(...) se retiró del baile bastante avanzada la noche, caminaba por los jardines de la academia, necesitaba despejarse un poco luego de todo lo ocurrido. Sabía que la seguían más no le importó hasta que empezaron a hablar.
-Ese día debiste haber muerto-varios vampiros nivel E perseguían a (...) atormentándola.
-Tu familia ya no está aquí y es solo tu culpa-
-¿No crees que nadie se acordaría de ti si desaparecieras ahora?-
-Incluso por quien dejaste toto te traicionó-
Se frenó en seco y dejó un par de lágrimas correr por sus mejillas, ya estaba harta de todo, quizá era el momento de dejarse ir.
Luego de rodearla, los vampiros se lanzaron hacía ella. Aunque todo parecía perdido, ninguno de ellos pudo si quiera rozar la piel de la vampiresa pues todos se esfumaron.
(...) se dejó caer de rodillas con la mirada perdida, quizá esos vampiros tenían razón y sería mejor acabarlo todo.
Kaname se acercó y la cargó, ella no dudo en apoyarse en su pecho y cerrar los ojos, a pesar de todo lo que había ocurrido aún tenía ese sentimiento de seguridad estando en sus brazos.
(...) y Kaname tenían una historia que se remontaba al inicio de raza vampírica, ambos pertenecían a la familia sangre pura Kuran, una de las de mayor poderío para ese entonces, la única diferencia era que los dos pertenecían a ramas diferentes de la misma.
Tenían una historia de amor que podría catalogarse como perfecta, ante los ojos de todos los vampiros ellos eran la pareja ideal, símbolo de poder y belleza. Pero todo cambió cuando hubo un conflicto entre las familias sangre pura por el poder y ejércitos de vampiros ex-humanos se alzaron, en ese momento ambos fueron sellados dentro de un ataúd con la promesa de que despertarían, pero con esa decisión condenaron a muerte a su familia.
Pasaron los años y la promesase hizo realidad cuando Kuran Rido les despertó de su largo sueño. En ese momento Rido tomó la sangre de (...) y la mantuvo captiva hasta que el consejo intervino e Ichiou se hizo cargo de ella.
-Sabes...-dijo (...) sin moverse y mientras Kaname caminaba-Cuando estuve con Rido te llamé varias veces-se sinceró-Aunque jamás llegaste, siempre esperé por ti-
-Dejarte con él no fue mi decisión-la apoyó suavemente en su cama.
-¿Planeas seguir mintiendo?-le dio la espalda.
-No te estoy mintiendo-
-Decidiste ir a jugar a la familia perfecta y dejarme ahí-
-No-
-¡Si!-no pudo contenerse más y alzó la voz-Me molesta, me molesta demasiado que no seas capaz de admitir nada-
-Si me odias está bien, respeto esa decisión-se sentó al borde de la cama-Pero no me odies sin conocer mi parte de esa historia-
