A MITAD DE LA NOCHE

EL TRASLADO

Ha transcurrido un mes desde el cumpleaños de mi amiga, y nada ha ocurrido, creo que haber destruido su teléfono fue la mejor opción, he estado reuniéndome con ella, ha estado más tranquila, incluso ya parece que todo el asunto de los mensajes y llamadas ha sido solo una pesadilla, ya de eso queda solo leves recuerdos, es poco tiempo, pero hemos tratado lo menos posible en eso, hemos ido al cine, de shopping, a la estética, sacamos a Max a pasear, que con todo este asunto lo tenía un poco olvidado, todos los fines de semana nos quedamos juntas pasando tiempo de chicas, para mantener distraída nuestra mente.

Compró un nuevo celular, cambió de número y no me ha contado nada más sobre nada extraño, decidimos que para las próximas vacaciones nos iríamos a visitar a nuestras familias.

–Hola April– le dije mientras me sentaba en nuestra mesa, en el mejor restaurante de la ciudad, nuestro favorito

–Hola, al grano, necesitamos organizar tu fiesta, ni creas que porque no te gusten las reuniones con tantas personas no haremos un día especial, pensaba en traer a tu familia, pero sé que están muy ocupados con todos los asuntos de negocios, y pues mejor no molestarlos, ese día seremos solas tú y yo

–No olvidemos a Max– la interrumpí

–A él lo dejaremos con Ryan, sé que se la pasarán muy bien

–No sé si sea buena idea, pero como sé que eres bien terca, no quiero empezar a discutir pues sé que ganarás

–Me alegra que lo sepas, y no tienes derecho a oponerte a nada de lo que prepare para ese día.

Me reí, comimos, y me tuve que despedir pues mi hora de almuerzo había acabado. Al llegar a la oficina, vi que Madison no había regresado la última semana, supuse que había pedido permiso, y no es que se notara mucho su ausencia, realmente todos en la oficina estábamos más tranquilos, sin su voz chillona hablando a toda hora sin parar por toda la oficina, cotilleando sobre la vida de todos.

Fue un día exhausto, en mi apartamento con Max, recibimos un toque en la puerta no esperado, era Marcos.

–Buenas noches, señorita Cassandra

–Buenas noches Marcos, dígame que lo trae por acá, no lo esperaba

Miró sobre mi hombro, reparando lo que había dentro

–Nada señorita, solo quería pasar a ver como se encontraba– dijo mientras seguía reparando, cerré un poco la puerta y me puse en lo que quedaba abierto, tapándole un poco más la visión.

–Está todo bien, estamos bien

–Eso es lo que se espera– retrocedió, y me dio una última mirada reparadora, de arriba abajo

Cerré la puerta, eso sí que fue extraño, pero no le presté atención, me dirigí a mi habitación y dormí, estaba realmente cansada.

La mañana siguiente al salir rumbo a mi trabajo, vi a Madison de la mano con un joven, de más o menos nuestra edad, o quizá unos cuantos años mayor, quien parecía ser familia de Marcos, pues al verlos juntos parecía que hubiesen clonado al mayor cuando estaba en la juventud. Tuvimos un pequeño encuentro visual, y en su rostro se formó una sonrisa poco agradable. Subí a mi auto y me dirigí a la oficina, cuando llegué me encontré a mi jefa Emily, era extraño encontrarla por aquí, siempre está viajando, y cuando llega es un caos. Es una chica un tanto, bueno, demasiada organizada, tiene un horario para cada cosa, para comer, para hacer ejercicio, hasta para tomar agua, y no estoy exagerando.

Sonó el teléfono de mi oficina

– ¿Cassandra puedes venir a la oficina ahora mismo? –

–Claro que sí, señora Emily – colgué y me dirigí a su oficina – Dígame, ¿de qué quería hablarme?

–He visto la contabilidad de la empresa, y me he dado cuenta que la llevas realmente bien, por lo cual he decidido mandarte una temporada a Cambridge a que me reorganices todo lo relacionado con la parte contable, es un verdadero desastre, la última administradora que tuve estaba más interesada en Blake, que por cierto es con quién te tendrás que relacionar la mayor parte del tiempo, pues es mi mano derecha en ese lugar

–Es un gran honor para mí, y ¿para cuándo sería el viaje?

–En dos semanas, estaré mandándote a tu correo todos los datos, lugares, y Blake te enseñará lo que haga falta, puedes retirarte, cuando salgas por favor dile a Madison que la necesito, para que me organice lo de mi vuelo de esta tarde

–Si señora, muchas gracias.

Al salir me encontré con Madison quien acaba de llegar y esta era mi oportunidad de recordarle su incumplimiento

–Llegando tarde cuando la jefa está en la oficina no es para nada bonito.

– ¿Emily está en la oficina?– preguntó alarmada

–Sí, pero veo que te retrasaste por asuntos muy personales, ¿tú novio?

–No me retrase por asunto muy personales como dices – rodó los ojos – sí es mi novio, y estábamos pasando algo de tiempo juntos pues tiene que viajar esta tarde, no vive aquí por asuntos de trabajo, y aprovechamos cada minuto de su tiempo.

–Para – hice cara de asco– no necesito detalles, vengo a decirte que la señora Emily te necesita en la oficina. –

Cuando entré a mi oficina, llamé de inmediato a April, lo de mi traslado temporal era una noticia que necesitaba saber primero que nadie, llamaría a mis padres, pero ellos andan muy ocupados en sus negocios que no era necesario llamarlos para quitarles de su valioso tiempo

– ¡April, me voy a Cambridge! –

– ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuándo?

–Una pregunta a la vez por favor – me reí – Sí, así como escuchaste me voy a Cambridge, Emily me dijo que la ayudara allá con la administración, en dos semanas.

–Amiga, me siento orgullosa de ti, y ¿allá donde llegas, como vas a hacer para ubicarte?

–Un tal Blake me ayudará en eso, es la mano derecha de Emily

–Mmm, interesante... – enseguida escuché su tono de complicidad y supe lo que me diría así que me le adelante

–No, ni creas, solo voy a trabajar, pero me preocupa dejarte solo, con todo el asunto de las llamadas y eso – hubo silencio – ¿April?

–Sí, no te preocupes, todo va a estar bien, todo ha estado bien ¿no?, además es lo mejor ahora, que te vayas, es decir, que cambies de ambiente un rato, que disfrutes, yo estaré bien, estaré con Ryan

–Está bien amiga, te llamo luego, nos vemos el sábado, adiós.

Faltaba poco para mi cumpleaños, y estaba algo preocupada realmente porque fuera a aparecer de repente el psicópata perseguidor, con alguna sorpresita, no era normal que de un día para otro desapareciera, pero no sería problema pues para mi cumpleaños estaré ya instalada en mi nuevo lugar de trabajo, por lo tanto, supongo que haré video–llamada con mi mejor amiga.

Lo único que me preocupa es dejarla sola en esta grande ciudad con Ryan, parece quererla pero hay algo en él que no me deja del todo tranquila, oculta algo, cuando regrese puede que lo averigüe, por lo que parece que él sabe que yo sospecho, y esa es la posible razón por la que no congeniamos.