Capítulo 9 - Un jueves pasado

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Hace un año que comencé a tomar cariño a los atardeceres.

Soy una chica sensible...
Soy una idiota, y hago idioteces.

- verdaderamente esto es un poco raro-

- ¡tonterías!, no esta tan mal, conozco tu situación y lo que te pasa es una gran oportunidad-

- no se si el hecho de que deje de hablarme sea algo como una "oportunidad", ademas te lo había mencionado, esta ocupado...-

Un lindo jueves, último dia activo de la semana, amo los días festivos pero odio las secciones con mi "psicóloga" personal...

- ademas, independientemente de todo eso... si es una oportunidad y no vez señales de que podamos hablar pronto, ¿que hago yo atada a una silla?- tengo miedo de morir hoy a causa de un ataque de ansiedad

- precauciones, ya sabes, nunca esta de menos una que otra segunda opción de respaldo, ademas saldré a cambiarme y volveré en una hora para salir a cenar junto a otras compañeras, estarás una hora sin vigilancia, puedes mandar todo al desagüe en 3 minuto asi que...-

Tomo su bolso, no era buena señal...
Tomo sus llaves...
Tomo su abrigo...

- volveré en una hora, tranquila, el tiempo vuela-

Lo se, lo se muy bien y no creo poder olvidarlo nunca

- no hagas ninguna locura-

Ella termino por abrir la puerta y salir, ahora estaba sola, en mi casa, sin nada que hacer, sin nada que esperar.
Eras las 6:47, el sol se veía hermoso a pesar de solo tener la vista de mi ventana hacia la calle, era el tipo de momentos en el que se venia a mi mente un sin fin de lugares pasados, donde ya había estado, aquellos a los que quieres volver, aunque sea solo una calle linda que viste al caminar por ahi o una casa que te pareció interesante, solo la has visto una vez en tu vida pero lo recuerdas mas que las cosas que de verdad deberías recordar.
Me encontraba en una tarde de verano, de fines de verano, una especie de tardes que te hace recordar de una manera melancólica y nostálgica, todo aquello que quisiste pero ahora ya no es como antes, una de esas tardes donde imaginas que podría pasar todo lo que deseas si tan solo cierras los ojos y dejas que las lagrimas que tienes guardadas salgan, una de esas tardes...
Mire el ordenador que estaba a una distancia razonable, mire hacia la ventana de nuevo y luego hacia la puerta, "¿como seria una visita de el?", no lo quería experimentar, por que aunque en el exterior lo niegue o mas bien, lo oculte, de verdad siempre pensaba en el "que hubieran sido" entre nosotros dos, por que si me visitara, si llegara como lo imaginaba, con una sonrisa natural y con ternura, con un "te extrañe" pintado en ella y con ojos cristalinos donde expresara todos los buenos momentos, si algo asi pasara... caería una vez mas, porque con el solo hecho de imaginarlo mis ojos se llenaban de agua salda formada en gotas gruesas.
Si, el tiempo vuela, y yo tambien volaba... Esa misma tarde volé cerca de el tiempo, aquel que me hacia querer volver y querer llorar, lloro conmigo, casi una hora, mis ojos estaban rojos y mi nariz igual, mi voz se escuchaba ahogada, pero aun con todo aquello no dejo de volar cuando yo lo hice, me detuve y el tiempo siguio, me deseo suerte y me dijo que el tambien extrañaba esos momentos, o lo pensé yo, no lo recuerdo.

Esa tarde y joven noche, agradecí de sobre manera el que mi amiga fuera tan femenina, ya que una hora se volvieron 3, las suficientes para llorar, dormir un rato y tomar un buen baño, y aunque la cena aun no iniciaba yo habia tenido suficiente por ese dia, mis alas estaba cansadas asi que me dedique a caminar como los demás y dejar de fantasear un poco, viendo rostros que no intentaba ni recordar ( y que no recordé al fin de la velada).

Al llegar a mi casa me dispuse a voltear mi almohada, que se encontraba un poco húmeda aun y dormir...
Como se tiene que dormir.
Como nunca habia dormido.

La vida amorosa de una idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora