Apocalipsis

Triste Ayer

"Estoy cansado,
Cansado de esta rutina,
Cansado de esta habitación,
Por favor salvame...."

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*Ya había pasado unos meses de la muerte de Ezequiel, meses en los cuales no hay momento en que me arrepiento de lo sucedido y en los cuales me había hecho amigo de un grupo de argentinos raros...*

-che, ¿por qué la cara larga?

-no es nada Stella *se me había olvidado que la chica del caldero se encontraba a mi lado, al parecer el apodo que le había puesto el primer día se le había quedado y si que le combinaba ya que el caldero que llevaba aquél días no se lo ha quitado. Los chicos se encuentran rodeando las afuera de la casa verificando que no hallan entrado ningún zombie.*

-no estuvieras así si no fuera por nada, desdé que llegamos no te ehvisto reír ni un momento.

-¿reir? Stella cómo quieres que ría, cuando el mundo esta casi destruido.

-bueno no todo está perdido, ¿te dijo algo? *pregunta acercándose un poco hacia mi, le asiento con la cabeza para que prosiga con su comentario a lo que esta baja la cabeza con tristeza pero con una leve sonrisa en sus labios* una persona hace mucho tiempo dijo una vez "nunca dejes de sonreír porque cuando lo hagas el mundo estará perdido".

-entonces el mundo ya está perdido hace mucho tiempo, sólo quiero ir dejar que una de esas bestias me maten por lo menos de esa manera sera de utilidad.

-entonces ¿cuál seria el propósito para que estés aquí? *a su pregunta levanté la cabeza mirándola dubitativo, ella a notar mi duda me observó para luego explicarse mejor* todos aquí hemos perdido a alguien importante pero si mueres éstos se van contigo, lo único que mantiene vivos a los muertos son los recuerdos de las personas que estuvieron a su lado, si estos mueren ¿quien los recordara?

*Abrí mi boca pero la cerré al instante, tenía razón si moría quien recordaría a Maria, a mis padres, a Ezequiel...;Volví a mirarla pero dándole las gracias con la mirada, ella se dio cuenta y me devolvió el gestó con una sonrisa.

Escuchamos un sonido proveniente del patio y ambos nos pusimos en alerta, en ese mismo momento entraron Miguel y Pablo pálidos como si hubieran visto un fantasma, al vernos nos suplicaron con la mirada que recogiéramos todas las cosas en ese mismo instante*

-¿pero que chingones fue eso? *grité mientras ayudaba a Stella y a los demás a recoger en tiempo récord todas las cosas a la vez que las guardábamos en las mochilas*

-zombies.

*Con solo esa palabra Stella y yo nos quedamos en blanco, nos miramos ambos por el rabillo del ojo mientras agarrábamos algunas mochilas y nuestras armas*

-¿che pero cómo han consigo entrar?

-dijamos que "alguien" disparó al candado de la puerta en vez a los zombies *hablo Pablo haciendo énfasis en la palabra "alguien*.

-¡no es mi culpa que se halla movido de lugar!

-ajam claro.

-che dejen de pelear, tenemos que salir de aquí antes que...

*Antes de qué Stella pudiera terminar de hablar la puerta que nos separaba de ellos comenzó a crujir y nuestra cara empezó a palidecer, corrimos para llegar a la puerta trasera.

Al llegar a está la abrimos entré gritos y maldiciones, cuando por fin estuvo abierta salimos corriendo todo lo que nuestros pies podian.

Para llegar a la calle teníamos que cruzar el portón, cosa fácil si no fuera que estuviera rodeada de zombies hambrientos, al llegar al portón los chicos comenzaron a dispararse a los que se acercaban demasiado a nosotros.

Todo estuvo bien hasta que llegamos hasta la calle, está se encontraba con pequeños grupos de unos 10 zombies en cada uno, todos nos pusimos tan blanco como una hoja de papel ya que los zombies al darse cuenta de nuestra presencia comenzaron a correr a nuestro encuentro*.

-hijole

-¡por aquí! *gritó alguien del grupo e inmediatamente todos corrimos hacia dónde este corría*

*No tardaron en comenzar a pisarnos los talones y en unas pocas horas tuvimos que buscar refugio, el sonido de aquellas cosas gritando o rugiendo detrás nuestro hacia que nuestra piel se volviera de gallina.

A la distancia un almacén se erguía delante nuestro con sus puertas cerradas, en un intentó de desespero Pablo le disparo al candado de la puerta continúa y en un abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos dentro de aquél almacén oscuro.

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Esperó que le halla gustado, se que es corto para el tiempo que tuvieron que esperar pero es mejor que nada.

Me disculpo por no haber subido el fin de semana que paso, pero estuve muy ocupada ya que todos los profesores al parecer se pudieron de acuerdo para dar exámenes en una sola semana y el resultado fue que no tenia tiempo ni para dormir. 😖

Pero aquí está su tan esperado capítulo, la frase que Stella menciona es de Charlie Chaplin.

Si le gusto el capitulo comenten y voten :D 🙋