Capítulo 1

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Hoy era de esos días en los cual me sentía miserable. El recuerdo del accidente me viene en cada recuerdo. Por mi culpa, Jess recibe terapias para poder caminar de nuevo y, Abigail, su madre estuvo ausente mucho tiempo y todo por mi culpa.

Me removí incómodo sobre el colchón y Jess pareció notarlo ya que abrió los ojos. Sus hermosos ojos azules, esos que me encantaron desde la primera vez que los vi me miraban directamente, algo asustada.

- Estás totalmente sudado - extendió su mano en mi dirección para tocar mi cara

Hice lo mismo que ella. Era cierto. Estaba completamente empapado en sudor.

- Sólo fue otra pesadilla - susurré y miré el poco espacio que había entre los dos

Juntos, en una misma cama. Mirándonos a los ojos, los dos, cada mañana. Y lo mejor de todo es cuando Abigail se cuela entre nosotros.

- Papá - dijo riendo con su voz chillona

¡Dios! ¡Tan idéntica a su madre! Parecen dos fotocopias.

- Buenos días preciosa - agarré su mano y la puse sobre mis labios dejando un corto beso sobre ella - ¿Ya cepillaste tus dientes? - le pregunté y su pequeña cabecita subió y bajó consecutivamente

- Esa es mi campeona - susurró Jess desde el otro lado por lo que no pude ver su rostro

Abby sonrió mostrando sus dientes de leche y se tiró sobre mi, brincando. Gemí de dolor pero su risa chillona, pero agradable, me contagiaba.

- Levántate papá. Es día de escuela y voy a llegar tarde por tu culpa - ahora se posó sobre sus rodillas y me comenzó a golpear el hombro

- Auch - me reí y ambas igual - Sólo cinco minutos más - imité a su madre y recibí dos golpes de parte de mi chica - ¿Oye y por qué eso? - me reí y me pasé la mano por el área golpeada

No respondió y siguió riendo. Adoraba escucharlas reír y amaba si era por mi culpa.

- Ya voy cariño. Vete a duchar y prepárate - le acaricié el cabello de arriba hacia abajo dulcemente

Lo tenía increíblemente largo.

Suspiré y miré al techo. Jess apoyó su mano sobre mi abdomen, como si me quisiera rodear con ella.

Todo pasó demasiado rápido. Creo que más que en vida real.

Jess gritando por ayuda. Yo casi inconsciente tratando de salir del auto recién chocado pero era obvio que el alcohol no me dejaba pensar ni ver con claridad.

- ¡Luke! - llamó Jess - Vas a llegar tarde - me dijo y yo no podía mirar nada más que no fueran sus suaves labios moverse de arriba a bajo

Amaba a esta chica.

Joder.

La amo demasiado.

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