capitulo 5

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By Bill

Luego de visitar a Livvy, llegamos a la casa de Tom con las bolsas al tope, no obstante se oyó un pitido cerca de la sala. Me asome a ver de qué se trataba. Una mujer alrededor de los cuarenta de tez blanca y cabello negro estaba pasando la aspiradora sobre la alfombra. De inmediato supe que es la señora que asea.

Se detuvo al vernos.

—Tom, ¿cómo estas?

—Bien. Mildred te presento a Bill, es mi nuevo huésped. Bill, ella es Mildred, la mujer que mantiene mi vida y casa en orden. Sin ella no sabría donde deje mis papeles.

—Qué tal joven—saludó ella. Se la veía carismática acepte su saludo. La mujer siguió con lo suyo mientras que ambos seguíamos con las bolsas a mano.

—¿Dónde dejo todo esto?

—En mi cuarto.—respondió.

—¿Dónde es tu cuarto?—pregunte observando mi alrededor.

—Donde habías descansado.—asenti. Me guíe al instante y él me siguió. Dejamos todo en una esquina. La cama estaba hecha con sabanas blancas y almohadones negros con rojo.

—Ehm,—balbucee nervioso— ¿dónde dormire?

—En mi cuarto.—se encogió de hombros.

—¿Y tú?

—En mi cuarto.—lo observe perplejo, ya que se oyó como si no le afectara.

—Tu casa es demasiado grande como para no tener un cuarto de huéspedes—dije incrédulo.

—Mala suerte para ti ya que todavía no se construyó.—debía estar bromeando. Aunque no me disgustaba del todo dormir con Tom. Pero, ¿y si a él sí?—mira, si quieres yo duermo en el sofá o aquí en suelo lo arreglamos mas tarde ¿vale? Tengo que terminar algunas cosas para el trabajo.

—Ok. Yo me daré una ducha si no te molesta.

—Para nada—apunto de irse del cuarto paró en seco dándome una ojeada.—Hay una regla, no puedes entrar al despacho por nada en el mundo.

—¿Todas las personas adineradas tienen un cuarto donde "nadie" puede entrar?, suena muy película—bufe y el rió.

—Solo obedece.

—Está bien, no entraré a tu cueva.

◆◇◆◇◆◇

Salí de la ducha con una bata color verde agua; entre las bolsas busqué la secadora de pelo y la enchufe cerca de un mueble.
Una vez seco mi cabello saqué el alizador, quizá debía hacer algo nuevo con mi pelo. Comencé a alizar mechón por mechón. Mientras hacia esto le echaba una ojeada a todas las bolsas con diferentes tipos de marcas que me había comprado Tom. ¿Por qué era tan bueno conmigo? ¿Acaso siempre ha sido así? ¿Y por qué yo y no otra persona?, está más que claro que no me quedaré aquí sin hacer nada. Le ayudaré con la limpieza o con la cocina, aunque no sé mucho respecto a la materia, pero puedo aprender. También está mas que claro que buscaré empleo, tendré que pagarle de alguna forma por haberme ayudado en el peor momento.

Me coloqué unos boxers luego, un jean negro y una polera gris. Dejé mis pies con medias, ya era de noche y por esa simple razón no me apetecía ponerme zapatillas.
Tomé la bolsa amarilla donde traía cosméticos de excelente calidad. Me apliqué sombras en los ojos y delinee por debajo de los párpados. Sin duda el maquillaje era parte de mí, y hoy haber salido sin ello era como estar desnudo.

Pinte mis uñas de negro y en el borde de ésta blanco.

Me observe al espejo y no estaba tan mal, de hecho era yo nuevamente.

Beso de ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora