Apocalipsis

Mexican

*Luego de que David me haya salvado de aquéllos zombies y nos hayamos refugiado en la segunda planta del aquél edificio, habían pasado tres días y aquellos días habían sido de paz absoluta.

David hablaba muy poco y cuándo lo hacía era para darme órdenes, me hago la idea de que piensa qué por haberme salvado tiene el derecho de darme órdenes a cada rato.

Estaba vigilando la primera planta ya qué un grupo de zombies ha estado rodando por los alrededores, como si supieran que hay humanos aquí dentro y están a la espera de que estos salgan para poder darle caza.

Escuchó un ruido proveniente de la primera planta y al voltear me encuentro con algunos zombies deseando entrar desde el exterior, veo con horror como la puerta comienza a ceder y esas cosas sedientas de sangre a punto de ingresar.

Me levanto despavorido hacia el lugar donde se encuentra David y lo encuentro sacando la comida de las mochilas que siempre lleva, tal vez para el almuerzo*.

-¡David los zombies están entrando!

-¡¿qué?! *me responde regresando toda la comida a la mochila y pasándome la menos pesada, mientras hacía todo eso el ruido de aquéllos zombies intentando entrar llegaban a nuestros oídos acelerando nuestros pulsos* nos iremos por la puerta de salida de emergencia con un poco de suerte no habrán entrando, ¿entendiste?

*asiento con la cabeza y salimos corriendo despavoridos hasta la salida de emergencia, los pasos apresurados de los zombies detrás nuestro, el tiempo se detuvo mientras acelerábamos nuestros pies pero no fueron los zombies detrás nuestro o la gran cantidad de estos lo que nos hizo prácticamente saltar los escalones de las escaleras sino el sonido de ladridos, ladridos de perros para ser mas exactos.

A pocos centímetros de llegar a la puerta un par de perros pero no perros cualquiera sino perros zombies de lo que anteriormente eran de la raza dóberman, saltaron al pie de las escaleras y prácticamente nos morderían sino fuera porqué David abrió la puerta y nos lanzo a ambos fuera del edificio*.

-¿e-estas bien?

-s-si, ¿enserio perros zombies?, esto es resident evil o qué

-n-no lo se pero seguro que hay más de dónde salieron esos dos.

-si ese es el caso deberíamos encontrar un nuevo refugio no podemos estar a la intemperie por mucho tiempo.

-hay una pequeña casa muy cerca de aquí, es pequeña pero nos protegerá tiene un portón grande y resistente *me contestó mientras se ponía encaminaba al lugar, sin importarle si yo le seguía o no*

-¿cómo sabes que esa casa está cerca? *le pregunte mientras comenzaba a caminar y llegaba a su lado, no me quedaría parado ni que estuviera loco*

-vivia aquí antes de que todo esto empezara, y siempre pasaba delante de esa casa cuándo iba a estudiar y después a trabajar.

*El resto del camino no hablamos mucho, no era por que no teníamos de que hablar sino que los zombies eran atraídos por el ruido y dos personas hablando tal vez lo atraerían.

Pudimos ver la casa luego de doblar por unas cuentas calles pero verla y poder llegar hasta ella eran dos cosas muy distintas, la casa estaba repleta de zombies desde el lado afuera de está, claro qué del lado de adentro no había zombies.

El sonido de una lata de refresco rodando por el piso hizo que los casi 100 zombies que caminaban arrastrando los pies se voltearan hacia nosotros, -fucking can- maldije internamente a la lata.

Corrimos del lado opuesto a donde deseábamos llegar pero con un grupo de casi cien zombies detrás tuyo claramente no vas a correr hacia ellos, comenzamos a doblar por todas las esquinas de las calles intentando perdemos de vista*.

-¡que bronca, oye wey vamos a darle la vuelta a la calle tal vez así podamos llegar a la casa antes que ellos!

-¡Ok!

*Doblamos por una de las esquinas y antes de poder tirar el grito al aire nos encontrábamos rodeados de zombies, David reaccionando a tiempo logro subirnos arriba de un camión que estaba aparcado en el medio de la calle y nos impedía ver cuántos zombies habían en realidad.

Lo único que nos separaba de ellos y nosotros era la gran altura que tenía el camión ya que nos encontrábamos arriba del furgón del mismo, pero eso no era impedimento de que aquellas criaturas intentaran llegar hasta nosotros.

De un momento a otro nos encontrábamos en el medio de una horda de zombies hambrientos y sedientos de sangre, al pasar el tiempo éstos comenzaron a balancear el camión de un lado al otro de manera bruca y con cada balanceo me desequilibraba más*.

-¡David me voy a caer!

-¡no te caigas wey, aguanta un rato más!

*Cómo si lo hubiera precedido el movimiento de balanceó del camión se volvió mucho mas brusco y en unos segundos me había soltado a la vez que me resbalaba hasta el borde del camión*

-¡David help! *grite horrorizado intentando aferrarme al furgón que antes era mi refugio, David respondió a mi llamado intentando agarrarme*

*Pero sus intentos eran inútiles y en un par de minutos me encontraba suspendido del camión mientras sentía como esas cosas intentaban atraparme por los pies.

David llego hasta donde me encontraba y con todas sus fuerzas trataba de levantarme por las muñecas, mientras yo intentaba ayudarle impulsándome con los pies con el furgón del camión.

Pero en descuido de ambos,de flaquear de parte de él y resbalarme de mi parte; comencé a caer desdé el camión y por ende a la horda de zombies que se encontraba debajo nuestro.

Al chocar contra el frío y húmedo pavimento todos los zombies que se encontraban cerca se abalanzaron sobre mi intentando morderme, por el fuerte golpe detrás de mi cabeza me desoriente por varios minutos impidiéndome defenderme de aquella horda de zombies.*

-¡gringo! *la voz desesperada de David llamándome por aquél raro apodó fue lo único que escuché antes de caer en la oscuridad sintiendo como aquellas criaturas me tocaban pero antes de caer por completo en la inconsciencia susurré con la poca fuerza que me quedaban:*

-mexican help.

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¿Me tardé? En fin espero que le haya gustado y que la espera haya dado sus frutos.

Si le gusto esta historia no olviden de comentar y votar, y entren a mis otras historias si les agrado está.

Quiero avisarles que intentare publicar los fines de semana y algunos viernes, dijo instaré ya que estoy muy ocupado y habeses no puedo ni siquiera dormir.

La palabra mexican es como le dicen los estadounidense a los mexicanos es algo así cómo "gringo" para nosotros.

El término gringo proviene de la guerra estados unidos-México cuándo las tropas estadounidense atacaron México cantaban "verdes crecen las lilas" o en ingles "green grow the lilans" y los mexicanos imitándolos le gritaban "gringo" también puede ser que como las tropas estadounidense se diferenciaban por el color el sargento de la tropa verde gritaba "green go" para que su tropa avanzará y los mexicanos de modo de burla gritaban "gringo".

😸😸😸