Los Días Contados

6.Partes rotas

Hoy es un nuevo día!  Siento que todo es maravilloso. Sin embargo nada ha cambiado, mamá sigue trabajando yo estudio y trabajo también . Se que hay algo raro y se que no será bueno.

Son alrededor de las 5:45 AM,es viernes y hoy todos los jóvenes de la Rue Due Përe irán a desayunar al café. Hace días que no se de Martín. No logro entender lo que hice mal. El dijo que me amaba la primera vez que nuestros ojos se encontraron. Pero no es así. El mintió porque todos los hombres son unos falsos y mentirosos. A veces siento que los odio pero no puedo odiarlos porque no todos son iguales. A veces siento que debería salir corriendo pero vamos! Es tan hermosa está ciudad. Sus calles de mármol,susurros del siglo pasado, las cartas romanticas en los huecos de la muralla y una pequeña fuente de los deseos....es tan romántico. 

De repente una voz me saca de mis pensamientos.  Martín!  Es él!  Pensé que ya no sentiría este estúpido cosquilleo en el estómago pero seguro es por las donuts. No siento nada por él.
Sólo siento un hueco en el alma. Y nada más.

-Qué desea ordenar?
-Quiero un café sin azúcar, dos donuts glaseadas para llevar y pancakes en salsa de mora.
-Está bien. En unos minutos le traigo su orden.
-Florencia, por qué me tratas asi?
-Asi como?
-Como si no supieras quien soy!
-Ah. Los empleados no podemos hablar con un cliente.
-Pero yo soy tu amigo.
-Amigo? Hmmmm pues no lo creo. Los amigos no dañan a los demás. Oh espera!  Que clase de amigo eres?
-Basta!!!!
-Por qué?  Eres un mentiroso dijiste que me amabas,que estarías conmigo siempre y mentiste,tu mientes tan bien...y yo me lo creí. Porque de verdad pensé que al menos eras mi amigo pero no tengo amigos. Porque ellos ya están. Los perdí a todos y ya no necesito a nadie. Supongo que sabes cual era mi punto débil.
Te odio. Pero no lo entiendo porque siempre creo que no me importas pero cada vez que te veo te quiero más y me odio por eso.

* Estoy fuera de mí. Creo que estoy alucinando. Siento que mi interior se derrumba. Estoy olvidando cosas. Mi mentr está jugando conmigo. Estoy inventando cosas que no existen tengo miedo. Necesito salir de aquí pero no puedo. Miles de lágrimas rodan por mis mejillas en fracciones de segundo. Me doy la vuelta porque no quiero que me vea llorar una vez más.

-Florencia, yo..lo siento. Si? Pero debes comprenderme. Jesse es mi novia y voy a pedirle que se case conmigo. Jamás dije que te amo, nunca he hablado algo así contigo.
-No es cierto. El día que paseamos por el parque tú me lo dijiste. Lo recuerdo. No puedes hacerme esto. Por favor, esto es absurdo.
-No. Tu, no estás bien. Eso jamás pasó, nos encontramos en el parque pero jamás te hablé, .
-Yo fui a tu casa, es decir a la casa de Jesse, te vi allá. Ella cenó con mi madre y conmigo. Es la verdad.
-No. Eso no es cierto, Jesse no existe, mi novia es Darleen. Se llama Darleen y esta fuera del país, de vacaciones con su familia.  Yo jamás te hablé de ella.
-No es verdad. Esto no está pasando. -Me abrazo a mi misma. Me aprieto con fuerza y siento que algo dentro de mi se quiebra,siento que miles de cuchillos atraviesan mi corazón en millonésimas de segundo. Yo siento que me falta el aire. Cierro los ojos y ese flashlight...

Estoy en el parque,llueve y las imágenes pasan rápidas. Me veo en una banqueta, tomando café, pero estoy sola. No hay nadie. De repente lo veo...está hablando con dos chicos, parecen ser amigos. Deja caer algo de sus manos y hacen un estruendo enorme.  Uno de sus amigos se abaja a recogerlo pero no sé lo que es. Continúan su camino y él ni siquiera voltear verme. Es como si fuera invisible.

Abro los ojos y el continúa mirándome con pena y preocupación.

-Éstas bien?
-Yo...no lo sé. No puede ser verdad. Tu ni me miraste. Pero yo te vi. Se que hablamos y nos tomamos de las manos pero tú no lo recuerdas y mi mente intenta convencerme de que no es verdadero ese recuerdo.
-Lo siento. Yo,Florencia lo siento mucho. Éstas bien?  Necesitas algo?
-Dime como te conocí,por favor.
-Fue hace unas semanas. Yo siempre tenía aquí y un día tu me tomaste la orden. Dije un mal chiste y te burlaste de mi. Entonces desde ese momento te saludaba todos los días y siempre tomabas mi orden. Nada más.
-Oh no.

Eres Martín! Lo sé. Yo sé que eres tu. Sé que me amas. Yo sé que te importo!

-Florencia. Te ves pálida, déjame ayudarte.
-No. Yo debo irme. Debo salir de aquí. Lo siento. Por todo esto. Lo siento muchísimo señor. Lo siento tanto...

Mi voz se corta. Hablo con dificultad y de repente me doy la vuelta y cuando doy un paso siento que todo se está derrumbando. Quiero llorar per ahogo mis gritos. No puedo. No puedo hablar,me falta aire, lo último que recuerdo es a él, a Martín, a ese desconocido gritar desesperadamente:llamen a emergencias! Luego de eso creo que caí al suelo. O quizás me quedé suspendida en el aire...

"Pero después de todo quizás no sea malo. Tal vez no sea locura. Es que a veces vemos lo que queremos ver".