Dos soldados traen a Angie alzada, al parecer se ha desmayado. Efecto secundario del sistema de seguridad supongo. Segundos después de que salen, se percatan que estoy de pie observándolos y uno de ellos me apunta con el arma. Me pongo tensa y nerviosa.
-Relájate- le dice uno al otro. –A lo mejor es una de esos novatos, oye – se dirige a mí. -¿La conoces?, estaba en la sala de experimentos, activó el sistema de seguridad y creo que tocó una bomba de Tranquilizante Neuronal, ya sabes, invento de Jacqueline-.
- Eh- dudo un momento. –Sí, ella está conmigo, le estaba mostrando el lugar, es más novata que yo, descuiden. Vayan a patrullar o algo así, yo me encargo de ella.-
Los hombres dejan a Angie en el suelo, junto a mí, no intento despertarla esta vez. No necesito que me estorbe.
"Chicos, en serio. ¿Dónde está la salida? K."
No sé si se trataba de una broma pero estamos perdiendo tiempo y así no funcionará el plan.
"Lo siento, era a tu izquierda, no a la nuestra. D".
Lógico, ellos están en las cabinas de control y ven los pasillos de un ángulo diferente al mío. Intento abrir la puerta que está a mi izquierda pero está cerrada con llave. Afortunadamente está hecha de madera así que la puedo romper. Sólo debo concentrarme. Camino hacia atrás todo lo que me permite el pasillo y corro para tomar impulso, al llegar a la puerta me apoyo en un pie y con el otro pateo la puerta. No se rompe pero se astilló, eso ya es algo. Nuevamente tomo impulso y corro, pero esta vez la golpeo con mi rodilla y se rompe. Al fin. Siento un ardor en mi rodilla, recojo el pantalón y veo que me raspé la rodilla en un área bastante grande, nada grave supongo, un poco de sangre pero no es algo como una hemorragia que necesitara trasfusión de sangre o algo así, mucho drama. Me detengo un momento y tomo aire. Volteo a mirar a Angie y está sentada observándome, creo que no se molestó en ayudarme cuando despertó. Increíble.
-¿Qué?- le digo entre jadeos.
-¿Desde cuándo tienes una impresionante fuerza?- dice mientras se levanta y camina de un lado a otro. - ¿O desde cuándo renuncias a un vestido elegante y te pones ropa de militares sin renegar?, estas actuando extraño. ¿Es porque ya eres mayor de edad y quieres actuar al fin como tal? Vaya manera de llamar la atención. Porque lo estás logrando...
Golpea suavemente la puerta para quitar pedazos de madera rotos y entra a otro pasillo. Denoto cierto sarcasmo en su voz, y en serio quiero propinarle un golpe y dejarla más inconsciente de lo que la dejaría otra bomba de Tranquilizante Neuronal. En serio que sí.
"Kate, sigan ese pasillo y al final hay unas escaleras estrechas. Síganlas. D".
Más pasillos, al menos no hemos encontrado guardias a parte de los que habían hace rato. Ahora que lo pienso uno de ellos se parece a alguien que ya había visto hoy, pero no recuerdo exactamente a quién. Este pasillo es bastante estrecho, con tubos y calderas, el aire es húmedo, hay vapor y hace mucho calor. Angie dice que "el hecho que probablemente nos hayamos perdido se debe a la falta de aseo de los lentes de Cristian". Como si decirlo educadamente me hiciera sentir mejor.
"¿Seguros que por aquí queda la salida? A mí me parece que es un cuarto de calefacción. K".
"Dile a Cristian que limpie sus lentes. A".
No estoy segura que aquí haya alguna cámara donde los chicos nos vigilen, pero ellos son mucho más fiables que Angie. Eso lo tengo más que claro.
"Claro que sí, no las enviaríamos a un callejón sin salida. Pareciera que no nos conocieras. D".
"Ah, y dile a Angie que deje de dormir porque así nunca van a salir. C".
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Para Nunca Olvidar Y Jamás Recordar
RandomKatherine está en la etapa que todo adolescente desea: cumplir los 18 años. Ha llegado el día de su cumpleaños y lo han celebrado en su lujosa mansión situada en Los Ángeles, pero hay un problema, ella no recuerda quién es. Una a aventura con pasadi...