— Pasajeros del vuelo veintitrés proveniente de Shanghai, dirigirse a la salida. — Avisó la robótica voz a través de los parlantes en el aeropuerto. — Pasajeros del vuelo veintitrés proveniente de Shanghai, dirigirse a la salida. — repitió.
Una mujer de veinticuatro años movía con bastante gracia sus caderas al caminar, el resonar de unos tacones y el mecer de una brillante melena azabache atraía la atención de la mayoría de los hombres que por allí pasaban, pero los mismos, apartaban la vista inmediatamente cuando se encontraban con la recelosa mirada de un pequeño rubio de ojos verdes, quien sostenía la mano derecha sujeta con fuerza a la de la mayor y en la otra, una diminuta maleta verde que se arrastraba a su paso.
— ¡Mari! ¡Mari! — Llamó insistente el muchacho —. ¿dónde está el abuelo?
Ella lo observó de reojo — No lo sé, dijo que estaría esperando justo en la salida. — Soltó su mano solo para depositarla en su hombro y acercarlo a si misma, protegiéndolo. —. No creí que habría tanta gente en víspera de Navidad — comentó on ironía y tras terminar sus palabras sintió como el más pequeño le era extraído con fuerza de sus brazos. —. ¿Hugo? No te separes ¿quieres? — Volteó para regañarlo, pero se quedó estática viendo la escena más conmovedora que pudieron regalarle las fiestas.
Tom abrazaba con cariño al muchacho, quien con felicidad correspondió de forma grata. —. ¡Vaya! ¿Quién es este pequeño hombrecito? — rió, repartiendo cosquillas.
— ¡Soy yo abuelo! — Dijo entre carcajadas.—. ¡Soy Hugo!
— ¿Hugo? ¿Estás seguro? Yo te recordaba más bajo ¿sabes? — lo sentó en sus hombros —. Bueno, creo que habrá que preguntarle a tu abuela, dime ¿quieres verla y probar alguno de mis deliciosos postres? — murmuró por lo bajo.
— ¿La abuela y postres? — la emoción no cabía en su angelical rostro, y la sonrisa que nacía en él deslumbraba a ambos adultos. —. ¡Ven Mari! ¡Es hora de visitar a la abuela!
La mujer se acercó a paso lento y con gran cariño abrazó al mayor. —. Ha pasado mucho tiempo papá, te he traído las mejores especias de Shangai. — palpó su bolso y guiñó un ojo.
— Eso es genial cariño, dime ¿fue un viaje agotador?
— Algo así, aunque cierta personita durmió casi todo el tiempo. — dijo, observando de reojo al pequeño y Hugo, por su lado, solo le saco la lengua de forma burlona. Marinette recogió su negra cabellera en una simple coleta y se escondió tras sus lentes favoritos. —. Muero de hambre, deberíamos ir a casa ¿No?
— Tienes razón cariño. — Coincidió el gran hombre, para luego dirigirse a su hogar que también funcionaba como una de las mejores pastelerías en todo París.
El característico aroma de la aclamada ciudad del amor invadió sus fosas nasales en cuanto salió a la calle. Volver después de tanto tiempo era mágico, casi rejuvenecedor.
A lo lejos divisó la torre Eiffel, martirizándose con los gratos recuerdos junto a su compañero de batallas, casi viendo aquellas figuras que hacía tiempo funcionaban como los héroes de Francia.
Por ese efímero segundo deseó volver a verlo, solo una vez más.
Esa misma mañana, en la misma ciudad, dentro de un lujoso departamento, cierto empresario recién egresado dormía plácidamente.
Un angustiante sonido penetro sus oídos. Volteó sobre la almohada y apago el despertador.
Otro tortuoso día comenzaba.
Hola gente:D aquí Jo y como pueden notar estoy publicando de nuevo esta basura y es básicamente debido a que NECESITABA corregir todas las faltas que tenía 😭 así que lo estaré subiendo estos días y espero que dentro de un mes ya esté todo publicado de nuevo.
Ps, los separadores de párrafos los hice yo :0 siéntanse libres de usarlos, nada me haría más feliz 💖 aquí los dejo todos :)
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• Le Secret • (Corrigiendo)
FanfictionSeis años han pasado desde que Adrien no oye noticias de la única mujer que realmente ha amado. Desde aquella noche donde se perdió el control y los sentimientos se encontraban a flor de piel. Donde muchos secretos quedaron al descubierto, mientras...