Parte 8

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La masa cruza por los callejones hasta que llega a una zona de la ciudad con muy mala pinta, ahí encuentra un lugar donde un grupo de pandilleros a punto de entrar en una pelea de territorio, cinco chicos de cada lado entre bates una pistola y otros sin armas.

Uno de ellos corpulento, alto y con cabello largo, con una sudadera negro pálido y un pants gris tapaban los músculos de su cuerpo estaba en el centro y a sus lados dos chicos morenos flacos y con poco pelo, uno a su esquina era una chica pelo trenzado de piel morena con una playera sin mangas, los tirantes de un bra negro lograban verse y del otro lado a uno delgado con lentes, de los cinco era el más nervioso porque solo él tenía un arma, sus compañeros no.―Con una ciudad repleta de héroes y más barrios, justamente vienes al lugar donde nosotros estamos, eso es tentar la suerte, deberías tener más cuidado con los lugares que elijes... ― decía él líder de la otra pandilla.

-¿está loco?, él es el que está invadiendo – decía la chica.

-ataquen – el líder dio la orden y ambos grupos corrieron a enfrentarse.

-tks, solo son unos debiluchos – decía la chica al escupir cerca de uno de la otra pandilla completamente derrotado – pero tú no volviste a atacar eres un "mierdica llorón" – le decía al tipo de lentes que cargaba su bate con miedo.

-Déjalo, mientras nuestro líder pueda protegernos él no tiene necesidad de levantar un puño, ¿verdad hermanos?

-por supuesto ¡el puño de Quincy es el más fuerte de esta ciudad! – Los dos hermanos ríen y el chico de lentes se sonroja un poco – ¡Ho! mira jajaja, se ha sonrojado jajaja

Cheos abre los ojos y la masa sale en busca de su siguiente seguidor

Quincy se acerca al líder de la otra pandilla, lo toma del cabello y lo levanta del suelo ―No debiste de atacarnos... tal vez en tu próxima vida pueda darte una segunda oportunidad.

― ¡Ya termínalo Quincy!...― dice uno de los hermanos ―...no es como si mantenerlo vivo pueda darnos algo y si lo dejamos ir va a delatarnos con la policía.

Quincy carga su puño hacia atrás para darle un golpe final al tipo del suelo, pero justo cuando iba a asestarlo una extraña sensación comienza a cubrir su brazo, busca con su mirada la extraña sensación y ve la masa sobre su extremidad ― ¡¿Qué demonios es esto?!

Dalí llega al callejón y mira a Quincy con la masa en su mano ―Mi Señor, ¿él?

Quincy se acerca a Dalí ― ¿Tu eres quien me puso esta estupidez? ¡Quítamela! – sus compañeros se sorprenden y el chico de los lentes cae al suelo del miedo.

-siéntete orgulloso humano, tu serás quien le de vida a mi hermano Jumeon.

Quincy toma rápido un cuchillo de la otra pandilla y se intenta cortar la mitad de su brazo así evitando que la masa crezca– maldito humano – Dalí le suelta un rodillazo en el estómago haciendo que caiga al suelo y suelte su brazo atrás para evitar que escape – Si no fuera por Jumeon te hubiera atravesado con ese ataque.

-¿quién es ese extraño? ¿Qué le hace a Quincy?, ¡MALDITO! – los tres iban a atacar a Dalí pero se detienen al ver a Cheos quien llegaba bajando del cielo y aterriza frente a los pandilleros dando la espalda.

―Siéntete orgulloso, escoria, vas a ser una pieza clave en el desarrollo del plan de un Dios, pero tristemente para ti vas a tener que morir para dar una nueva vida, es triste...no podrás ver toda la destrucción que vamos a causar.― Dalí sonríe mientras escucha los gritos de dolor del tipo al ser envuelto por la masa.

KAMI DESTRUCTION OF DIMENSIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora