Capítulo 7 "¡Intrusa!"

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En esos instantes de consciencia absorta pude ver dónde me encontraba, en un lugar oscuro. Estaba atada, mis manos dolían y mis pies sentían un peso desembocante. Las cadenas pudieron hacer en mi muñeca una herida molesta y sucia, sentía ganas de arrancar mi brazo, no literalmente. La habitación en la que estaba era excesivamente de matices marrón, como madera podrida, ladrillos rotos, piso con sangre, era un eterno desastre. Hasta mi traje era el de una prisionera, con sangre en él, no me imaginaba quién lo habrá tenido antes, aún conservaba mi navaja.

Apenas podía moverme, estaba algo drogada, mataría a quien me hizo esto. Si yo estaba atrapada allí eso haría que los demás también lo estuviesen, Kevin y Alyssa, incluso el chiquitín, que aún no me sabía su nombre y al cual no pude distinguir antes. No era más que una idea, nada me aseguraba de donde realmente estaban.

- HEY, AYUDA - era inútil pedirla en ese momento.

Hice el mayor esfuerzo posible para librarme de las cadenas que me sostenían, pero era inútil. Sentía pisadas de alguien que podía ser alguien gigante con un peso tremendo, las pisadas hacían resonar el espacio. También escuchaba jadeos de alguien, luego aullidos de otros, ahí me di cuenta que no estaba sola.

- ¿Alguien me escucha? - dije fuerte pero no gritando.

- Rubia, estás aquí.

- ¡ADA!, me alegra oír tu voz.

- A mi también chica, esos cabrones nos encerraron. ¿Cómo salimos?

- ¿Tienes las pistola con garfio?

- Puedo alcanzarla, pero no haremos nada con eso.

- Tendrías que engancharlo en la cadena y llevar la pistola hasta tus pies, allí apretarás el gatillo.

- Me sacaré un ojo, pero hay que salir, eso no importa ya. De igual forma no se tomaron la molestia de atarme mejor.

Escuché de la otra habitación, Ada estaba al lado mío pero una pared en medio nos cortaba la vista, sin embargo si ella se liberaba podía venir y ayudarme a salir a mi. Escuché un sollozo de dolor pero Ada apareció bien, con un raspón en su frente pero nada grave. Ada fue rápidamente junto a mi y me liberó, la abracé y ella extrañamente también lo hizo.

Nos aproximamos hasta la reja que nos proporcionaba una vista escasa hasta un corredor. Entonces pudimos ver a muchas personas, incluyendo niños, y cadáveres de algunos y una cosa enorme comiendo un cuerpo, solo esperaba que no fuera de un niño de esos, gratamente estaban enjaulados, aun muertos estaba realmente horroizada con la escena. Me preguntaba todo ese tiempo si el niño se hallaba ahí pero no hubo rastro alguno. Luego se aproximó una enorme criatura de piel blanca o gris calva, era el Tyrant de Raccoon City, idéntico, la última vez que había visto uno fue cuando conocí a Linda, científica de Umbrella.

El Tyrant exterminó al animal que comía ese extraño cuerpo, miraba detenidamente a los niños, parecía como si lo hubieran programado, en ese caso no me confiaría nunca en uno de ellos, son traidores, pero la gente que los activa es estúpida. Pudimos leer "Sujetos de prueba" en una de las paredes que estaba rota, algo malo sucedía.

Ada me tomó la mano y me dijo:

- Nos quieren convertir en zombies. Necesito salir de aquí, ésta no es mi misión primordial.

- ¿Por qué no me dices que ocurre contigo?

- Ni yo tengo idea, sólo sé que me ayudo a mi misma y eso es todo.

- Me ayudaste a mi cientos de veces - me miró e hizo una cara de comprensión, sabía que Ada no era egoísta, era buena, sólo que con sus cosas raras que la caracterizan.

- Mira, un agujero, podemos agacharnos y salir de aquí - señaló un agujero medio estrecho que había en la pared.

- ¿Y si esa cosa nos percibe?

- No lo hará, hay muchos obstáculos que nos esconderán.

Reptamos por el agujero y entonces nos escondimos tras la pared, desde allí vimos al Tyrant que estaba de espaldas. Habían muchas personas prisioneras, Ada parecía calcular todo, quería una solución, tenía pinta de investigar todo y salirse con la suya. Nos pusimos en una celda sin prisioneros, el Tyrant nos dejo pasar inadvertidas y seguimos nuestro camino. Había un niño ya desnutrido ¿Cuánto tiempo estaríamos aquí?

Llegamos hasta una habitación con aún más celdas, había un panel de control el cual podría abrir las celdas pero si el Tyrant se daba cuenta de la falta de prisioneros estábamos fritas. Teníamos que salir de la prisión, pero entonces apareció un hombre, un extraño hombre de traje negro con sombrero del mismo color, el cual apretó el botón. No sólo liberó a los prisioneros y dejar que el Tyrant supiera que estábamos allí, sino que además liberó a todas las bestias del centro. El hombre instantáneamente desapareció como por arte de magia.

- ¿Qué es éste sitio?

- Un laboratorio, ahí llegan todos hay que escondernos. Ya nos encargaremos del hombre imbécil.

Nos escondimos en una taquilla y vimos pasar a millonadas de personas, las cuales sobrevivirían o no a los monstruos que habían sido liberados, mientras que a nosotras, nos había encontrado el Tyrant.

RESIDENT EVIL: Breakdown (Español) _ #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora