A MITAD DE LA NOCHE

ESTO AÚN NO TERMINA

Han pasado ya un mes desde la muerte de la detective Holt, los mensajes van cada vez más amenazantes, no entiendo que quiere este hombre, no recuerdo haber hecho nada para ganarme a semejante perseguidor.

Por las empresas que tienen mis padre ya no es, pues luego de aquel secuestro que tuvimos de niñas no habíamos tenido ningún acercamiento extraño, mi padre ya no trabaja de manera directa, tiene un administrador. No veo la razón para que esto esté pasando, decidí quedarme aquí hasta que me sintiera un poco mejor para regresar a esa ciudad en la que he tenido tanto con que lidiar; recibí una llamada de Ryan

-Hola Ryan ¿Cómo estás?

-Muy bien, el que no está bien es Max, no sé qué le pasó, hace una semana que no está del todo activo y su comida permanece intacta.

-¿Ya lo llevaste al veterinario? Cass se muere donde a su perro le pase algo

-Ya lo hice, pero no le encuentran nada, últimamente ha tomado una actitud bastante confina, ladra durante las noches, se pierde y aparece a los días todo ensangrentado. Me preocupa el canino, y no es por Cass sino por el cariño que le he tomado que me dolería si este animal llegara a morir.

-¿Dices que ladra durante las noches y regresa ensangrentado? Eso no es normal, pues él fue domesticado desde que era un cachorro, Cass nunca tuvo problemas con peleas callejeras ni nada parecido

Oí un ladrido a través del teléfono, comenzó a gritar desesperado, parecía que corría pues se escuchaba algo agitado, pude oír una cerradura bloquearse.

-¿Ryan estás bien? –Se escuchaba su respiración demasiado pesada- ¿Ryan?

-Estoy bien, esta vez fue diferente se salió de control, nunca había envestido contra mí.

-Llamaré a Cass para comunicarle, hablamos luego por ahora déjalo encerrado donde esté y quédate en otro lado, por prevención.

Me recosté durante unos minutos en mi cama, realmente este cuarto me traía muchos recuerdos, aquí pasé toda mi infancia junto a Cass, realmente no había nada que no hubiésemos hecho juntas, realmente la extrañaba, decidí que la visitaría la próxima semana.

De nuevo los pitidos llegaron, solo me ha ocurrido unas cuantas veces pero cada vez se intensifica más su sonido, esta vez iba acompañado de un golpeteo, pero este se escuchaba sobre algún vidrio, miré primero hacía la ventana, me acerqué a ella pero no provenía de allí, me concentré en ese golpeteo, cerré los ojos me deje guiar por su sonido, al abrirlos me encontraba frente al espejo allí los sonidos se mezclaron a mayor intensidad e hicieron que mi cabeza quisiera explotar.

Mantuve mi mirada fija en él ignorando el bullicio dentro de mí, aclaré mi vista y no podía ver más allá de mi reflejo; unos segundos después pude observar a través de él dos niñas peleando por sus muñecas, pude reconocernos, éramos Cass y yo, eso tiempos, de pronto todo se fue tornando algo nubloso, adolescentes se mostraban allí, estaban felices, abrazándose; al momento pude observar como Cass lidiaba con Madison, yo no intervenía pues ella siempre fue más fuerte y audaz que yo, desde el instituto ella fue nuestro dolor de cabeza. Todo pareció desaparecer, pero aún no terminaba, una imagen de nosotras adultas ocupó el espejo, estábamos en la cafetería recuerdo que ese fue el día en el que todo comenzó, pude observar mejor y pode notar en nuestra misma mesa que algo junto a nosotras se movía, tenía forma, pero no podía deducir muy bien de que se trataba, supe de inmediato que esa cosa extrañaba tenía que ver con todo esto de los eventos que han estado ocurriendo; Algo extraño sucedió la última imagen que vi antes de volver a ver mi reflejo, fueron mis manos llenas de sangre.

Quedé para frente al espejo durante unos minutos observando mi mano, y tratando de descifrar que se suponía que significaba aquello, mis pensamientos fueron interrumpidos por una llamadas. Contesté sin mirar de quien se trataba.

-¿Impresionada de tus alcances?, eso es solo una muestra de lo que puedo hacer con tu mente. No vayas en su búsqueda lo lamentarás.

-¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Por qué a mí? –la única respuesta que obtuve fue sonido del aviso de que la llamada había sido cortada.

Me tendí en mi cama a llorar. No arreglaría nada haciéndolo, pero sacaba todo el odio y frustración que sentía, sin darme cuenta esta situación me ha ido carcomiendo cada parte de mi ser.

Solo quiero que esto termine, que mi vida vuelva a su normalidad o acabar conmigo antes que él lo haga. Ya no soporto más me despediré de mi amiga, mis padres y de Ryan, han sido parte de mi vida, son mi mayores tesoros, pero no quiero que ese tipo les haga daño por no conseguir lo que quiere, aunque yo siga desconociendo su objetivo. Mi mente está corriendo un grave peligro. Un nuevo mensaje, lo abrí; llámenme masoquista, pero estoy segura que pronto esto acabaría.

"Dame lo que quiero, analiza toda tu vida y busca en ella tu punto débil, busca el centro de este asunto, y regálame el placer de obtener mi preciado tesoro, en tu mente se encuentra la salida de esto"

Lo haré, encontraré el origen de este infierno y acabaré con él a como dé lugar.