No hable con Dan hasta Enero, antes de eso me escribió un mensaje de Año nuevo al Whatsapp:
"perdóname por arruinar esto, no tenia pensado confesarte lo que sentía, pero estas dos ultimas semanas fuimos tan cercanos, nos divertimos tanto, hablamos todos los días, tenia que decirlo, necesitaba saber si existía una posibilidad mínima de que me correspondieras, se que fui un tonto, lamento ver cosas que no existían, por favor perdóname y volvamos a ser amigos"
No conteste su mensaje, ¿que iba a decir?, sabia que no podía huir por siempre, trabajábamos en el mismo lugar y yo era su jefa, y aunque el estaba dándome mi espacio, algún día tendría que hablar de esto con el y confrontarlo.
Llegar a la oficina después de no verlo por unos días solo intensificaba el nerviosismo que tenia, no podía dejar de pensar en el día después de navidad, estaba segura que el sabia que había hecho mal, que no debió besarme, y que estaría tan apenado como yo, pero en una parte muy dentro de mi sabia que yo debí decir algo, debía detenerlo ¿por que no dije nada? ¿porque? me quede como tonta ahí. Fue un completo error, lo sabia, y ahora era tan difícil ver esa linea profesional y moral que antes me separaba de el, ahora no estaba segura de poder mantener al margen sus sentimientos ¿o eran los míos? no estaba segura, desde aquel dia los sentimientos que tenia de amistad comenzaron a cambiar y trasformarse, o tal vez solo salieron a la luz después de todo su compañía desde que ingreso a la empresa había sido sumamente grata para mi.
Negué, tenia que resistirme, no podía dejarme sentir nada por el, aun asi recordé su tacto sobre mi mano, su calor al aprisionar mi cuerpo y la dulzura de sus labio, se que pude pararlo, decirle no hagas nada, estaba segura que el estaba esperando que lo rechazara, un indicio de que no lo deseaba, pero estaba dándome cuenta que yo también lo deseaba , estaba tan confundida.
Talle mi cara fuertemente por la desesperación que este conflicto moral me causaba, ese día no llevaba ni una gota de maquillaje, no tenia el humor, no sabia que hacer, realmente ¿que era Dan para mi?, ¿me gustaba?, ¿lo quería como amigo?, ¿solo pensaba en esto por que me había besado? no lo sabia, pero, que demonios importaba el estaba casado ¿que tenia que pensar?, absolutamente nada.
Decidí sanjar ese asunto, entre Dan y yo jamas pasaría nada, el era un hombre casado y yo no era el tipo de mujer que se convertiría en una amante, no señor mis padres no habían criado a una mujer así, estaba decidido tenia que mantener mi relación con Dan lo mas profesional que fuera posible. Seguí trabajando por un largo rato.
A medio día el teléfono de mi oficina no dejaba de sonar, me era imposible concentrarme con el sonido a todo volumen, mi asistente estaba fuera de su lugar por lo cual tendría que atender yo si deseaba dejar de escuchar el molesto sonido, me precipite a levantar la bocina.
-Gerencia de Marketing buenas tardes- dije sonriendo.
Nadie respondía, espere un momento mientras intentaba descifrar lo que parecían sollozos.
-¿Hola? pregunte de nuevo preocupada
-Podría comunicarme con Katherine Hayes-
Reconocí la voz tras el teléfono era mi tía Ilse, me alarme de inmediato tras escuchar de nuevo sus sollozos
-¿Tia Ilse, eres tu?- dije con mi voz quebrantada, pensé en mis padres de inmediato, tenia un mal presentimiento
-Oh Kat, tus padres, yo...-
Sentí como la sangre bajaba desde mi cabeza hasta mis pies, espere pacientemente a que mi tia terminara la oración, esa pausa parecía eterna y me mantenía en una ahogada agonía, podía adivinar lo que ella estaba a punto de decir, pero no quería escucharlo, estaba negada aun sin haber escuchado la noticia.
Sollozo -lo siento..., de verdad lo siento, preciosa- la palabras se ahogaban entre sus lagrimas
Entre en una clase de shock , no respondí, no podía emitir ningún sonido o palabra, fue como si mis sentidos hubieran apagado por completo.
