Con una taza de té en la mano, Molly observaba a Lyra junto a Ron y Ginny mientras Kingsley les explicaba lo ocurrido. Luego de lo que parecieron horas llorando, la niña había caído en un profundo sueño sobre uno de los sillones, rápidamente seguida por sus dos hijos menores que, preocupados por su amiga, habían resistido las ganas de dormir tanto como pudieron ya que sabían que la pequeña necesitaba de su apoyo.
Los dos adultos de la casa no podían creer lo que el auror les decía. Parecía completamente imposible, ya que esa mañana, todo parecía en orden con la mujer.
Al oír lo ocurrido, cada uno de los Weasleys sintió un inmenso dolor y no sólo por la joven adulta que los había tratado con tanto cariño, sino también por la niña que habían llegado a amar como familia. Todos sabían la situación de sus padres y temían que la pérdida de Marina resultara demasiado para ella. Ninguno se imaginaba cómo podría sentirse, pero de algo estaban seguros: nunca la dejarían sola.
Percy y Bill se encontraban sentados lado a lado en una silla cada uno con los ojos rojos y, al otro lado de la habitación, se hallaban los gemelos y Charlie en el suelo, con caras estremecidas e incrédulas al mismo tiempo. Cuando aquel hombre que había traído a la Skilton mencionó que aún no existía una decisión sobre dónde iría a parar, los cinco compartieron una mirada que, sin dudarlo ni un segundo, haciendo un pacto silencioso: Lyra era su hermana y, si la brujita lo deseaba, harían todo lo posible para que La Madriguera pasara a ser su nuevo hogar.
No sabían ellos que sus padres los observaban y, creyendo haber comprendido lo que decían sus ojos, estaban de acuerdo. Nunca hubieran considerado otra opción. Ambos tenían conciencia sobre los nombres de los padres de la muchacha, Marina les había confiado la información sólo unas semanas atrás y no comprendían por qué, pero no dejarían que eso se interpusiera en su relación con ella.
Por eso, cuando Molly y Arthur hicieron contacto visual, no hubo necesidad de palabra alguna para que los dos asintieran.
"Nosotros nos haremos cargo de la niña." Al ver la cara sorprendida del mago, Molly limpió una lágrima de su mejilla y dio una pequeña pero triste sonrisa. "Así es, compartamos sangre o no, ella pertenece acá y la vamos a tratar como a una hija más...siempre y cuando ella quiera, por supuesto."
"¿Ha-harían eso por mí?" Sonó la voz somnolienta de Lyra, quien entraba por el marco de la puerta frotándose los ojos. "¿Me dejarían quedarme?" Preguntó conmovida.
"Claro que si." Esta vez fue Percy el que habló, sorprendiendo a todos. "No me vas a escuchar repetirlo otra vez, pero tengo que admitir que sos una persona importante para todos nosotros. Una vez acá adentro, no se puede salir." Dijo intentando aliviar el ambiente.
Esta declaración los dejó atónitos, pero provocó una sonrisa en cada una de sus caras, especialmente en la de Lyra.
Quizás había perdido mucho, pero estaba feliz de poder decir que tenía gente que siempre la iba a ayudar a recuperarse. Y no había nada por lo que estuviera más agradecida.
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Mañana subo el otro capitulo, no me peguen. Le tengo que dar la computadora a madre y hoy no lo pude terminar.
¿Qué les va pareciendo la historia?
Espero que estén muy bien xx
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The Constellation of her Voice |Harry Potter|
Fanfic《This is the golden age of something good, and right, and real》 (Harry Potter y su mundo es propiedad de J. K. Rowling, a mi solo me pertenece la historia de Lyra, entre otros pocos personajes)