Visita desagradable

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(En la multimedia, un audio para escuchar mientras se lee si prefieres)

Amy estaba hecha un manojo de nervios en un rincón de su habitación mientras intentaba pensar en que acababa de pasar, miraba fijamente una pared amarilla mientras movía entre sus dedos con velocidad el diamante de dudosa procedencia que le había dado el tipo de negro, el diamante lucía como si tuviera un brillo violeta de cuando en cuando, apenas eran las siete de la noche y ya estaba agotada y a punto de volver a dormir después de dos días de tortura tratando de callar su telepatía cuando el timbre de su casa sonó, sus padres trabajaban todo el día pero normalmente llegaban a casa a las ocho de la noche, ella se levantó pesadamente envuelta en una cobija y bajó las escaleras cubiertas de alfombra celeste con lentitud, algo la hizo detenerse de golpe, no podía escuchar los pensamientos de quien estuviese al otro lado de la puerta, los nervios se le pusieron de punta al pensar en el chico que mató a aquella criatura bizarra, dudó un momento en abrir la puerta pero el recordar que aquel chico pareció preocuparse por ella le dio confianza para abrir sin siquiera mirar el picaporte y sus esperanzas se hicieron polvo mientras se le helaba la sangre en cuanto vio no al auto-nombrado "nephilim" sino a dos hombres de traje negro y mirada fría en el oscuro umbral de la puerta

- Ella es la mítica, ten cuidado

- ¿Es una hematófaga?

La susodicha se echó hacia atrás mientras los hombres hablaban dando un traspié y cayendo al suelo por culpa de la cobija envuelta a su alrededor dándole la oportunidad al par de extraños de tomarla uno de cada brazo levantándola mientras ella forcejeaba asustada

- ¡N-No! Suéltenme - exclamó Amy sin obtener una respuesta de las dos personas que se limitaron a dejarla en un sillón

- Calma calma, estamos para ayudarte, por favor dinos que te ha estado pasando

Ambos la miraron interesados mientras ella intentaba racionar lo que estaba pasando y en cuanto la soltaron se tomó unos segundos para calmarse antes de formular una respuesta aún con el corazón latiéndole con fuerza

- Creo que realmente respira y tiene pulso,  no es hematófaga

- Deja de insistir con eso,  es una sorcelle 

- Basta - dijo Amelia - por favor sólo ... paren con sus términos raros y - Ella llevó las manos a la cabeza dibujando círculos a su alrededor tratando de disipar sus pensamientos - hablen en algo que yo entienda

- Bien, primero que nada dinos que has notado fuera de lo común

- ... He - La chica de cabellos negros trató de mantenerse cuerda mientras reunía sus palabras sin saber porqué confiaba en esos dos hombres - he escuchado voces, que al final han resultado ser los pensamientos de los que me rodean... traté dos días completos en aprender a controlar esa... habilidad y justo cuando vi a un chico que no podía leer... Le seguí unos momentos y luego aparecí justo detrás suyo sin saber cómo lo hice

- De acuerdo... - Dijo uno de los hombres, que tenía el cabello rubio mientras escribía todo un una libreta - Me parece mucho una sorcelle

- Una... qué? - Preguntó Amy confundida

- Una bruja, hechicera - Le respondió el otro rápidamente poniéndole los nervios de punta

- ¡Pero si yo no he hecho ningún pacto demoníaco! - Reclamó aterrorizada mientras se llevaba una mano al pecho

- No pero alguien de tus antepasados sí... es algo permanente que corre en las familias con antepasados oscuros, puedes tener ciertas habilidades mas no un espíritu maligno dentro tuyo - Le explicó el de cabellera rubia con calma

- ¿Cómo... me han encontrado? - Preguntó ella en cuanto la incógnita saltó a su cabeza

- El diamante está hechizado para poder buscarlo con sensores de magia - respondió fríamente el acompañante que tenía el cabello rizado

- Piénsalo, ¿De todo lo que se podía hechizar qué sería menos probable que tiraran por ahí? Algo de valor obviamente - Inquirió el rubio algo divertido mirándola sostener la gema cristalina entre sus dedos

Apenas digiriendo la información Amelia fue tomada de cada brazo de nuevo por los dos hombres sin previo aviso ocasionando que ella volviera a forcejear asustada

- ¡Oigan! ¿A dónde me llevan? - Gritó mientras los otros la llevaban hacia la puerta

- Tus padres han dado el permiso de llevarte a un lugar más apropiado para gente con una situación similar - dijo fríamente uno de ellos - Tus pertenencias serán enviadas mañana pero tú vienes con nosotros hoy

El mundo se estaba cayendo a pedazos al rededor de la pelinegra y ella no podía evitar sentirse histérica al respecto, pensó en usar la extraña habilidad de hace unas horas pero antes de que pudiera concentrarse sintió algo frío perforar su brazo e introducirse debajo de su piel, ella volteó a ver para encontrarse con una jeringa de aspecto peligroso en la mano del hombre rubio, ambos la soltaron y ella los miró desesperada mientras los ojos le empezaban a pesar y se sentía cada vez más mareada hasta que cayó al suelo junto a su bolso que había dejado en el suelo de la sala al llegar frenética a su casa, ella intentó alcanzarlo para tomar su teléfono pero se desvaneció antes de poder introducir su mano en cualquier bolsillo, el hombre de risos castaños la alzó en brazos mientras el otro tomaba el bolso azul y subió las escaleras para entrar a su habitación y meter cosas al azar en éste hasta que se llenó por completo y volvió a bajar para así salir ambos hacia el auto en el que habían llegado, el castaño depositó con cuidado a Amy en el asiento trasero y el otro dejó el bolso en el suelo del auto para ponerse en camino hacia el nuevo hogar de la bruja


Lluvia De CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora