Capitulo 29

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 Había prometido contar una simple historia...

Lejos estaba de ser incomoda esa pequeña cama, hermoso o maravilloso aquella limitaciones que se puedan sentir y acompañaba aquella maravillosa vista de esa hermosa chica que entre sus brazos se estremecía buscando con un poco de movimiento la mejor posición para seguir durmiendo.

"Ayano"

pueden sus azules ojos desear admirar nada mas bello que la mujer de largo cabello dueña de su corazón. Claro estaba pues nada jamas podrá ser comparada con aquella linda chica que sueña entre sus brazos y que su amor le ha entregado sin detenerse a pensar, pues pensar era ridículo sabiendo que su corazón tenia y sigue teniendo por siempre la razón en el amor.

"Ayano... despierta... despierta amorcito"

era el inicio de un nuevo día, un día que estaría sin duda lleno de buenas noticias para Kyōko. Ya de por si era bueno volver a sentir lo que tanto anhelaba y que nada de lo que haga podrá volver a alejarla de su lado, los errores quedaron en el pasado, un pasado que Kyōko jura no volver a repetir.

Por los pasillos se oían pasos despreocupados, mucho movimiento pero nada alarmante era la atmósfera del hospital. Pronto o casi nada una chica de corto cabello claro irrumpió dentro de la habitación...

"buenos..." su nariz sangró y trato de contener la sangre que salia a chorros mientras cerraba la puerta con su cuerpo que débil se recargó sobre esta y después deslizó hasta el piso.

"oh vaya..." Chitose se había dado un baño en su propia sangre

"hmm..." gimió en respuesta a la molesta luz que ya gobierna aquella mañana "Kyōko..." Ayano entreabrió los ojos por la incomodidad de los rayos de luz

"despierta ya amor..." Kyōko acaricio la mejilla de su amada, como respuesta Ayano giro su cabeza para un mayor contacto con aquella suave mano

"Kyōko... ¿que hora es?"

"no lo sé, pero..." Kyōko se inclino sobre ella y deposito un dulce beso sobre los labios de la chica "tenemos un problema"

"¿que problema?" pregunto aun sin tener idea de su entorno

"mira hacia la puerta" dijo Kyōko

"hacia la puerta... ¡Chitose!" Ayano salto de la cama y corrió hacia su amiga "¿que te paso?"

"tienes frio Ayano... jeje yo seré tu fuente de calor jeje" balbuceaba la chica

Ayano se apresuro a brindarle ayuda a su amiga, otras vez la ironía de la vida hace juegos sobre la chica de anteojos. Chitose balbuceaba cosas sin sentido y a juzgar por su enorme sonrisa, ella estaba fuera de peligro.

Con aquel pequeño incidente, Kyōko y Ayano empezaron el día, a diferencia de los anteriores, Ayano sonreía mas al igual que Kyōko. Nadie sabia por que, tampoco era prudente preguntar, así era mejor. Chitose se sentía feliz por Ayano, mas aun cuando le daba buenas noticias con respecto a la salud de Kyōko.

"bien Toshinō-san esta en perfecto estado" Se dirigió a Ayano después de comprobar ciertas funciones en Kyōko

"es un alivio" Son grandes pesos de los que Ayano se libero, con un suspiro de alivio transmitió su alegría

"yo soy muy resistente cariño" dijo Kyōko guiñándole un ojo a la nombrada

"Kyōko... no me digas así" se avergonzaba pero su corazón se emocionaba con cada palabra cursi que su amada le decía

"como tu digas amorcito"

"Kyōko..."

"muy bien, pero debes cuidarte, tu herida aun sigue frágil" dijo Chitose escribiendo en el portapapeles el informe sobre los cambios en Kyōko "Ayano-chan debes cambiar el vendaje y..."

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