Capítulo 6: "La extraña joven"

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Hoy estaba pasando por un parque, cerca del hospital Santojanny, era un hermoso lugar para pasar el rato y no hacer nada. Vi a una joven que me pareció muy familiar; me acerqué a escuchar su voz, quizás la recordaría, su voz me sonaba muy familiar, pero tenía un bloqueo mental o algo como eso. Realmente, quería saber quién era, pero no podía recordarla. Esas cosas no se me daban muy fácilmente, me gustaría poder recordar todo.

La mujer se veía realmente joven, parecía de unos treinta años o quizás menos. Su cabello rojizo, excepcional, era realmente hermoso, brillaba a la luz del sol, no podía lograr ver su color de ojos, pero podía imaginar que eran claros. Su piel blanca, era demasiado pálida y las venas se le notaban. No podía ver mucho más, pero quería dejar de verla para prestar atención a otra cosa, lamentablemente, solo podía verla a ella. No hacía nada más que verla, no quería hacerlo más, pero era imposible. Desearía no haberla visto, pero ya era demasiado tarde.

La muchacha se acercó decidida hacia mí y me preguntó—: ¿Castiel? —Al parecer, ella si me recordaba de algún lado—. Dile a tú padre que ya estoy de vuelta —Se dio media vuelta, chasqueó sus dedos y desapareció.

Me quedé sin palabras, no recordaba quién era o qué era. No sabía la razón de su acercamiento, solo sabía que ella me conocía de algún lado y cuando me dijo sobre Dios, fue ahí que supe que la conocía del cielo. Esa mujer no podía ser mundana, era un ser poderoso, podía sentirlo en el aire. Muchas veces, me gustaría no sentir esas cosas, pero no podía hacer nada para que aquello cambiara, tenía que aceptar que era así.

Al día siguiente, me levanté sin ganas de hacer nada, solo decidí que quería ejercitar, hace mucho tiempo no hacía ese tipo de cosas mundanas, no era malo hacerlas, por ese motivo, fui a correr. Era domingo, había un sol brillante, era tan hermoso el día y de la nada aparecí en el cielo; no entendí qué sucedía, me dispuse a encontrar a Abel para preguntar qué sucedía. Comencé a caminar en la búsqueda de aquel ángel del señor, lo necesitaba para sacar información. Sabía que Abel era demasiado sabio y que se daría cuenta que le iba a sacar información sobre todo lo que estaba sucediendo.

Seguí caminando hasta que me harté de mantener la calma, necesitaba encontrarlo y si no lo hacía no podría averiguar nada de lo sucedido. Quiero saber todo, pero sé que será imposible de inquirir.

—Abel, ¿¡Dónde estás!? —Comencé a gritar en su búsqueda, que obviamente necesitaba hacer, ya que verdaderamente necesitaba respuestas. Quizás él las poseía, sabía que las tenía.

—Aquí, calla... —Me señaló a la joven que vi en el parque, ella estaba discutiendo con Dios.

El sonido de su voz me dejaba pequeñas imágenes dentro de mí mente, pero no podía verlas con claridad. Todo lo que lograba ver era una gran nube y al final una flor violeta, claramente, era un jacaranda. No comprendía lo que estaba visualizando dentro de mi mente, pero decidí no prestar mucha atención en aquellas imágenes y concentrarme en la mujer que discutía acaloradamente con mi padre.

1) El ángel pecador (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora