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Ginny estaba jugando con sus muñecas cuando escuchó el grito de Percy. No había entendido demasiado lo que había dicho pero, como parecía estar hablándole a Ron, lo ignoró.

Aproximadamente una hora más tarde, se encontraba aburrida y sin saber qué hacer. Decidiendo que era la mejor opción, comenzó a buscar a sus hermanos mientras pensaba qué juego podía proponerles para pasar algo de tiempo juntos. Con Bill y Charlie en Hogwarts, sólo le quedaban los gemelos, Ronald y de vez en cuando –si estaba de buen humor y lograban convencerlo- Percy. Extrañaba mucho a sus dos hermanos mayores, siempre se encargaban de hacerla sonreír y eran los que más la mimaban, pero afortunadamente se llevaba casi tan bien con los demás.

Subiendo hasta la habitación de Fred y George, tocó en la puerta y sin esperar una respuesta entró.

"Chicos, ¿podemos jugar?" Dijo viendo a los niños que se relajaban al ver que era ella y no su madre, ya que el suelo estaba cubierto de envoltorios de golosinas que tenían escondidas.

Luego de tragar la rana de chocolate que se encontraba en su boca, Fred le sonrió. "Seguro, Ginnns... ¿Gobstones?"

"¡Si!" Exclamó la joven bruja, ya que amaba ese juego. "Vayamos al cuarto de Ron, quizás él quiere jugar en mi equipo." Siguiendo sus instrucciones, George alcanzó las piedras especiales y se encaminaron al quinto piso.

Cuando sus pies tocaron el último peldaño, no se imaginaban que verían a una niña castaña pasando el rato con su hermano.

The Constellation of her Voice |Harry Potter|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora