Metamorfosis en proceso

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Al regresar a mi cuarto, me acosté en mi cómoda cama y quise de nuevo recrear los hechos para entender por qué me habían secuestrado esas personas, quiero decir, de qué manera me merecía ese trato si nunca en mi vida las había visto, sin embargo no era todo por lo que me tenía que preocupar, ya que en lo que en realidad me iba a tener noches sin dormir era imaginar que tipo de reacción iban a tener todos esos químicos que me inyectaron. Fue inútil, realmente me sentía bastante cansado.

Trate de descansar, mañana, después de la escuela, iría a buscar a mi padre para que me analizara por completo; desde el día en que nos independizamos de él, no lo he vuelto a ver, sólo espero que no rechace mi petición o esto me va a volver loco.

Eran las 6:00 am, ¿por qué había abierto los ojos sin ninguna razón a esa hora? Solo logre ver la luz tenue del poco sol que salía y que se asomaba por la ventana, de pronto cerré nuevamente los ojos y me quede totalmente dormido.

Al despertar, más tarde, o mejor dicho muy tarde. Sentí mi cuerpo diferente, me pesaba como si mis músculos hubieran crecido en una noche, pero no me cansaban, tenía mucha energía, me sentía realmente fabuloso.

Me levante de un brinco de la cama, al ver que eran las 9:00 de la mañana.

-¡Demonios!, ya es muy tarde. Muy bien, no te desesperes aún tienes 15 minutos de tolerancia y puedes volar. - Me dije a mi mismo, con el fin de darme esperanzas de llegar a tiempo a la escuela.

Me dirigí al baño y comencé a ducharme, no había tiempo de poner a calentar el agua por lo que me bañe con agua fría, aunque no sentí la temperatura del agua tan baja como yo esperaba, supongo que luchar contra el tiempo hace que no te percates de ciertas cosas. Al salir me mire al espejo, me sorprendí al ver que mi color de piel se comenzaba a tornar de un color pálido, como si nunca hubiera salido asolearme a la playa o algo por el estilo, no le di mucha importancia, supuse que tomó ese tono por el "glacial" que cayó sobre mí, sin embargo, tenía el presentimiento que probablemente me fuera a resfriar, pronto empezaría a tener algunos síntomas.

Proseguí a lavarme los dientes, cambiarme y bajar rápidamente a la cocina; como era de esperarse mis hermanos ya se habían adelantado a la escuela. Tome un vaso de leche, la cual tampoco le tome mucho sabor, y un poco de cereal para combinarlos en mi boca. Era un "desayuno express".

Al salir de la casa, note que la luz del sol quemaba mis ojos, como cuando pones un pedazo de papel y una lupa apuntando de un lado al sol y del otro al papel, el proceso era algo lento pero de igual manera se sentía bastante calor. Regrese nuevamente a la casa a buscar unos lentes obscuros que cubrieran mis ojos azules, por suerte había comprado unos muy cool cuando fuimos a la playa.

Sentí que el tiempo había pasado rápido y probablemente ya eran más de las 9:15 am, por lo que comencé a idear un plan para escabullirme en el salón hasta mi asiento sin que el profesor se diera cuenta. Al llegar a la escuela, me dirigí al salón sin ver la hora, y con cautela abrí la puerta, note que el profesor estaba de espaldas, anotando algunos ejercicios de matemáticas, por lo que era mi oportunidad. Lentamente camine, hasta que las palabras de mi insoportable hermano me aturdieron, llamando la atención de toda la clase y el profesor.

-¡Boomer, hasta que llegaste! ¿A caso te perdiste hermanito?

-¡Butch, eres un idiota!

-Joven Boomer. - Mi cara de molestia se desvió de mi hermano al escuchar que me llamaba el profesor, quien miro su reloj y luego dirigió su vista hacia mí.

-Acabamos de comenzar la clase, ¿por qué está de pie?

-Lo siento profesor, se me hizo un poco tarde.

-¿Tarde? Son 9:10am aún está a tiempo, tome asiento y anote los ejercicios.

-Sí, profesor.

- Y... joven Boomer...

-¿Sí, profesor?

-Quítese esos lentes obscuros, no estamos de vacaciones.

- Claro, lo lamento

Al fondo se escucharon unas risas burlonas, entre ellas, las de mis hermanos.

-¡Tonto!- Me susurro Butch

-Cállate, me las vas a pagar. - Le dije en voz baja, mientras guardaba los lentes en mi chaqueta.

Cuando el sol caeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora