Capitulo 5 - no importa quien

180 7 6
                                    

ahí me encontraba una vez mas, completamente desanimada y sin ganas de nada, por culpa de malas elecciones amorosas, había encontrado un refugio nuevo, nunca hubiese pensado que aquel lugar lleno de telarañas y polvo podría ser tan tranquilo, el piso estaba frió, pero era lo de menos importaba

- ¿tienes un mensaje, sal de ahí de una vez-

- ¿de quien es?-

- ¿de quien más, me sorprende como sales de la miseria solo para encontrar otra aun peor-

El chico de los 4 años de martirio se estaba borrando de la libreta, pero eso solo dejaba lugar para alguien mas...

-no es como si me gustara...-

la frase que había querido marcar en mi mente desde que la atracción hacia otro chico era bastante mayor, no quería pensar en que de verdad me gustaba, si lo hacia, las tragedias vendrían, pero, mientras mas decía "no" mas me convencía. Hace un mes podría pensar en una oportunidad, pero ahora debía olvidar todo eso, ya no tenia entrada en su vida amorosa, y de cierta manera estaba bien, había logrado convencerme de que no me gustaba, pero, seguía debajo de mi cama en el frió piso, culpando a el polvo de mis ojos cristalinos, y es que, mi alergia nunca se había manifestado de esa manera, pero nunca dude que fuera culpa de algo parecido.

entre mas decía que el amor no era para mi, que no necesitaba algo así en aquel momento, mas mi corazón gritaba, gritaba su nombre y yo lo cubría con mi indiferencia, sabia que hacer en esos casos, pero nunca pensé aplicarlo con tanta fuerza.

"me comenzaste a gustar, pero ya paso"

palabras de mas, palabras de menos, se entendía, el lo entendía, y que es decir lo que tu sientes, comparado con hacer lo correcto, mi único error fue pensar que siempre que lo hacia era por su bien, y es que nunca me vi en una relación con alguien como el, pero como no apreciar el calor que te ofrecen con tanta amabilidad, a ti, un cuerpo sin vida y congelado, el invierno era duro, pero solo aquella persona decide a quien prestar calor y a quien dar su amor, que aunque lo negara, aunque no lo quisiera creer, eran dos cosas muy diferentes. Hoy mi cuerpo vuelve a sentirse frió, así como se sentía en su antiguo invierno eterno, el suelo que se encontraba debajo de mi cama era frió, tenia polvo, una que otra lágrima y una chica que intentaba morir congelada, una vez mas...

La vida amorosa de una idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora