The Constellation of her Voice |Harry Potter|

3.

Una vez que su cuarto estuvo ordenado -O eso es lo que le había dicho a su tía- Lyra se encontraba recostada en una enorme cama mientras pensaba en el pueblo al que recientemente se habían mudado. No era una comunidad mágica, sino que se encontraban en un lugar llamado Ottery St. Catchpole que, si bien estaba habitado por muggles, tenía una zona bien alejada de ellos donde se encontraba su nuevo hogar. Cerca suyo se encontraban otras familias mágicas que también habían decidido apartarse de los no-magos para ocultarse; Lyra había visto sus casas desde la distancia mientras viajaba la primera vez a su propia vivienda, pero aún no había tenido la oportunidad de conocerlos.

Una residencia en particular le llamaba la atención. Quizás su jardín se veía lleno de maleza y césped sin cortar, pero tenía hermosos árboles y un estanque, además de un pequeño cobertizo y algo que parecía ser un corral de gallinas. Sin embargo, eso no era lo que más resaltaba, sino que se encontraba construida de una manera poco peculiar: era una edificación alargada en su altura...MUY.

Poseía varios pisos que, por su inestable apariencia, se habían construido con el pasar de los años de manera irregular y eso, junto con las cuatro o cinco chimeneas, era lo que más admiraba la menor de las Skilton. No sabía quiénes habitaban aquel lugar pero, sin pensarlo dos veces, Lyra estaba convencida de que debían de ser gente grandiosa.

Por eso, en la mañana de su primer lunes en ese pueblo, se encaminó decidida hacia la cocina para encontrarse con su tía. Al sentir su presencia, Marina quitó la vista del pan que acababa de poner en la tostadora y le sonrió.

"Linda, ya va a estar el desayuno, andá sentándote."Apuntando con el dedo hacia la mesa redonda, le indicó a su sobrina que esperara."¿Cómo dormiste?"

"Bien, gracias por la cama nueva." La niña le respondió con gran entusiasmo. "Estaba pensado... ¿Podemos ir a conocer a los vecinos?"

"Depende... ¿acomodaste tu habitación?"

"Si, ya terminé" Mintió. "¿Entonces vamos?"

"Ajá." Afirmó la mayor mientras vertía la leche caliente en dos tazas distintas. "Cuando terminamos el desayuno subí y cambiate mientras yo acomodo acá abajo."

"¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!"

Y así sucedió. Aproximadamente cuarenta minutos más tarde, Lyra se encontraba en un vestido lila y unas sandalias de verano, caminando hacia el lugar que más tarde llamaría "La Madriguera".

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En un rato sale el otro capitulo!!! Espero que les guste ♡

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