El marido de la tía Ilse tomo el teléfono mientras podía escuchar a lo lejos la voz de ella lamentando su perdida "por que ellos" "pobre de mi niña" al parecer mi tía no podía contenerse mas, mi tío trataba de tranquilizarla.
El retomo la llamada -Tranquila hija, yo me haré cargo de todo- pude escuchar como tragaba saliva nervioso -de verdad lo lamento, estamos en el hospital general, ven en cuanto puedas-
Colgué el teléfono involuntariamente, mi mano se había movido sin que me diera cuenta, quería ponerme de pie y correr al hospital pero mis piernas no me respondían, mi cuerpo seguía inmóvil sentado en esa silla.
Me percate de la presencia de Dan parado en la entrada de mi oficina, tenia un par de papeles en su mano, mire su rostro mientras la cabeza comenzaba a darme vueltas, debía verme muy mal por que el estaba muy asustado corriendo hacia a mi, comencé a ver todo en cámara lenta, los papeles de su mano cayeron esparciéndose en el piso mientras el gritaba mi nombre.
-Kat estas bien- grito mientras se acercaba cada vez mas a mi
A pesar de que el corria hacia mi, su voz se escuchaba cada vez mas lejos, la habitación comenzó a dar vueltas, sentí los brazos de Dan sujetándome fuertemente, su voz seguía alejándose cada vez mas, estaba apenas consciente, todo era tan lejano, un par de empleados entraron corriendo a la habitación, Dan seguía gritando por ayuda.
-Rápido trae alcohol- dijo Dan agitado, me apretó aun mas fuerte -vuelve Kat, Kat ¿me escuchas?-
Sentía mi cuerpo pesado, estaba poco a poco perdiéndome en la obscuridad.
El fuerte olor a alcohol me sobresalto, me reincorpore con cuidado, me frote los ojos lentamente, estaban llenos de lagrimas, no recordaba cuando había comenzado a llorar. El seguía mirándome preocupado y sosteniéndome fuertemente.
-Voy a llevarte al sofa- me subió a sus brazos y me llevo a la sala de espera para recostarme, mi asistente corrió tras el con una botella de refresco para ayudar a subir mi presión.
-¿Esta bien?- pregunto temblorosa mientras destapaba la botella de coca cola y la entregaba en las manos de Dan -esta muy pálida-
Estaba ida, me sentía como en las películas donde todo pasa en cámara lenta y no puedes reaccionar, como si todo se escuchara distorsionado, diferente.
Escuchaba sonar en la lejanía el teléfono de mi oficina
-Tengo que contestar- dijo Eve apurada - podrías cuidar de ella Daniel-
El asintió, estaba incado a mi lado y estaba segura que el no iba a moverse de ahí
Eve salio de la sala, solo quedábamos Dan y yo. El estrés que sentía al pensar en quedarme sola a su lado solo unos momento antes había desaparecido, en ese momento por mas erróneo que estuviera, por mas equivocado que eso fuera, solo deseaba sentirlo cerca de mi, deseaba sus brazos reconfortandome, cubrí mi rostro y me eche a llorar, ya no podía ser fuerte, el respondió a mis suplicas rodeándome con sus brazos, sin pensarlo me acomode en su pecho, acaricio mi cabello un par de veces y beso mi frente con ternura.
Intente decirle lo que pasaba -Mis padres..- fue lo único que conseguí decir, el llanto me ahogaba.
Me apretó fuerte -yo cuidare de ti Kat-
Sus manos buscaron mi mentón alejándose un poco de mi para ver mi rostro inundado en lagrimas, dulcemente limpio cada una de ellas con un beso, acaricio mi rostro, su mirada llena de paz me daba confort
-No voy a dejarte sola-
Me dio esa mirada que antecede a un beso, y en ese momento lo deseaba profundamente, cerré los ojos y me deje llevar.
Su beso me inundo de paz, por un momento todo dejo de doler, la muerte de mis padres, todo parecía distante, en sus brazos me sentía segura
Fui suya desde ese día.
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La amante
RomanceKat es una mujer exitosa profesionalmente a la que no le ha ido bien en el amor, las cosas cambian cuando cree conocer a su alma gemela, un joven atractivo que parece amarla y entenderla a la perfección, pero con el defecto de ser un hombre casado...