Harry había notado la incomodidad de Louis, por lo que decidió hacer como si nada hubiera pasado. No quería marcharse aún, ¡Este iba a ser su día con su bebé!
- No me quiero ir a casa... - murmuró jugando con un hilo de su suéter.
- ¿Que?- exclamó confundido con sus zafiros abiertos como platos - ¿Y quién dijo que debes marcharte?
Harry lo miró sobresaltado. Wow, ese grito lo agarró desprevenido.
- Quiero decir, debes estar incómodo después de... uhm - conecto sus ojos con los de su amigo pero al instante volvió a agachar la mirada -, ya sabes.
- Oh, lo siento, no quería que pensaras eso. Es sólo que... Fue extraño - dudó un poco si estaba utilizando las palabras correctas - Pero no dejaré que te marches, viniste a mi casa a divertirnos, ¿no? Hagamos algo, lo que tú quieras.
- Bien, ¿una película? - lo miró.
- ¿Ahora?, no lo se... Pensaba en algo más, ¿activo?, la película podríamos dejarla para después.
- Bueno, tengo hambre - se encogió de hombros-. ¿Tienes algo?
- Si, podría hacernos emparedados, los mejores de Nueva York, lo juro - susurró la última parte -, snacks, uhm, comida enlatada - enumeraba con sus dedos y recordaba lo que había en su refrigerador - ¡O podríamos hacer galletas! - gritó emocionado como si hubiera tenido la mejor idea - Bueno, si tu quieres, quizás podría ser divertido. Pero no te garantizo que serán ricas.
- ¡Eso es genial! - sus ojos brillaron -. Yo solía ser panadero, ¿sabes? Claro, de algo tenía que vivir a los quince - se encogió de hombros.
Hablaba de su pasado fingiendo que no era la gran cosa, pero lo era.
Ambos lo sabían, pero ninguno era lo suficientemente fuerte para enfrentarlo.
A Louis le dolía. Le dolía y mucho. No entendía como ese ángel pudo haber pasado por tanto. Le dolía pensar hasta en la más mínima lágrima que el había soltado.
No lo merecía, y se arrepiente no haber aparecido en su vida mucho más antes para que nada de esto pasara.
Pero aún así, el pasado no vino para quedarse.
Desvió de su mente sus pensamientos y lo miró cálidamente.
- Estupendo, porque yo no se cocinar - cambió de tema -. Realmente no se cocinar, tengo una especie de talento para el desastre - dijo admitiéndolo divertido - Tal vez contigo, las galletas salgan... Buenas. Ni siquiera se por qué lo dije, no tengo idea de cómo hacer galletas, pero en los programas se ve entretenido y fácil.
- Lo es - se encogió de hombros-. ¿Y de qué te alimentas cuando tus padres no están? - lo miró luciendo preocupado.
- Soy un maestro con el microondas - un tanto orgulloso y conforme.
Harry soltó una carcajada y por impulso tapa su boca avergonzado, aunque continuó riendo.
Y, joder, Louis no entiende cómo lo puede encontrar tan encantador. ¡Es su amigo, maldición!
- Entonces, deberíamos ir sacando los ingredientes.
- Deberíamos.
Louis expresó una seña para que Harry lo siga hacia la cocina.
- Tú eres el chef aquí - señalando la alacena -. Escoge lo que necesites, yo seré tu asistente - mientras le entregaba una adorable sonrisa al rizado.
Harry tragó saliva al ver al castaño, quien ni siquiera intentaba lucir lindo, pero lo lograba.
Un poco tímido comenzó a sacar los ingredientes, pero le costó mucho, no era su casa, y las puertas de las alacenas lo confundían.
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dirty texts - LARRY STYLINSON -
FanfictionNúmero desconocido: Hey, Lou Número desconocido: Hoy día te ví en el almuerzo. Número desconocido: Qué buen culo tienes ;) Número desconocido: Xoxo. Número desconocido: Harry