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Lyra permaneció sentada con las piernas cruzadas en una esquina del dormitorio del Señor Pecas mientras reían de las historias que él contaba sobre su familia. La muchacha se encontraba fascinada por la gran cantidad de personas que la integraban. Siendo hija única, siempre se había sentido algo solitaria y, si bien tenía a su tía, no era lo mismo.

En el medio de la anécdota de cómo los dos demonios de siete años cambiaron de frascos la sal y el azúcar, dejando como resultado el peor pastel jamás hecho, entraron tres pelirrojos –dos varones idénticos y una pequeña que no aparentaba ser mucho menor que ella- para mirarla atónitos. No solían tener muchas visitas de gente de su edad y verla fue una gran –pero grata- sorpresa.

"Hola, ¿Cómo están? Soy la nueva vecina." La Skilton los recibió con la mano y curvando su boca hacia arriba.

Con ese simple saludo, comenzó una conversación entre los cinco que duró hasta que fueron llamados a comer la tarta de Molly, y continuó luego del postre, prolongándose varias horas.

En ese tiempo, los Weasley hallaron en Lyra un alma alegre y divertida, pero dulce y amorosa y, rápidamente logró agradarle a todos.

Ginny inmediatamente esperó que lograran volverse más unidas, queriendo tener a alguien en que confiar y que fuera chica al igual que ella; los gemelos, al ver su personalidad traviesa, casi rezaron para que se convirtiera en una nueva compañera en el crimen; Ron, en cambio, no se topó solo a alguien con quién hablar cada tanto, sino que aquella mujercita de los ojos grises pronto se convertiría en la mejor amiga, casi hermana, que podría tener.

Pasadas las siete, Marina decidió que era hora de marcharse. El día siguiente comenzaría a trabajar y consideraba que lo mejor era ir a su nuevo hogar para dejar todo listo. Una vez llamada su sobrina, le agradeció a la Sra. Weasley por haberlas recibido y por invitar a la niña mientras se encontraba en el Ministerio. La ayuda de verdad era apreciada porque de otro modo, no hubiera sabido con quién dejar a ese curioso ser humano que tenía a cargo.

Cuando el grupo finalmente llegó a la planta baja, su tía dejó escapar una sonrisa. Los nervios originados por la preocupación de que la pequeña tuviera problemas haciendo amigos fueron reemplazados por el alivio que sintió al verla protestar para quedarse al menos unos minutos más. No obstante, Marina se negó ya que era necesario que regresaran a su casa.

Quejándose de la decisión, Lyra se disculpó con los demás chicos. "Lo lamento, de todas formas debería ir a ordenar mis cosas. No lo hice y si aquella mujer que me mandó a hacerlo se entera de que le mentí, me mata."

"¡Lyra!"

Al escuchar el tono de su tutora, miró a los pecosos con cara de pánico. "...Oops."


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Ya sé que los capítulos de hoy fueron re cortitos, pero estuve enferma y apenas pude escribirlos. Perdón, perdón, perdón. Por eso mismo, el sábado voy a subir dos más.

Espero que los disfruten y les pido que me dejen sus votos, comentarios y opiniones sobre el fanfic porque me ayudan a saber si les va gustando o no.

Les deseo una muy  linda semana xxx

-Agus

P.s.: ¿Qué dicen de la nueva portada??

The Constellation of her Voice |Harry Potter|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora