— Termine haciendo un completo desastre— contaba a Nic acostada en el césped del patio del instituto.
—Que raro— se podía sentir a kilómetros la ironía en las palabras de este, el callo durante varios segundos mientras jugaba con el césped, pensé que no diría más hasta que pregunto—Alyssa, ¿te gusta Sebastian?
Su pregunta me shockeó un poco, porque simplemente no me he detenido en ningún momento para preguntarme a mí misma algo respecto a eso, o a Sebas. Y aunque quisiera no podría decir que me gusta.
— No se como responder a eso Nic, yo no lo se, no se siquiera que siento y, no diría que me gusta, vamos llevamos una semana de conocernos. Lo único que te podría decir con mucha certeza, es lo mucho que me agrada, punto— respondí, mi mirada se mantiene fija en el hermoso cielo azul que nos acompaña esta mañana.
Por el rabillo del ojo puedo ver como Nic asiente.
—¿Porque?—cuestione, pero esta vez mi mirada estaba fija en el.
—No, por nada—muscullo recogiendo su bolso y levantándose del césped.
Inmediatamente me senté— ¿A donde vas?— ¿que hace? ¿sera que le picó alguna hormiga o algo y por eso se levantó? -Ay, dios mio me picaran, no no no- me levanto también.
— No recordaba que, quede con el profesor de Artes para ayudarlo en algo, te veo luego— dicho esto, se fue como alma que lleva el diablo, dejándome sola. Entonces me di cuenta que no era culpa de las hormigas...
¿Que rayos acaba de suceder?
Nic es raro, muy raro, de eso no me cabe la menor duda. Bueno, ¿y que se supone que haga ahora? Tengo la clase que viene libre, y no tengo que hacer o con quien estar porque no he visto a Sebastian por ningún lado, June se fue a su casa y viene al rato. Ugh, estas son las consecuencias de tener pocos amigos.
208 dias antes de la graduación.
Miércoles, clase de Historia Universal.
— Bennett— llama el profesor pasando la lista— ¿Sebastian Bennett, está presente?— pregunta el profesor a la espera de una respuesta, pero nunca la obtiene. —Bien, sigamos entonces...Claire Hens..
Sebastian tampoco asistió hoy, ¿sera que le paso algo? dios, no -Relájate Alyssa- pero ¿como hago? no puedo. La angustia me esta carcomiendo, no se nada de él desde el sábado, y siquiera tengo su numero, nada.
—¡RICARDS!— Gritó el profesor sacándome de mis pensamientos.
Me sobresalte un poco por el grito, todos los que se encontraban en el salon tienen sus ojos puestos en mi ¿es que acaso no tienen otra cosa que ver? — Presente...— musitó, avergonzada.
Que pase vergüenza ya no es algo raro, eso ya es parte de mi dia a dia, ademas estoy re acostumbrada.
—¿Está usted interesada en la clase, Señorita Ricards?— cuestionó este desde su escritorio, asenti—Bien...—su mirada volvió a la lista.
Tengo el presentimiento de que esta clase será muy larga sin Sebastian.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
