La amante

Ser una amante

Cuando una esposa habla de la amante de su marido suele hacer juicios muy duros y precipitados hacia aquella mujer en cuestión, la califica con horribles adjetivos como "puta" "zorra" "destruye hogares" y tal vez algunos mas que no podría enumerar, no solo son las esposas las que suelen referirse así a la amante, todas las amigos y familiares siempre harán los mismos prejuicios y es que las personas tiene la fantasía erróneas sobre las amantes, las pintan como unos seres míticos sin escrúpulos  que son capaces de todo para destruir la felicidad de una hermosa pareja, todas ellas uasn artilugios de seducción para hacer caer a pobres e inocentes hombres de familia a sus pies, y es tan tonto que yo solía pesar eso también.

A través del tiempo escuche a muchas personas hablando sobre las amantes de sus parejas, indiferentemente si eran un esposos o un novio, todas equivocadamente imaginábamos una mujer despiadada de esas que podrían reírse de la actual pareja en su cara regodeándose de como su hombre las prefiere a ellas, te imaginabas a un hombre completamente idiotizado por los encantos de aquella mujer e incluso te atrevías a afirmar que la mujer debe ser tremendo huracán en la cama para poder robárselo tan fácilmente. Es cómico pensar todo el poder que le otorgamos a las amantes para afirmar que ha robado el amor de un hombre, que lo ha hechizado al punto de perder el buen camino al lado de su esposa, incluso nos compadecemos de la pobre mujer en casa sufriendo por la falta de atención de su marido, por la falta de dinero malgastado e invertido en una mujer que no vale la pena, esa mujer ventajosa que solo quiere su dinero, que en cuanto lo absorba todo y lo deje en la calle se deshará de el y buscara alguien mas para satisfacer su apetito voraz de lujos y dinero, ¿pero esa es realmente la perfecta vida de una amante?

Podría decir que no, al menos no es mi caso, no dudo que habrá amantes que vivan de esa manera, que se aprovechen de hombres faltos de atención o deseosos de llenar ese hueco que ha dejado la rutina en su vida ¿pero que hay de las amantes que realmente estamos enamoradas? ¿que hay de todas nosotras que nos esforzamos por verdaderamente llenar ese vació con verdadero amor? sinceramente no me veo come el tipo de amante que se para frente a la esposa reclamando su lugar como la única mujer, jamás le haría eso a Daniel, aun y cuando me di cuenta que el no fue del todo honesto conmigo, jamás había tomado un 5 de su dinero, al contrario algunas veces era yo quien daba regalos sin recibir nada a cambio, yo no los necesitaba, y ¿acaso no era yo la que sufría de abandono?, ¿Cuántas citas canceladas debía soportar?, ¿Cuántos no me llames por que estoy en casa y mi esposa esta aquí recibí?, ¿Cuántos días deseando tener un momento para estar a solas con el tuve que soportar con la promesa de algún día estaríamos juntos? no podría contar cuantas noches llore hecha un ovillo deseando que el me amara lo suficiente para que decidiera estar a mi lado para siempre, aunque una parte de mi sabia perfectamente que ese día no iba a llegar.

Muchos podrían decirme en este momento que no tengo derecho a quejarme, que sabia en que me metía, ¿pero realmente lo sabia?, es decir una no va pensando enamorarse de un hombre casado, no es como si lo miraras y te dijeras a ti misma mira voy a arruinar esa familia que se ve tan feliz, no somos como las brujas de los cuentos que por envidia tramamos planes maqueavelicos para ver a todos sufrir, es decir ¿creen que algún día yo desee alejar a un padre de sus hijos?, tal vez existas personas así, pero nuevamente no era mi caso, yo solo era una de esas pobres chicas sedientas de amor, buscando conectar con otra persona, no busque esto, no era mi intención convertirme en una amante, nunca cruzo por mi mente sentir lo que siento por esta persona que ya una vida hecha.

Y no, realmente la vida de las amantes no es un hermoso cuento de hadas como suelen pintarlo las películas, no hay momentos de paz cuando sabes que el hombre que tanto amas tiene que volver a los brazos su esposa, pasas mil noches de llanto después de que el ha cancelado una cita que esperabas con ansia, ni hablar de esperar que el festeje días importante contigo, cumpleaños, navidad, san Valentín, no eso es completamente un sueño. A veces solo obtienes 5 minutos de felicidad, verlo puede llenar tu día de luz, pero cuando el se va vuelves a la obscuridad de tus pensamientos, siempre temiendo que el siguiente día no vuelvas a verlo, contando nuevamente los minutos hasta la próxima cita que tal vez también será cancelada.