento.
Que raya más fea para la secundaria, estaría en todas las páginas principales de los periódicos con un título bien grande tipo ''DESGRACIA EN LA SECUNDARIA WESTBANK, ESTUDIANTE DE ÚLTIMO AÑO MUERE TRAS NO ENCONTRAR UNA MESA VACÍA'', si sería una horrible noticia...
Mientras seguía en mi búsqueda, divise a un grupo de chicos del equipo de fútbol molestando a los de primero, pobres chicos. Yo pase por eso y si que es malo, negué levemente y cuando ya estoy al borde de la desesperación, como por arte de magia apareció una mesa sola en una de las esquinas de la cafetería.
¡Gracias diosito!
Apresure el paso, no queria que nadie se me adelantara y poder llegar y comer sola. Si, fuera sido muy genial pero no fue así...un chico se me adelanto, ¿tan lento camine?, ¿que diablos voy hacer ahora? sin mesa y apunto de colapsar por el hambre, ¿y si le hago un berrinche por la mesa? algo así como ''No no no no, esta es mi mesa, yo la vi primero'', o algo mas rudo como ''Oye tipo, esta es mi mesa, ve y busca la tuya'' aunque, ¿montar numeritos mi primer día de clase?, mejor no.
Pero bueno, esta solo, no creo que le moleste tener compañía, pero ¿y si se molesta y pone mala cara?, creo que es eso o morir de hambre. De acuerdo, allí me sentaré a devorar mi almuerzo, aquí vamos.
Camine decidida hasta llegar a la mesa, cuando me senté y el chico se percató de mi presencia, con un notable ceño fruncido me hizo saber que no le agrado mucho la idea.
— Lo siento, pero solo mira la cafetería — Haciendo caso a lo que dije observó por unos segundos la cafetería y se volvió hacia mí con una ceja levantada— Está a reventar viejo, y ¿quieres que te sea sincera?— asintió — Estoy apunto de morir de hambre, y ¿tu no quieres ver a una chica muriendo, o peor aun, no quieres quedar con ese remordimiento de conciencia, cierto?— negó— Bien, mira siquiera notaras mi presencia — dicho esto comencé a devorar mi almuerzo.
Dios, puedo ver al fin la luz, gracias, gracias a todos los que hicieron esto posible, mama, chico que me dejó sentarme con él y así comer. Riquísimo, si tuviera que describir la comida en una sola palabra, definitivamente fuera esa.
— Si sigues comiendo de esa manera tan desesperada, se me hará imposible no notar tu presencia— dijo mi acompañante soltando una risita.
¡Qué vergüenza! ¿tan desesperada me veo comiendo? dios no, ¿me veo como un león hambriento devorando su presa?
— Lo siento, yo, es que, de verdad tengo mucha hambre ...
Este negó divertido— Tranquila, a todos nos pasa, Soy Sebastian por cierto— se presentó.
— Soy Alyssa — sonreí— ¿Qué año cursas?...
— El ultimo — contesto con una mueca en su rostro.
— Soy yo, ¿o no estás muy contento con eso?— cuestiono curiosa.
— No no, si lo estoy — revolvió su cabello— Es solo que, aun no quiero dejar la escuela, y la vida de adolescente despreocupado...
— ¿Porque?, ¿No te emociona el hecho de ir a la universidad?
— Para serte muy sincero, no, ni un poquito— suspiro— Ir a la universidad es sinónimo de madurez, y responsabilidades, y yo no me siento del todo listo para eso.
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Changes.
Teen FictionSolía creer que estábamos quemándonos en el borde de algo hermoso. Todos los derechos reservados. © 2016. #160 en historia juvenil. #63 en historia juvenil.