Todo Cambió

Capítulo 17

- ¿Quieren algo de beber? - ofrecí poniéndome de pie

- Un refresco - dijo Dean

- Para mi una botella de agua - dijo Samantha acariciando su panza

- Que sean dos amor - dijo Jess sonriéndome tiernamente

Me dirigí a la cocina en busca de unos vasos de cristal y una lata de refresco para servir.

Serví agua de la jarra dentro de la nevera y me puse a mirar las baldosas del suelo.

Éstas se movían o por lo menos se hacían las que se movían a mi vista. Parecían tramar algo en mi contra pero solo era mi imaginación. Así cuando pierdes la noción del tiempo y fijas tu vista en algo.

Serví lo pedido y lo llevé directo a los demás. Coloqué los vasos sobre la mesa central para cada uno y en un segundo, Samantha comenzó a retorcerse y quejarse de dolor.

Jess y yo nos miramos con complicidad sabiendo qué estaba por venir.

- ¡Dean hay que llevarla al hospital! - le grité al verlo paralizado sin una pizca de idea de que hacer

- Si, si - tartamudeó y la tomó en brazos, en forma de princesa

Yo también me paralicé. Mi segunda sobrina estaba a punto de nacer.

- Amor, iré con ellos, quédate aquí con Abby. Llamaré a Michael para que venga acompañarlas -

Jess solo asintió desesperada y vi entre sus piernas a Abby ocultándose.

Afuera de nuestra casa, Dean me pasó las llaves de su auto y conduje hasta el
hospital más cercano rompiendo algunas leyes de tránsito.

Al llegar, atendieron rápido a Sam y buscaron una silla de ruedas. Como si ya supieran que veníamos.

- Tendremos que estabilizarla para el parto - nos dijo una enfermera de las que nos había recibido

Dicho esto, tomó rumbo hacia donde anteriormente se habían llevado a Samantha pero se detuvo y nos miró nuevamente.

- ¿Usted es el padre? - dijo la enfermera, refiriéndose a Dean, éste asintió

- Pase conmigo por favor -

Tomé uno de los asientos de la sala de espera y llamé a Jess para informarle el que ya habíamos llegado. No respondió pero al instante recibí un mensaje de Michael indicándome que todo estaba bien, solo que ambas habían tomado un descanso.

Pasaron minutos y fui a por un café en una de las máquinas. Volví a tomar asiento mirando la hora y recosté la cabeza contra la pared.

••••

- Si mamá, hace mucho que entraron a Sam -

- Ay Dios pero que nervios - puse mis ojos en blanco y papá me sonrió

- Mamá -

Me volteé enojado mirando al suelo al escuchar esa voz. Tenía derecho a estar aquí, obviamente pero era a quién menos deseaba ver.

- ¡Justin cariño! ¡Madison! -

Abrí mis ojos enormemente y la fijé en ellos. Venían tomados de la mano y sonriendo demasiado felices.

- ¿Han dicho algo de Sam? ¿Del bebé? - preguntó Justin sin mirarme a la cara

Madison tampoco lo hizo, solo tenía ojos para Justin.

- Aún nada - respondió papá

- Yo me voy - dije levantándome del asiento

- Pero no has traído auto -

Cierto.

- Llamaré a Michael -

Busqué mi teléfono en mis bolsillos y al encontrarlo, no tenía carga. Genial.

- Te puedo llevar yo hermanito - dijo Justin en tono divertido e intentando humillarme

Le hice una mueca de disgusto y mamá pareció notarlo. No le gustaba ver a dos de sus hijos peleando y a mi no me gustaba verla mal por nosotros.

- ¿Familiares de la paciente Samantha Johnson? -

Todo el casi ring que tuvimos se esfumó y todos parecimos volver a ser una familia normal y feliz.

- Sí señor - respondió papá en nombre de todos

- A la señorita se le ha tenido que practicar una cesárea pero fuera de eso, el parto ha sido excelente. Ambas se encuentran en perfecto estado y el padre es un chico más que orgulloso - dicho esto, mamá y papá se abrazaron y Madison y Justin se sonrieron

Me sentía la pieza sobrante allí. ¿Con quién debía celebrar el nacimiento de mi sobrina?

El doctor se retiró y al poco rato, Dean salió de donde sea que estuviera. Se dirigía a nosotros con una sonrisa de oreja a oreja y claro, yo sabía que se sentía esa emoción tan grande. Solo que no tuve la opción de celebrarla junto a Jess.

Primero, abrazó a mis padres que le felicitaron y luego se dirigió a mi.

- Muchas felicidades hermano - le dije sonriendo mientras lo abrazaba y palmeaba su espalda

- Gracias hermano, ten las llaves del coche y llévalo a tu casa. El doctor a mencionado que tendré que quedarme con Sam en lo que le dan el alta. Mañana te llamaré y te avisaré cualquier cosa -

- Claro hermano, lo que necesites - dije pensando en la seriedad de mis palabras

Ahora menos podría decirle a mi familia lo de mi enfermedad. No ahora después de la feliz noticia del nacimiento de Hazel. No aún.

- ¡Luke! - escuché a Madison gritar trás de mi antes de sentir mis párpados demasiado pesados y un golpe en mi cabeza muy fuerte provocándome el no ver nada