Bonnibel Dourette

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"Fin del juego, nuevo récord"

La chica de cabello pálido bajó su consola portátil con una cara neutra, aún tenía que dar tres comisiones más en Tumblr y ahí estaba, jugando Galaga y comiendo en la heladería frente a la escuela porque a pesar de traer consigo incluso más de lo necesario, había olvidado sobre qué eran los dibujos

- Amelia...!

Una voz la hizo perder la atención hacia su comida, una muchacha de cabello castaño se había levantado por un momento para volverse a sentar desilusionada, curiosa volvió a revisar su reloj y vio que ya había pasado por diez minutos el tiempo de su clase

- . . . No recuerdo haber jugado tanto - Se dijo a sí misma recapitulando su rutina en su cabeza mientras guardaba su comida y su consola de nuevo

Una vez guardó sus pertenencias, salió de la heladería y con la luz del atardecer reflejándose sobre su teñido cabello rosa y cubriendo su camino, empezó a andar en dirección a su hogar, sin saber qué era lo que le deparaba el destino literalmente a la vuelta de la esquina ya que apenas dio unos pasos y escuchó gritar a una chica e inmediatamente la vio salir corriendo más rápido de lo que parecía capaz, Bonnie miró hacia los lados y a pesar de que algunos habían volteado curiosos, nadie se acercó a ver que la había asustado así que ella misma paseó la mirada por la calle vacía y llena de curiosidad avanzó paso a paso hasta la mitad de esa calle pero no vio nada que pudiese haberle causado ese susto, decepcionada se dio la vuelta para regresar a su casa pero de imprevisto, un par de manos heladas la tomaron de los hombros por sorpresa dándole la vuelta y dejando su rostro más pálido de lo que ya era

- ¡Entrégate y dejamos ir a la mundana nephilim! - Dijo una voz suave y a la vez amenazante

En cuanto el dueño de la voz le dio la vuelta por la fuerza, Bonibel vio a un muchacho vestido de negro y con el cabello de un verde deslavado siendo sujetado al suelo por una criatura canina como un hombre lobo mientras le veían dos personas pálidas desde arriba sujetando una daga y lo que parecía ser un machete de vidrio confundiendo completamente a la chica, hacía un momento no había nadie ahí y ahora le está sujetando un desconocido mientras veía a una criatura salida de un boceto de fantasía con otras tres personas que tampoco estaban ahí, con la cabeza dándole vueltas no pudo hacer nada más que enmudecer

- ¡No se saldrán de esta! - Dijo el indefenso chico de negro - ¡Rompieron los acuerdos!

- Claro, claro...  y romperemos más si no nos dejan en paz - Dijo el que estaba sosteniendo a Bonnie mientras se acercaba a su cuello haciéndola estremecer

Asustada, la chica intentó liberarse forcejeando de un lado a otro sin conseguir soltarse del agarre logrando sólo que el desconocido le clavara las largas uñas en la carne a través del suéter que tenía puesto haciéndole soltar un chillido para volver a permanecer quieta queriendo únicamente que la dejasen ir

El muchacho de negro permaneció en silencio intentando liberarse del agarre del hombre lobo mientras los otros tres le miraban fastidiados esperando su respuesta para obtener menos que unos cuantos forcejos y gruñidos

- ¡Ya me harté! No tenemos que convencerte para que nos dejes ir - Le espetó con desdén al misterioso cautivo volviéndose a acercar al cuello de la albina mientras presionaba su carne con las uñas - Matenlo

Dicho esto, se le heló la sangre a la chica mientras uno de ellos alzaba el cuchillo de vidrio y su captor le respiraba en el cuello mirando todo con deleite, mirada que se interrumpió en cuanto el lacayo bajó el cuchillo con fuerza sólo para encontrarse con la carne no del muchacho de negro, sino del hombre lobo que le detenía ya que se había movido de tal manera que usó al lobo como escudo, la criatura aulló de dolor mientras el cuchillo atravesaba los nervios de su columna hasta perforar la parte trasera de su corazón y se desplomó sobre el chico, que le alzó en brazos para seguir usando como escudo su moribundo cuerpo que perdía las fuerzas manchandolo de sangre mientras se alejaba lentamente de los otros dos hombres

- Dejen ir a la mundana y no los patearé fuera de la sombra a freírse en el sol - Dijo fríamente mirando al captor de la albina

- Tus amenazas son tan huecas como tu cabeza nephilim - Dijo el que estaba sosteniendo a Bonnie sacandole un poco las uñas de encima

El "nephilim" dio un giro sosteniendo el cuerpo del lobo y lo arrojó hacia los dos vampiros que le estaban mirando en el suelo un minuto atrás derribandolos para correr en dirección de la muchacha albina y el que la sostenía, el vampiro, como reacción al ver acercarse a su enemigo lazó un gruñido y bajó con fuerza su mordida contra el cuello de la muchacha que estaba sosteniendo, Bonnibel apenás se movió pero no fue suficiente, sintió como los colmillos perforaban su piel y carne reventando los nervios y vasos sanguíneos en su hombro haciéndola soltar un grito de dolor justo antes de que el vampiro la tomara con mayor fuerza y la arrojara en dirección al nephilim haciéndola soltar su mochila en el aire justo antes de impactar contra el chico de negro y dando a dar al suelo con la reciente mordida sangrando levemente, éste hizo a un lado a la albina con suavidad para volver a tomar su daga y cargar en contra del vampiro, ignorándolos, Bonibel logró alcanzar su mochila y se la puso sobre el hombro que no tenía la mordida para apretarla con la mano y salir corriendo adentrándose por la calle y sin mirar atrás únicamente queriendo escapar de la peligrosa pelea sin sentido y ponerse algo en la herida. varias calles después, sus piernas la llevaron hasta la entrada de un parque, volteó a ver su hombro y vio una ligera mancha de sangre poniéndola aún mas nerviosa, buscando un sitio seguro para envolverse la herida y llamar a alguien sin sospechar que le seguían

Lluvia De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora