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Las manos de Dallas, llenas de sangre. La ventana rota en miles de pedacitos. Ray, desmayado. Y Ross. ¿Ross? ¡¿Ross?! ¿¿¡¡ROSS!!??

- ¿¡Donde está Ross?! -exclamé asustada, no quiero imaginarme lo que le hizo.

- Ah, el está descansando en el jardín -Dallas río amargamente.

Corrí escaleras abajo hacia el jardín buscando a Ross, para avisarle que Ray se había desmayado. Supongo que por la sangre. Llegue al patio. Y en lo único que podía pensar era en: sangre, Ross, Dallas, empujó, ventana, vidrio, cuerpo.

Las lágrimas empezaron a salir. Corrí hacia la casa tome el primer teléfono que vi y marque el 911, pero no tenía batería.

- Les quite todas las baterías, yo tengo todos lo celulares de la casa, supéralo, se morirá, y te casaras conmigo amor -sonrío amargamente.

La furia se apoderó de mí. Corrí hacia el patio, y busque en el bolsillo de Ross su teléfono. ¡Aha! Lo tome en mis manos con torpeza, llame al 911.

- ¿Cuál es la emergencia? -preguntó una tipa, demasiado normal para una emergencia.

- ¡MI NOVIO SE ESTÁ MURIENDO Y SU HERMANO ESTÁ DESMAYADO, VENGAN MALDITA SEA! -grite por el teléfono, mojándolo con mis lagrimas.

Tire el teléfono al pasto, sabiendo que iban a rastrear la llamada. Corrí hacia Ross y le tome la mano.

- A-mor, yo estaré contigo, te lo prometo -dice con dificultad, ya que lloraba sin parar.

No abrió los ojos. No se movió. Pero pude ver cómo intentaba sonreír con los labios sellados. Las lágrimas cayeron aún más. ¿Cómo podría estar sonriendo ahora? Al borde de la muerte.

Me acerqué a su rostro y bese sus labios con un piquito. Las alarmas de la ambulancia junto con las de las de al policía inundaron mis oídos. Algunos policías tumbaron la puerta y sacaron a todos sumamente confundidos de ahí. Llevaron a Ray en una camilla y a Dallas esposado. Levantaron a Ross y se lo llevaron junto a su hermano en la misma ambulancia.

- ¡No soy culpable! ¡Es Ross el maldito culpable! ¡Él lo arruino todo! ¡¿Verdad Laura mi amor?! -exclamó Dallas zarandeandose mientras la policía lo llevaba con dificultad hacia el vehículo.

- ¡PÚDRETE EN EL INFIERNO! -exclamé con ganas.

El mostró un rostro herido y ahí lo montaron al carro de al policía, a ponerlo tras las rejas.

Corrí para alcanzar la camilla de Ross, y me subí con él en esta. Mire a Ray y a Ross con detenimiento. No los quería perder. La ambulancia arranco y llegamos en un 2x3. Se llevaron a Ross en una camilla a toda velocidad, lejos de mi. Lágrimas de impotencia cayeron por mis mejillas.

No pude hacer nada por el. Si no hubiera roto con Dallas. Sorbí mi nariz.

- Disculpa ¿Te encuentras bien? -me preguntó un joven más o menos de mi edad.

- N-no -seque mis lagrimas con dificultad.

- ¿Necesitas un abrazo? -preguntó abriendo sus brazos.

No acepto esto de los extraños. Pero de verdad lo necesito. Lo abrace con fuerza, y llore en su pecho. No me importaba que fuera un asesino en serie, solo necesitaba un abrazo.

Me separe de él y me seque las lágrimas.

- ¿Podrías contarme que te pasa? -preguntó el joven.

- No quiero hablar de eso -conteste mientras me sentaba en un banco cercano.

- ¿Cómo te llamas? -preguntó sentándose a mi lado.

- Laura ¿Y tú? -pregunte sin ánimos.

- Trevor -respondió.

Nos la pasamos sentados ahí. Me contó que su padre estaba internado aquí y que lo venía a visitar a diario.

No le conté nada de mi vida. Pero el tubo la suficiente confianza de decírmelo.

- Familiares de Ross Lynch -sonó por el megáfono.

Me levante como un resorte y camine a paso rápido hacia la mesa.

- ¿Qué eres del joven? -preguntó alzando una ceja.

- Soy Laura Marano su novia, ¿Podría decirme con exactitud dónde está? -dije lo más rápido que pude.

- Pasillo izquierdo habitación 273 -dijo automáticamente.

Mis pies se dirigían sin voluntad propia en la dirección que me había mandado.

Trevor se levantó de su silla y corrió detrás de mí llamando mi nombre. No me detuve. Abrí la puerta y lo vi sentado en su cama, leyendo un libro.

- ¡Laura! -exclamó emocionado tirando el libro al suelo aceptándome en sus brazos.

Nos dimos un fuerte abrazo, lleno de amor. Sentía la mirada de alguien en mi espalda, probablemente de Trevor.

Ross me tomo de la cara y me besó. El beso más hermoso que me ha dado en toda la vida. Y eso que nos besamos bajo las estrellas.

- Hola, soy un amigo de Laura -Trevor camino hacia Ross y extendió su mano hacia el.

Podía jurar que la sonrisa de Ross era falsa, ya que lo conocía bastante bien.

- Mucho gusto -respondió Ross.

Vi como sus venas se notaban en sus muñecas. Mire el rostro de Trevor, se encontraba casi morado. Tome a Ross de la mano y se tranquilizó por completo.

- Vaya, eres fuerte -dijo Trevor sobando su mano lastimada.

- Si, solo era un juego de hombres, tranquilo -dijo Ross cruzándose de brazos.

Yo rodé los ojos. Esta celoso. Lo sé. Y eso me fascina.

- Bueno Trevor, gracias por tu compañía pero mi novio y yo queríamos  estar un tiempo a solas-le dije acompañándolo hasta la puerta.

- Claro, claro buen chiste -dijo Trevor secándose una lagrima falsa.

- ¿Qué dijiste? No es mentira, él es mi nov- –me interrumpió poniendo su dedo índice en mis labios.

Yo lo mire como •Really Nigga•
Se acercó a mi rostro y yo instintivamente me aleje.

- Tu eres la mujer de mi sueños Laura, ya lo decidí, cuando tengas 25 años, te casaras conmigo -susurro en mi rostro.

Yo lo mire asqueada. Jamás sería su novia, y menos su esposa. Lo empuje y le di una cachetada. Cerré la puerta en su rostro.

- ¿Qué pasó? -preguntó Ross preocupado.

Me acerqué a él y me senté a su lado. Y ahí empecé a contarle todo.

Yo, siempre agregando mas drama. Ay... Tranquilos, habrá un epílogo.

Lo de Trevor es broma, no tenía que escribir 😂

Hasta las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora